Seis de cada diez varones sienten presión de los medios sobre su imagen corporal

💪🏼 Un estudio realizado por Bellamente y Privilegiados muestra datos muy concretos acerca de la presión que perciben las masculinidades en torno al ideal de delgadez y/o musculatura.

Bellamente y Privilegiados son dos perfiles de redes sociales que trabajan alrededor de los estereotipos de belleza y las masculinidades, respectivamente. En ese marco, mediante un formulario que estuvo en circulación durante algunas semanas, pudieron recolectar información acerca de cómo influyen los estereotipos y qué impacto tienen en la percepción de los varones sobre sus propios cuerpos. «Este estudio ya lo habíamos hecho con mujeres y la comparación permite tener un análisis un poco más profundo y visibiliza cómo las presiones sociales son distintas según el género. Se puede ver cómo el ideal de delgadez está más internalizado en las feminidades y cómo el ideal de muscularidad está más internalizado en masculinidades», explicó Candela Yatche, comunicadora digital y creadora de Bellamente, a El Grito del Sur.

Del estudio participaron un total de 1640 personas entre 18 y 35 años que se autoperciben como varones y residen en Argentina. Presiones para bajar de peso, ideal de muscularidad y uso de productos o servicios de cuidado estético fueron algunos de los ejes abordados en la encuesta. En este sentido, llama la atención que mientras un 40 por ciento aseguró que no consume ningún tipo de producto ni servicio de cuidado estético, la mitad de los participantes afirmó que alguna vez quiso consumirlos y no lo hizo. En un tercio de los casos, la negativa a utilizar dichos productos o servicios de cuidado estético se vio relacionada -según indicaron- al miedo por el qué dirán.

Esto pone sobre la mesa no solo los estereotipos y los ideales que los varones persiguen actualmente, sino también la multiplicidad de mandatos que operan alrededor de la masculinidad. «Todo lo que tiene que ver con el cuidado de belleza está mucho más asociado a prácticas que hacen las feminidades, entonces ahí se puede ver también cómo está presente el mandato de consumo de esos productos para las feminidades, y cómo con las masculinidades sucede lo contrario, está mal visto y aparece como sinónimo de debilidad», expresó Yatche.

Masculinidades

Por otra parte, quienes respondieron que sí utilizan algún tipo de producto o servicio de cuidado estético reflejan que el principal consumo es el de la peluquería (88,7%). Le siguen el uso de cremas con el 64,3%, las barberías con el 48,3% y la depilación con el 29,8%, una práctica que ha ido creciendo en los últimos años en los varones. Un 13,3 por ciento dijo utilizar maquillajes, un 12,7 por ciento hacerse la manicura y solo un 2 por ciento hizo referencia a cirugías estéticas.

«Nos encontramos con algunas sorpresas que no veíamos en nuestra generación -mayores de 35 años-«, dijo Andrés Arbit, integrante de Privilegiados y quien le pone voz a los característicos videos que vienen desarrollando desde hace más de un año. «Vimos una gran presión por ser musculosos, tener un estado tonificado pero a la vez voluptuoso. Y es interesante también ver que existen muchas inseguridades por ser muy flacos. Los varones sienten una presión por tener un cuerpo musculoso, se juega mucho el tema de los brazos, y todo lo que tiene que ver con el gordoodio y marcarse los defectos desde ahí», agregó.

Esto responde a dos de los datos principales que se desprenden del estudio: por un lado, el 12 por ciento de los participantes muestra un alto grado de internalización del ideal de delgadez y, por el otro, el 19 por ciento presenta un alto grado de internalización del ideal de muscularidad. En este caso se ve cómo en las masculinidades el ideal de muscularidad pesa más que el ideal de delgadez, algo que ocurre de manera inversa con las feminidades. «La masculinidad hegemónica tiene una característica muy marcada que es la de la fuerza, tapar los sentimientos y mostrar hacia fuera esa construcción de masculinidad que puede con todo. En ese sentido, el ideal de muscularidad viene a validar esa idea de fortaleza», planteó la creadora de Bellamente.

Otro de los puntos que marca el informe pone el acento sobre las presiones que ejercen en los varones los medios de comunicación para que bajen de peso. De las 1640 respuestas que acumularon desde Privilegiados y Bellamente, el 63 por ciento consignó sentir presión por parte de los medios. «Pensé que los varones, en algún punto, no le daban tanta importancia o que no permeaban tanto en ellos las representaciones como sí se ve en las mujeres», admitió Arbit.

Sin embargo, lo que les llamó la atención desde Privilegiados fue la corta brecha entre la presión que perciben los varones por parte de su familia (27%) y por parte de sus grupos de pares (21%), una diferencia que en el caso de las mujeres y feminidades es de al menos 21 puntos, con un 49 por ciento de presión por parte de la familia y un 28 por ciento de sus grupos de pares. «Ahí es donde desde Privilegiados nos preguntamos: cuando alguien está yendo al gimnasio y está queriendo tener cierta figura, el cuerpo trabajado, siguiendo los mandatos de este varón fuerte, hegemónico, que brinda esta idea de salud y protección, ¿tiene que ver con un deseo propio o con las presiones y los contextos de cada pibe?», suma como interrogante para seguir pensando el tema.

En relación a estos mismos números, Candela Yatche advirtió que «en los últimos años crecieron mucho los índices de vigorexia, que es un trastorno de la conducta alimentaria, que tienen más las masculinidades que las feminidades, y se caracteriza por tener una distorsión de la imagen corporal y ver menos músculo del que realmente se tiene». «Esto responde a un síntoma general y tiene que ver con distintas cosas que fueron cambiando socialmente. Hoy en día se le da mucha importancia a que las masculinidades estén trabadas y pasen muchas horas en el gimnasio, se genera mucha oferta de suplementos para generar más masa muscular», remarca. Y sigue: «Más allá de que las feminidades tengan más presión (por bajar de peso), hoy en día es importante resaltar que está creciendo el ideal de muscularidad y que está teniendo consecuencias negativas».

Durante el proceso de estudio y análisis de los resultados, desde Privilegiados generaron también en sus redes sociales diversos contenidos para seguir conversando sobre el tema y poner sobre la mesa algunos otros ejes o preocupaciones que se le presentan a los varones a la hora de hablar sobre sus cuerpos, los mandatos, las presiones y las inseguridades que rodean todo eso. De esta forma registraron, según contó Andrés Arbit, que el tema de la altura también es algo presente debido a esta idea de totem protector con la que el varón debe cumplir. Otros de los tópicos que surgieron se relacionan con el tener o no tener barba, ser pelado o quedarse pelado a una temprana edad y, por último, el tamaño del pene, algo que el integrante de Privilegiados asoció a la cultura del porno mainstream y la falta de educación sexual en las escuelas.

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Christopher Loyola

Estudiante de Edición (FFyL-UBA), Presidente del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras (CEFyL).