Del calor extremo a la lluvia: un (pequeño) alivio para los incendios

🔥 Según informes oficiales, el 95% de los incendios tiene un origen humano. Actualmente, cuatro provincias continúan afectadas por el fuego. "En Argentina, cuando el fuego desaparece también lo hace el Estado", señalaron desde la Fundación Ambiente y Recursos Naturales.

La agobiante ola de calor registrada en buena parte del país durante la semana pasada exhibió temperaturas superiores a los 40 grados. Además de los cortes de luz, que se sintieron con fuerza en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), este factor climático desató nuevos incendios forestales especialmente en la cuenca del Paraná y agravó otros preexistentes, como el que ocurre alrededor del complejo Lago Martín (Bariloche), donde el fuego ya llegó a devorarse 6 mil hectáreas en poco más de un mes. Esta dificultad fue reconocida por el propio Gobierno, que decidió prohibir el uso del fuego en todos los parques nacionales -salvo en los lugares habilitados y siguiendo diferentes recomendaciones-.

El viernes 14 de enero, nueve provincias estaban con focos activos de incendios: Buenos Aires, Chubut, Formosa, La Pampa, Mendoza, Río Negro, Salta, Santa Fe y San Luis. Hoy -al 19 de enero- son cuatro (Córdoba, Corrientes, Misiones y Río Negro), cuestión que se vio facilitada por las precipitaciones y el descenso de temperatura. En Río Negro, donde la situación es más crítica, se desplegaron 143 brigadistas y personal de apoyo afectado al combate del incendio en el Complejo Lago Martín convocados por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) y Parques Nacionales.

A lo largo de los últimos años se han visibilizado los alcances de esta problemática ambiental. Según informes oficiales, el 95 por ciento de los incendios tiene un origen antrópico (humano). Esto implica desde fogatas en zonas no permitidas y colillas de cigarrillos mal apagadas hasta la preparación de áreas de pastoreo con fuego y la búsqueda de tierras para un futuro uso inmobiliario o vinculado al agronegocio. Luego de recibir varias críticas, el Gobierno tomó nota de esta cuestión desde el año pasado y aumentó un 517 por ciento en términos reales el presupuesto destinado al SNMF. Este organismo tiene tres funciones principales: la prevención y alerta, el combate de incendios, y la evaluación de daños y acciones de recomposición y restauración.

Según informes oficiales, el 95 por ciento de los incendios tiene un origen antrópico (humano).

En ese marco, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, dijo que 2021 culminó «con la superficie quemada más baja de los últimos 5 años». De acuerdo con el Servicio Nacional de Manejo del Fuego, a lo largo del año pasado ésta fue de aproximadamente 330 mil hectáreas, lo cual representa una reducción de más del 70 por ciento con respecto al 2020 (800 mil hectáreas menos). En 2017 se vieron afectadas 1,9 millones de hectáreas, en 2018 los datos arrojaron un total de 1,1 millones y en 2019 la cifra disminuyó a cerca de 500 mil.

En su discurso de asunción de la presidencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el mandatario Alberto Fernández pidió tomar medidas urgentes contra el cambio climático. «En mayor o menor medida, a todos nos atraviesan los efectos negativos de la mutación del clima. Sin embargo, en nuestra América insular del Caribe el avance de las aguas y la inclemencia de ciclones y tormentas que se repiten, acaban por devastar poblaciones enteras que reclaman nuestra atención», señaló. El abordaje del problema debe ser regional: una de las áreas más sensibles es la Amazonia, que con 7,4 millones de kilómetros cuadrados representa el 4,9 por ciento del área continental mundial y cubre extensiones de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.

Frente a este complejo panorama, especialistas alertan sobre la necesidad de poner mayor foco en las tareas de prevención, coordinación con los gobiernos provinciales y la sanción de quienes generen incendios intencionales. «En Argentina, cuando el fuego desaparece también lo hace el Estado. Es esencial que se pase de un accionar ¨emergentista¨ a una gestión preventiva e integral del fuego», destacaron desde la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN). Recientemente volvió a perder estado parlamentario -por tercera vez en ocho años- el proyecto de ley de Humedales, lo cual representa un paso atrás en esta batalla y fue denunciado como un triunfo del triple lobby minero, inmobiliario y agroindustrial.

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