Inframundo de Xina Ocho, todo eso que muestra la oscuridad

📚 Los likes, la explotación laboral, las resacas y los mandatos sociales son los grandes temas de Inframundo, el nuevo y tan esperado libro de la historietista Xina Ocho.

En Inframundo, Xina Ocho cuenta el día a día de Caro, una chica que intercala su trabajo precarizado con las salidas con amigos y los almuerzos familiares mientras busca un departamento que pueda pagar. Ocho recupera ciertos elementos autobiográficos, género que en nuestro país se transformó en escuela con el proyecto Historietas Reales a principios del siglo XXI. Autorxs como Powerpaola o Federico Reggiani hicieron de lo vivencial el combustible para reconfigurar la historieta nacional por aquellos años. Pero Xina no se queda en lo meramente auto referencial y combina lo cotidiano con elementos del género fantástico. Para la autora, este coqueteo con lo no real le permitió una mayor soltura creativa para contar ciertas cosas. “La ficción me dio libertad para poder hacer toda la catarsis que quería”, explica Ocho, y agrega “el personaje del monstruo que acompaña a la protagonista, por ejemplo, es incorrecto y eso me dio la chance de darle una voz a toda la mierda que se nos pasa por la cabeza”.

Ante el resquebrajamiento de los pilares sobre lo que, supuestamente, deberíamos sostenernos cuando entramos a la vida adulta -como el trabajo, la familia y la amistad-, Caro empieza a convivir con una parte oscura de sí misma que viene a expresar en voz alta su descontento. Ese monstruo, el ello de la historia, se disputa el control con el yo y el superyo durante todo el relato. Inframundo es, justamente, ese camino hacia las profundidades, hacia el límite entre lo deseado y el deber ser, ese dejarse llevar cuando unx no puede más con las exigencias del mundo.

Si bien la obra tiene base en cuestiones personales, Xina no siente que llegue a ser un relato autobiográfico. “Fue la primera vez que intenté generar una ficción a partir de algunas cosas que escribí durante mis veinte, incluso reflejando emociones que me atraviesan y me atravesaron mientras hacía la historia”, cuenta. Aunque algunas experiencias personales pudieron ayudar para la creación de tal o cual escena o personaje desde un lugar genuino, nada de lo que se cuenta en Inframundo es real. En este nuevo libro, editado por Hotel de las Ideas, la protagonista comparte escena con sus propios fantasmas. La obra se vuelve un gran relato sobre esas versiones de unx mismx deformadas y oscuras que nos visitan en nuestra cotidianidad y nos hacen reflexionar sobre el mundo que nos rodea y presiona.

La precarización laboral, las relaciones sexo-afectivas, la tristeza y el peso de lo que debieramos ser, son tópicos presentes en el nuevo trabajo de Xina Ocho. Todos estos elementos estuvieron en su recorrido y, pese a que puedan atravesar a gran parte de la sociedad, ella los pensó desde un lugar catártico individual. Aunque para la autora son temas que tocan por el hecho de ser una persona que habita el planeta Tierra, Inframundo fue pensado de manera mucho más egoísta. Como ella misma cuenta, “traté de procesar ciertas cosas que había vivido y darles un sentido”. Rodear todas esas experiencias con una narrativa ficcional le permitió, por un lado, evitar exponer tanto de su vida personal y, por el otro, enfrentarse al desafío de saber si podía escribir ficción.

A lo largo del libro hay una dicotomía muy marcada entre la vida real de la protagonista, su trabajo y sus vínculos, y su vida virtual en las redes sociales a pura inyección de likes. Pero para la artista esta hiperconexión es una característica más del personaje, un reflejo de sus edad, pero no cree que sea una parte tan importante de la trama. “Me ayudó sí a mostrar las inseguridades del personaje alrededor de eso y, aunque es lo que tenía más a mano y lo que me salía crear de manera más genuina, podría haber usado cualquier otra cosa”, indica Xina.

Con respecto a su propia relación con las redes, Ocho no se reconoce como una persona pública, y solo encuentra una salvedad: “Lo único que sí me pasó con el tiempo es que me da más cosa subir contenido con mi cara o hablando, pero no sé si eso es por los seguidores o porque estoy más vieja y me da cringe”. En su Instagram, @xinaocho, tiene más de cincuenta mil seguidorxs. Pelucas de colores, selfies, dibujos de pantallas que irradian luz azul, de comida a medio terminar y de escenas de sexo en diferentes partes de la casa nutren uno de los perfiles artísticos más interesantes para seguir dentro del ámbito de la historieta argentina. 

A nivel gráfico, Inframundo muestra una búsqueda estética muy profunda, con experimentaciones varias desde las texturas, las formas y la paleta que no habíamos visto antes en el trabajo de esta autora. En sus páginas, puede encontrarse una aglomeración de cosas que pasan todas al mismo tiempo, un amontonamiento de escenas de sexo, rodeadas de una hiperconectividad abrumadora, con restos de la última comida y el gato dando vueltas. Pese a esta sensación abrumadora que expresa lo estético, Inframundo no pierde en ningún momento un altísimo nivel compositivo. Incluso en ese desorden, todo está en su lugar y tiene su sentido narrativo.

El trabajo creativo y la producción de la historieta se dio casi en tiempo real con la publicación de cada uno de sus capítulos en formato web, mostrando un proceso de mutación impresionante. Como explica Xina, “si bien tenía una estructura planteada desde el principio, iba cambiando muchas cosas sobre la marcha, tanto de trama como de estética”. Con respecto a este proceso, Xina dice que “quisiera decir que fue súper planeada desde un inicio pero no, fui fluyendo mientras la hacía, hice lo que pude”. Este fluir, esta mutación sobre la marcha, terminó construyendo una historia muy fuerte desde lo narrativo y con una diversidad desde lo gráfico que promete transformarse en uno de los grandes lanzamientos editoriales para este fin de año.

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Demian Urdin

Antropólogo social, coleccionista y crítico de la Historieta Argentina. Ganador de la Beca de Investigación Boris Spivacow II de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno en 2018. Colaborador en Revista Blast de Colombia.