Con una programación de 50 películas fantásticas, sangrientas y bizarras, y casi 100 cortometrajes, comenzó la XXII edición del BARS, el más importante del género gore en Latinoamérica. Del 2 al 12 de diciembre, crímenes, venganzas, zombis, vampiros y alienígenas toman las pantallas durante diez días a puro terror.
Surgido en el año 2000, con una primera edición en el microcine de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) para 50 personas, el Buenos Aires Rojo Sangre fue creciendo hasta convertirse en el festival más importante de la región, convocando a más de 10.000 espectadores cada año e invitando a conocer el panorama internacional de un género cada vez más sofisticado.
Luego de un festival 100% virtual en 2020, el BARS regresa al formato presencial con proyecciones en tres salas del Multiplex de Belgrano y con una serie de charlas y exposiciones en el contiguo Museo Larreta. “El BARS es un espacio de encuentro y exhibición de cine fantástico de todo el mundo y un punto de resistencia para los creadores argentinos de cine de género”, definen desde la organización. Una selección de los films podrá verse además de manera online en la plataforma Vivamos Cultura.
Distintas categorías conforman la selección del festival: Competencia Bizarra, Made in Taiwan, Invasión Japón, Reaparecidos, Competencia Internacional y Competencia Iberoamericana. Con producciones de Italia, Uruguay, Colombia, Estados Unidos, Brasil, Nueva Zelanda, Chile, Reino Unido, Bélgica, Francia y Canadá, entre otros países, BARS se propone ser “una cita imprescindible para el público que quiere entrar en contacto con un cine que no se ve en otros festivales”.
“Muchos años atrás, el cine de terror era una cosa extremadamente marginal, muy difícil de hacer, sin ningún tipo de crédito ni espacio en los festivales, que ninguneaban estas películas”, contó en una entrevista con El Grito del Sur Gabriel Schipani, director del Buenos Aires Rojo Sangre. “Por suerte, hace varios años, tenemos unas diez películas argentinas promedio, por año, que se estrenan de este género. A lo largo de las ediciones, hemos logrado meter el terror en la consideración de las productoras, de los institutos y de los festivales, para que se siga haciendo terror en forma consecuente todos los años”, agregó.
¿Qué novedades destacan para esta XXII edición?
Este año tenemos muchas películas argentinas dentro de la Competencia Internacional porque creíamos importante que después de dos años de producciones paradas, con algunas que se terminaron ahora, puedan estar en la sección y porque realmente tienen muy buena calidad. A el foco Invasión Japón, que siempre tiene películas interesantísimas, le agregamos uno específico este año que es Made in Taiwan. Las películas taiwanesas, sobre todo The Sadness, han sido una explosión en todos los festivales del mundo y hay mucha repercusión con esta exposición. Y la otra novedad es que el fin de semana del cierre vamos a tener proyecciones otra vez en fílmico, en 16mm, algo que solamente se puede ver en forma presencial. El foco este año está dedicado a la Hammer films y a Frankenstein, con tres películas: La maldición de Frankenstein (10/12), Frankenstein creó a la mujer (11/12) y Frankenstein debe morir (12/12). Eso también es importante, que la gente vuelva a ver los clásicos, que los vea en fílmico y sentados en una butaca, es lo mejor que se puede hacer.
¿Qué entra bajo la categoría de Cine Bizarro?
La competencia de Cine Bizarro se popularizó hace muchos años dentro del cine de terror, como un subgénero específico. Antes, cuando se le ponía bizarro a una película, era como que se la ninguneaba, se la trataba de una cosa menor, de un mamarracho o de una cosa muy mal hecha. Con el tiempo, esa palabra y esas películas fueron teniendo otra cultura, otra definición y ya no es bizarro lo malo sino que es lo extraño y lo raro. De hecho, muchos directores y directoras hacen películas bizarras, no porque les sale mal o porque está mal hecha sino porque ellos y ellas deciden ese género dentro del terror. Se logró, con el transcurso de los años, cambiar esa idea de que lo bizarro era lo que estaba mal hecho simplemente o lo que era ridículo por una expresión artística diferente y ya es una decisión del guión y del realizador hacer este tipo de película.
El cine Bizarro y el cine de Terror estaban vinculados con realizaciones de bajo presupuesto. ¿Eso es así?
Actualmente sería un prejuicio verlo de esa manera. Al principio, cuando se hablaba de bizarro también se creía que era barato, pero hoy por hoy sería un prejuicio porque hay otro tipo de películas que se hacen con cero presupuesto o con un monto muy pequeño y no tienen nada que ver con lo bizarro. Que también lo bizarro incluía lo barato, es algo que quedó en el pasado. Ya no es así.
¿Quiénes son los exponentes del cine de terror en nuestro país?
Rápidamente es Daniel de la Vega porque hace muchos años que está y porque es uno de los que más filma consecuentemente, cada uno o dos años saca una película siempre dentro del género. También están Fabián Forte, Damian Rugna, cuya última película “Aterrrados” ha tenido una gran repercusión internacional, tanto es así que hoy por hoy se estaría haciendo la remake norteamericana de la mano de Guillermo del Toro. Siempre está Hernán Moyano, que también es un histórico, está Gonzalo Calzada, que este año presenta Nocturna Lado A y Lado B, o sea que hay varios exponentes y por suerte el género sigue creciendo.
La programación completa del BARS puede verse en su página web: rojosangre.quintadimension.com
