“Este acuerdo no contempla restricciones que posterguen nuestro desarrollo”, explicó esta mañana Alberto Fernández en un mensaje grabado desde Olivos en el que finalmente anunció que el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) llegaron a un entendimiento luego de dos años de negociaciones. A través de un escueto discurso, el Presidente dió a conocer las líneas generales de los compromisos que asumirá el país con el organismo, ninguno de los cuales, dijo, condiciona las metas de crecimiento ni el plan de recuperación económica previstas para los próximos años. El acuerdo “no restringe, no limita ni condiciona los derechos de nuestros jubilados que recuperamos en el año 2020, no nos obliga a una reforma laboral, promueve nuestra inversión en obra pública y no nos impone llegar a un déficit cero”, describió.
“Este entendimiento prevé sostener la recuperación económica ya iniciada. Prevé que no habrá caída del gasto real y sí un aumento en la inversión de obra pública del Gobierno Nacional. Tampoco dispone saltos devaluatorios”, especificó Fernández y aclaró que, precisamente gracias al acuerdo, el país podrá “acceder a nuevos financiamientos” tanto del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como del Banco Mundial y otros organismos multilaterales de crédito.
“Teníamos una deuda impagable que nos dejaba sin presente ni futuro, y ahora tenemos un acuerdo razonable que nos va a permitir crecer y cumplir con nuestras obligaciones a través de nuestro crecimiento”, dijo el Presidente en el tramo más político del discurso, en el que además se ocupó de despejar los trascendidos sobre la posibilidad de que el país entrara en un supuesto default por presiones de sectores del propio Frente de Todos: “Sin el acuerdo, las posibilidades comerciales económicas y de financiación que nuestra Nación necesita estarían seriamente limitadas”.
Más tarde, el ministro de Economía, Martín Guzmán, fue el encargado de brindar mayores detalles sobre el acuerdo, en una conferencia de prensa desde la Rosada junto al jefe de Gabinete, Juan Manzur. Guzmán especificó que la Argentina firmó un “programa de facilidades extendidas” para refinanciar su deuda con el FMI, distinto del crédito “Stand By” que firmó el expresidente Mauricio Macri en 2018 por 57 mil millones de dólares, de los cuales el país recibió 44 mil millones. «Nunca estuvo en discusión que lo que se estaba negociando era un programa de facilidades extendidas. Es para refinanciar los vencimientos del programa ‘Stand By’ que llevó a cabo el Gobierno anterior. Dos años y medio es la duración del programa y son diez revisiones», explicó Guzmán.
Si bien el ministro fue enfático a la hora de resaltar que el acuerdo no implica un ajuste, consideró también que se trata de un «camino transitable» para el país, que sirve apenas para evitar una posible crisis mayor. «Esta alternativa permite dar más previsibilidad, más certidumbre y salir de un lugar que hubiese sido claramente de angustia para millones de argentinas y argentinos. Es una alternativa que es la razonable, se llegó al mejor acuerdo que se podía lograr», dijo.
En concreto, Argentina financiará su deuda con el FMI mediante derechos especiales de giro (DEG), que permitirán cubrir todos los vencimientos que faltan del programa «Stand By» de 2018, incluyendo el pago de 731 millones de dólares de capital que vencían hoy mismo. Es decir, el Fondo aportará un nuevo préstamo para pagar la propia deuda vigente. Para poder afrontarla, el país combinará «un rol moderadamente expansivo» del Estado sobre la economía con metas de reducción gradual del déficit, dijo Guzmán. Se espera que para este año el déficit primario se mantenga tal como estaba previsto, en un 2,5 por ciento, que se iría reduciendo progresivamente hasta el 0,9 por ciento del PBI en 2024.
Guzmán, además, resaltó “no habrá salto devaluatorio”, es decir que el Fondo no exigió mantener un control excesivo sobre el tipo de cambio, pese a las presiones del sector exportador interno y las propias expectativas de los emisarios.
En resumen, el país asumirá un nuevo crédito para pagar su deuda con el Fondo, con condiciones más flexibles que las que estaban vigentes y evitando realizar un ajuste brutal sobre la economía que condicione la reelección del Frente de Todos en 2023.
«Lo único que pedíamos es que la Argentina pueda seguir creciendo», sostuvo por su parte Juan Manzur, luego de haber disparado contra Macri por haber «endeudado irresponsablemente a la Argentina», e insistió en que «la deuda es una tragedia para la Argentina, por su magnitud».
“Es la primera vez en la historia que un país logra un acuerdo con estas condiciones con el Fondo, que permiten crecer, lo que nos permite darle una mayor estabilidad a la economía”, dijo, más efusiva, la vocera presidencial, Gabriela Cerruti.
La letra chica del acuerdo se conocerá en las próximas horas, cuando la Rosada envíe el proyecto de ley con todos los detalles para ser debatido en ambas cámaras del Congreso, en el que la oposición será el convidado de piedra. A propósito, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, escribió en su cuenta de Twitter que “el acuerdo con el FMI es una muy buena noticia para el país. Frente al problema de la deuda heredada se brinda una solución que genera confianza. Pudimos defender nuestra prioridad que es la reactivación económica, lo que permite seguir el camino de recuperación y crecimiento”.
Otras voces
Una vez anunciado el acuerdo, distintos funcionarios y dirigentes del Frente de Todos salieron a respaldar la decisión del presidente. El ex intendente de Hurlingham y actual ministro de Desarrollo Social, Juanchi Zabaleta, dijo que se trata de “un acuerdo razonable que nos permite crecer y seguir en el camino de la recuperación económica y la creación de empleo. La historia juzgará quién creó el problema y quién lo resolvió”.
Por su parte, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Daniel Filmus, aseguró que “es una gran noticia para la Argentina porque permite continuar la senda del crecimiento, no significa ajuste en las políticas sociales y respeta nuestros planes de inversión en Ciencia y Tecnología”.
“Teníamos una deuda impagable que nos dejaba sin presente ni futuro. Ahora tenemos un acuerdo razonable que nos va a permitir seguir creciendo. El objetivo del presidente es claro: ordenar las cuentas reafirmando nuestro compromiso con las políticas de justicia social”, subrayó el canciller Santiago Cafiero.
“El acuerdo con el FMI es un aspecto importante de la política económica, pero no debe ni puede ser la totalidad. No consideramos que haya un ‘buen acuerdo’ porque este endeudamiento es en sí mismo un condicionante negativo para la Argentina y probablemente lo sea por mucho años”, dijo el diputado nacional y economista Itai Hagman. “Llegamos a esta negociación arrinconados por un Fondo Monetario inflexible, consciente de su poder de daño con el default, y una oposición irresponsable que boicoteo la negociación en cada momento y busca llevar a la Argentina a una nueva crisis. Todos, aun quienes tenemos serias dudas de que el acuerdo lo permita, esperamos que este arreglo nos de al menos unos años de paz para lograr que el crecimiento económico se sostenga y sobre todo que llegue a la gente”, agregó.
Desde la oposición, que deberá sentarse en ambas Cámaras para votar el acuerdo, reinaba esta mañana la prudencia. El único economista de peso que alzó la voz fue el flamante diputado Martín Tetaz. “Por mas que lo nieguen el presidente y el ministro hay un ajuste fiscal y monetario que, paradójicamente, planea llegar en 2024 a los mismos niveles de deficit y emisión que había en 2019”, criticó.
Desde las organizaciones sociales hubo apoyo mayoritario al acuerdo, aunque hubo también voces críticas con el Fondo. “Acompañamos el acuerdo que luego de mucho trabajo y compromiso en la defensa de los intereses de todos los argentinos han logrado nuestro presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía Martín Guzmán con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Este acuerdo implica para nuestro país no comprometer su desarrollo futuro ni interrumpir la importante recuperación económica que se viene sosteniendo a pesar del enorme daño generado por la pandemia del covid y por las políticas neoliberales llevadas a cabo durante los cuatro años del gobierno de Mauricio Macri”, dijeron esta mañana desde Somos Barrios de Pie, mediante un comunicado.
“Sabemos lo que significa el FMI para nuestra economía. La deuda es con el pueblo y con las generaciones que hipoteca una deuda que no pidieron ni tomaron. Más del 60% de niños, niñas y adolescentes pobres en Argentina. Hay que avanzar con la deuda con el pueblo. Hay que avanzar con un salario básico universal. Hay que dar certidumbre a quienes vienen haciendo sacrificios hace años”, dijo por su parte la secretaria adjunta de la UTEP y vocera nacional del Frente Popular Darío Santillán, Dina Sánchez.
