Un tour Carrocero por Versalles

📽️ Como todos los años, llega el día de los Carroceros, donde los fanáticos del mítico film recorren las principales locaciones del barrio donde se rodó la película.

Mariano y Denise son amigos desde hace más de 15 años, compartieron diferentes trabajos pero su ópera prima los unió a tal punto que encontraron un mundo desconocido hasta entonces. Para Mariano no tanto. Pese a que aún no sabe que hay miles como él, Mariano es un Carrocero, como se hacen llamar los fanáticos de Esperando la carroza. La pasión es tal que pueden llegar a recitar de memoria fragmentos del mítico film argentino, respondiendo a situaciones de la cotidianeidad con frases como “¡Qué duda cabe!” o “¡La casa!”. Son un montón, pero hasta ese momento estaban “sueltos”. 

Mariano es muy fanático y además vive cerca del barrio de Versalles: «Entonces fue natural», cuenta Denise. Quisieron hacer algo sobre el barrio, un cortometraje que mutó a un documental. Sabían que se había filmado la película entera allí. “Y después sucedió lo que mostramos, logramos recrear muy bien lo que nos pasó. Desde ir a hablar con los vecinos hasta descubrir el grupo de Facebook, que es realmente una locura”. 

Gracias a Carroceros conocieron la “Asociación de enfermitos de diálogos de Esperando la carroza”, el grupo de Facebook que funcionó como la puerta de ingreso a un mundo que tiene sus propias reglas, con su propio lenguaje y con características extraordinarias. Sólo se comunican con diálogos de la película: hay memes, afiches, chistes, videos y fotos. Y reglas básicas: el humor es un idioma común y Esperando la carroza 2 es considerada por ellos como una falta de respeto. Además, cuál procesión sagrada, visitan una vez por año Versalles, el barrio donde se filmó la película. 

La próxima cita será el miércoles 8 de diciembre para recorrer las diferentes locaciones donde se rodó Esperando la carroza: el tour comenzará a las 17:30 hs en la Plaza Ciudad de Banff, Roma 760, y culminará en el templo carrocero: la casa principal de Elvira, Sergio y Matilde. Además, contará con la proyección de Carroceros en la Escuela Nº 25 DE 18 «Estados Unidos» de forma gratuita con inscripción previa. El recorrido, que se realiza desde el año 2017, es gratuito, al aire libre y no tiene cupo ni inscripción. Lo dirige Matías Altamore, 100% Carrocero. 

Matías es nacido y criado en Versalles. La primera vez que vio la película fue cuando tenía 12 años, pero no entendía bien de qué trataba y entonces ni siquiera imaginaba el lazo tan íntimo y estrecho que generaría con el correr del tiempo. Cree haberla visto cientos o incluso miles de veces. Cuando se enteró que fue filmada en su barrio, algo en él hizo un clic: hasta una amiga suya había actuado, era la hija bebé de Susana y Jorge. 

Altamore conserva un tesoro que guarda a su lado: una carpeta con todos los secretos, la película en DVD, el libro original de Jacobo Langsner y el VHS con la película. “El libro es una reliquia, me fui por todas las librerías del país hasta que conseguí la versión vieja, la original. Tengo también revistas, todos los secretos de los personajes, el cortometraje y el guión de la película”, cuenta Matías. 

Además, tiene las fotos de cuando cumplió su sueño: ingresar a la famosa casa de los Musicardi, donde se filmó la mayor parte de la ficción. “Cuando entré a la casa fue un sueño cumplido. Decía: ¡Pellizquenme, esto es un sueño! A los demás carroceros les pido que no me odien porque conocí la casa. Flavia, la actual dueña, es muy accesible. Pero su casa no es un museo. Ella no tiene problemas en que se saquen fotos, pero todo del lado de afuera. Yo las fotos que tengo del interior de la vivienda las conservo como un preciado recuerdo”. 

Lo que más disfruta Matías es hacer algo para todos los carroceros: “En el tour, me gusta mucho mostrar y recuperar la identidad del barrio. A la gente le preguntas dónde queda Versalles y nosotros, los vecinos, damos como referencia la cancha de Vélez Sarsfield. Que haya otra cosa, ¡que digan ahí se filmó Esperando la carroza! Que cada barrio sea reconocido, no solo por una cancha, sino por la movida cultural”. 

Versalles está intacto hace más de 30 años. Cada vecino tiene una historia por contar, algo que prestaron en el rodaje o simplemente un recuerdo bello sobre la filmación. Están muy orgullosos de haber participado y la mayoría de sus padres formaron parte de la última escena. “Fue una peli muy chiquita, con un presupuesto bajo, entonces hubo mucha participación del barrio y es gente que desde hace muchos años vive ahí, no se mudaron. Veíamos a las mismas personas y siempre muy bien predispuestas. El miércoles va a venir mucha gente de afuera, pero también lxs vecinxs, que participan un montón. Es un barrio con mucha identidad”, dice Denise sobre el barrio. 

Carroceros de Mariano Frigerio y Denise Urfeig 8 de diciembre a las 19h. Reservá tu entrada 

El fanatismo no sólo llegó a las generaciones que vieron el clásico en el cine: “Yo, con 40 años, pensé que era la última camada de carroceros. Pero no, de hecho el administrador del grupo de face es un pibe que tiene ahora 30 años, ¡pero creó el grupo a los 23! Los que somos carroceros les pasamos el legado a los más jóvenes y le mostramos la peli a nuestros hijos, para que sigan manteniendo viva la pasión carrocera. Hay nenes de 8 o 10 años que son fanáticos. Y eso es muy divertido, ver la ingenuidad de los pibes viendo una peli que para ellos es 100% humorística”, cuenta Mariano aún sorprendido por el fenómeno. Incluso comparte su fanatismo con su hija de 4 años, que aún no entiende la totalidad del film pero cada vez que la mira, algo le llama la atención: “qué le pasa a la vieja, pregunta, y eso a ella le genera fascinación”. 

El fanatismo traspasa fronteras. Ya sea de un deporte, un partido político o una película. En este caso, por “la mejor película argentina de la historia”, como lo reconocen los directores del documental. “Lo que tiene Esperando la carroza es un gran combo de cosas, donde todo funciona bien: tiene un guión perfecto y una estructura espectacular, donde se maneja muy bien el humor y la crítica social. Porque no deja de ser una gran crítica a toda la sociedad rioplatense. Hay algo de la identificación que sucede rápidamente y es tratado con mucho humor. Esa me parece que es la base de su éxito. Y tiene también el condimento de los actores. No hay uno que falle, que no sea perfecto y que, sumado a la dirección de Alejandro Doria, hizo que se haya convertido en lo que fue. No hay ningún argentino que no la haya visto”, sostiene Mariano. 

El camino hacia el sueño de Mariano, que es conocer la casa de los Musicardi, es el hilo conductor del documental y sirve como disparador para homenajear a una de las películas argentinas más recordadas de la historia. Intenta explicar por qué se convirtió con los años en un ícono de la memoria colectiva del país y en la única película de culto del cine nacional.  

Los carroceros tienen algo en común, que hace que también siga vigente la pasión: el humor. “No hay nada que esté alrededor de los grupos que no sea una excusa para reírse, como todos los posteos que hacen en el grupo que están siempre buscando una vuelta ingeniosa donde reírse, compartir algo. Eso es básico de cualquier carrocero y carrocera”, dice Mariano. Y coincide Denise: “el día del casting a mi me dolía la cara de reirme, fue todo el día reírse, muy divertido. Es gente que se junta a divertirse, y la excusa fue una película. También lo que pasa es que hay gente muy distinta entre sí, traspasa edades, clases sociales e  ideologías. No tienen una característica en común más que el amor, el humor y ser fanáticos de una peli, pero después pueden ser personas que nunca en su vida se hubieran cruzado”.
Carroceros no sólo indaga sobre las razones del fanatismo por Esperando la carroza, sino que muestra un modo de estar en el mundo. Pero, además, es un homenaje a todo el cine argentino.

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