Un encuentro desmesurado

💪 El sábado 27 de noviembre se realizó el “Primer Encuentro de Gordes de Argentina”. Organizado por el colectivo "Gordes activistas", el encuentro mostró la potencia del activismo por la diversidad corporal.

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Es sábado por la mañana y hay mantas en el piso, termos de agua caliente y protector solar. En algunos lugares estratégicos del predio de la Mansión Seré, un centro clandestino de detención que estuvo en funcionamiento entre 1977 y 1978, puede leerse un código QR que invita a sumarse a un chat y un link de descarga para obtener libre y gratuitamente el documento titulado “Guía Gorda”. En la puerta, un grupo de gordes entra levantando carteles a los gritos y aplausos. Está comenzando el “Primer Encuentro de Gordes de Argentina” y el entusiasmo y la ansiedad desbordan. Estamos encontrándonos por primera vez y es histórico.

El sábado 27 de noviembre se realizó el “Primer Encuentro de Gordes de Argentina” en el Polideportivo Gorki Grana de Ituzaingó. La reunión comenzó a eso de las 10 de la mañana con un grupo de doce gordas con remeras blancas donde se podía leer las siglas “CGA”, Colectivo de Gordes Activistas, en un logo que busca hacer un guiño al de la CGT, ironizando con la histórica central obrera. 

Fotos: Nuevo Encuentro Morón

Ya con micrófono en mano y junto a las autoridades de género y diversidad y derechos humanos del municipio de Morón, las primeras lágrimas camufladas hicieron su aparición y se dio inicio a las actividades. La jornada comenzó con una entrada en calor bajo la premisa de que el cuerpo tiene memoria pero insistiendo en que se trataba de una instancia optativa. «No queremos caer en reproducir una consigna o discurso capacitista», aseguraron les organizadores.

Entre las mesas hay stickers, plotters y un cartel impreso con la frase de Laura Contrera “Para un gorde no hay nada mejor que otre gorde”. La sensación se respira en el aire como verdad indiscutible. 

Les gordes se abrazan, se reconocen, se encuentran en lo colectivo con la certeza de saber que del otro lado hay alguien que está ahí porque también quiere vivir una vida con trato digno y caminar por la calle sin ser hostigade. “Es como habitar un micromundo”, dice alguien mientras entra a las tres comisiones de Debate y Pensamiento en las que se repartieron las alrededor de 200 personas que fueron a este encuentro de la desmesura, la rebeldía y la potencia. 

Fotos: Nuevo Encuentro Morón

En las comisiones se escuchan las experiencias personales de les que quieren compartir qué es lo que les convocó a esta instancia. Da la sensación de que todes hablan un mismo idioma y coinciden en un punto: lo colectivo es fundamental, saberse hermanades es el primer paso.

“Cuando estás en el afuera el mundo es hostil, te violenta. Aunque parezca poco, por lo menos este micro mundo da la sensación de que todo está bien porque pasar la vida sola te llena de angustia”, afirma una de las participantes mientras todes asienten.

A mí también me pasó, pienso, desde los 14 años el tercer deseo a la hora de soplar las velitas en mi cumpleaños era fijo: “ser más flaca”. ¿Sabes lo mucho que te tiene que joder la cabeza la sociedad, para desde esa edad desear tener un cuerpo que no es el tuyo? aunque no lo pregunto en voz alta, sé que quienes están en ronda entienden de qué estoy hablando. Hay algo en este mediodía que genera la sensación de haber llegado a casa, de estar en ese encuentro para dar pelea a fantasmas viejos, rápidamente y con una gorda patota.

A eso de las 13.00 es la hora del picnic y, por ende, el momento de agruparse para compartir el almuerzo. Quienes vinieron soles desde otras localidades o provincias se agrupan en el “Tinder de amigues gordes”, propuesto por la CGA los días previos al encuentro. Les feriantes de la zona aprovechan para ofrecer diferentes opciones para que quienes no llegaron a traer vianda. Nadie come sole.

Fotos: Nuevo Encuentro Morón

Las edades de quienes se unieron fueron desde los 19 hasta entrados los 50, en su gran mayoría feminidades gordas. Durante la tarde, quienes se habían encontrado para llegar hasta el predio contaron que hubo algo mágico en el viaje, la sensación de que el transporte público ya no era un espacio hostil, desprenderse del miedo y la vergüenza que se siente al ocupar un asiento, “la seguridad de estar juntas si hay que dar batalla”.

Después del picnic vino el cierre de la actividad con las palabras de quienes habían previamente brindado la bienvenida. A las reflexiones y el agradecimiento, se sumó un documento de conclusiones a partir de las temáticas tratadas en las rondas de pensamiento, entre los cuales se enunció bien fuerte: “Basta de violencia, estigma y discriminación contra los cuerpos gordes”, consigna que fue aplaudida con unanimidad, porque se sabe que es urgente y necesaria para una vida digna.


Con el comienzo de la tarde el encuentro llega a su fin, no sin antes realizar un trencito de carnaval carioca enorme y un baile colectivo. Todes sonríen, a pesar del llanto y la emoción, el espíritu de alegría sigue presente, la llama se volvió más fuerte. El baile es el cierre perfecto de este encuentro desmesurado y la promesa de volver a verse las caras cuanto antes sea posible. Estamos encontrándonos por primera vez y eso es sabido por todes. Somos históriques.

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