Fabián Show: crónica del hombre que alcanzó su sueño

🕺 Fabián Show se volvió viral, inmortalizado en videos, memes, stickers y remeras, nadie escapa a su figura que traspasó los límites de Bell Ville y sus shows de cuarteto. El documental "Que no se acabe el show" es el relato de un artista que en su corta carrera artística llegó al corazón e hizo feliz a su público.

¿A cuántos les gustaría triunfar en lo que aman?” se preguntan quienes realizaron el documental de la vida de Marcelo Fabián Pereyra, quien decidió tirarse a la pileta por lo que había soñado toda su vida: ser un artista, cantar y cautivar a su público. Ser Fabián Show.

Nacido en Pozo del Molle y criado en Bell Ville, fue querido y admirado en la zona por sus show de cuarteto. Bendecido por Sebastián en su breve paso por el mundo de la noche, a sus 50 años y a tan solo 8 años de comenzada su carrera, en 2016 Fabián murió en un accidente. Hoy está inmortalizado entre su gente cercana y por toda una generación que -a través de las redes y más allá de los límites de Córdoba- se conmovió con él. Se volvió viral y algo de él se volvió familiar. ¿Qué hay en este artista? 

El hombre que alcanzó su sueño

“En su universo, Fabián se convierte en aquello que imita, no como nos enseñan que debería ser un artista, pero sí con el mismo reconocimiento. Con su look cuartetero, característico del Monstruo Sebastián y su manera histriónica de interpretar sus shows en los distintos escenarios, se convirtió en un artista cordobés inolvidable. Los ídolos son inmortales, pero Fabian Show hay uno solo, en un homenaje tanto al hombre como al personaje, indagamos en su más grande logro: llegar al corazón de las personas”, así presentan el documental Que no se acabe el showque mañana se estrena en el cine Bajo las estrellas de Villa María.

Este proyecto audiovisual lleva más de 5 años realizándose, a ritmo lento, con una pandemia mediante, totalmente independiente y autogestivo. Hicieron campañas de crowdfunding pero no tuvieron buenos resultados y tampoco consiguieron financiamientos en las convocatorias a las que se presentaron. Hoy, este audiovisual ve la luz y lleva el espíritu imparable de su protagonista.  

Con mucho material de archivo, música original y entrevistas a Mercedes Rosalía López, Luis Alberto Giletta, Eduardo Cámara, quien fue su pareja Julia Santa Bustamante, a 5 de sus hermanas, su mamá Edith Pérez, la modista Natalia Zanazzi y a amigxs y vecinxs, ponen en la pantalla grande el viaje a una vida que inspira a perseguir nuestros sueños. 

Conversamos con Daro Ceballos, director del documental e integrante de la productora audiovisual Otro Plan Films, con quien lleva tiempo haciendo cine de género, de terror y ciencia ficción en Villa María y ahora estrena su primer documental. “Empecé sólo con este proyecto a principios de 2016, era una idea que tenía desde antes y cuando falleció Fabian decidí concretarla. A él le copaba la idea, pero entre una cosa y otra, nunca pudimos vernos y ponernos de acuerdo para comenzar. Yo lo ví por primera vez en 2011 -cuenta mientras busca una foto de ese día-, en ese momento trabajaba en la barra de un boliche en Bell Ville -aclara que es nacido allí aunque lleva unos años viviendo en Villa María-. Me gustó mucho, tanto como a la gente que lo ve por primera vez. Y como guionista me enamoró la forma en cómo se tiró a la pileta y se arriesgó por lo que amaba y le salió. Se me ocurrió la idea de indagar en su historia, en cómo llegó a ser lo que terminó siendo”.

En 2008 empezó su carrera luego de un accidente automovilístico, sin ningún recorrido musical más que el deseo. Recorría los pueblos aledaños y con el lenguaje cuartetero del interior hacia espectáculos pequeños, fiestas de cumpleaños y casamientos. Grabó varios discos y se hizo conocido en el programa Rincón de Amigos de Bell Ville, junto con Pichirica y la Rosalía. En una de sus visitas dijo de su forma de ser artista: “Fabian Show no tiene una voz especial pero sí van a encontrar alegría y entrega”.

Nunca entró en el circuito y la lógica de la producción cuartetera, no tenía un manager, quizá por falta de tiempo en su carrera o porque él no era como el resto. Era fan de Sebastián y cada vez que tocaba la Mona en Bell Ville, iba a verlo. Los jueves, viernes, sábado y domingo montaba su show, en las buenas épocas hacía 3 por noche, el resto de los días era bicicletero. Era muy querido.

En 2012 con su llegada al programa televisivo Peligro: Sin Codificar comenzó a tomar otra dimensión. “Quizá algo de su forma histriónica de bailar, de interpretar las canciones, una pizca de locura en lo que era él como artista, cautivaba a la gente. Más allá de cómo cantaba, había algo de lo que era y representaba como artista, que le hizo tener reconocimiento. Corrió los límites de lo que nos enseñaron sobre cómo tenía que ser un artista que canta y baila bien. Encontró en el no show su capital y lo supo aprovechar. Cuando lo contrataban, iba a tu casa pero nunca sabías qué iba a pasar pero en algún momento sucedía. Y eso cautivaba al público”, cuenta Daro.

Quienes le conocieron cuenta que generaba mucha alegría entre la gente, que lo veía como una persona más, parecida a ellxs mismxs. Él lo había logrado, era posible cumplir tu sueño, era real y posible. Pero también era único. Para Daro, “la cercanía al ciudadanx común le jugó a favor, te lo cruzabas en la calle y era un tipo común. La muerte le jugó a favor de su fama se puede decir, como tantos artistas que llegaron mucho más lejos luego de morir. De todas maneras, yo tengo la teoría de que hoy, si viviera sería más famoso de lo que es”.

“Conga, conga, conga, los chicos bailan conga”

“Fabián es un personaje de la vida misma, dentro y fuera del escenario y más allá de eso. Quienes lo conocieron lo nombran como una buena persona, dicen que tenía un ángel especial y no era para cantar sino para llegar a la gente y tocar una fibra muy honda. Lo contrataban para casamientos, 15, cumples, ha sido telonero en algunos bailes también. La gente se divertía con él, con su show, no tenía que ver con la burla, querían salir con él, ser parte de eso, lo veían como uno más pero llegó a ser extraordinario”, expresa el director del documental.

A Daro le han llegado mensajes con diversos homenajes de las canciones de Fabián, no solo desde el cuarteto, sino también desde el metal, dj, entre otros. Y dice que es como una especie de Gilda local.

“La propuesta del docu está marcada por mi propia vida y es mi visión sobre él. Habla mucho de tirarse a la pileta, hacer lo que amás y no dejarse frenar por las circunstancias de la vida. Es un proyecto muy musical, no tiene una cronología de su carrera, ni está enfocado en el cuarteto, si bien me centro en su vida, no está pensado como una biografía. Hago un seguimiento de su corta y extraña carrera artística, empieza a cantar con un choque y termina con un choque. Hay frases que dijeron de él y que él dijo. Y hay mucho de lo que la gente quiere: verlo en el escenario, hay videos inéditos y videos caseros. La crónica está cruzada con un cuento infantil animado de mi autoría, que habla de él a la vez que es una metáfora. En un pueblo ficticio, de la nada misma llega un forastero, pero no quiero spoilear más”.

Hoy celebran el estreno del documental que tan cuesta arriba se les hizo, mientras siguen buscando un circuito de proyecciones en salas no comerciales, en centros culturales. Tiene previsto llegar a fines de febrero a la ciudad de Córdoba y llegar a otros destinos hasta arribar a las plataformas digitales y/o festivales. “Lo que van a ver tiene una impronta de cómo hacemos cine nosotrxs, con respecto a las tomas, a la puesta de cámara, el enfoque de las preguntas. Tiene mucho de tener que solucionar cosas con lo que tenemos y a veces es difícil y negativo pero por otro lado, implica una creatividad mayor: solucionar algo que no tenías previsto y termina quedando algo mejor. Ojalá lo disfruten”.

Un documental homenaje y convite a conocer a Fabián Show más allá de los memes, acercarnos a la vida de este artista que tan presente está en las redes. Una propuesta para entrar, desde los relatos locales de los pueblos y la cultura popular, en los bordes y desbordes que recorrió la figura de él y sus performance.

Ficha Técnica
Director, Editor Y Guión: Daro Ceballos
Jefa De Producción: Vanina Le Roux
Asistencia De Producción: Mariel Garcia, Paula Tissera, Cecilia Audisio Y Gaston Guerini
Dirección De Fotografía: Ezequiel Matcovich
Asistencia De Fotografía: Nicolas Farabolini
Operadores De Cámara: Daro Ceballos, Esteban Lepori, Julio Albil, Ezequiel Matcovich
Piloto De Drone: Agustin Devani
Música Original: Santa Poderosa
Instrumentistas: Gustavo Rodriguez, Cesar Seppey, Karim Hid, Aries La Rebelión Y Santa Poderosa
Mezcla Y Master: Matias Perez
Animación: Pablo Matos
Dirección De Sonido: Javier Iván Cano
Sonido Directo: Lucila Gramet Y Stefano Lopez
Dirección De Arte: Santiago Oliva Y Belén Canavoso
Diseño Gráfico Y Póster: Gino Richetta
Social Media: Viky Habegger
Backstage Foto Y Video: Pato Mercado Y Joaquín Fuertes

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