«La posibilidad real de un conflicto armado entre Ucrania y Rusia es nula»

🇷🇺🇺🇦 · El periodista e investigador Ignacio Hutin analiza las tensiones entre ambos países y señala: "Si Rusia atacara Ucrania y la OTAN respondiera habría una guerra abierta entre ambos. No pasó en la guerra fría y no va a pasar ahora"

Suenan tambores de guerra en la Europa oriental. Entre el recuerdo de la Guerra Fría y un teatro de operaciones global que rememora a la crisis de los misiles, en la frontera de Ucrania se define una pulseada geopolítica donde entran en tensión los intereses de la Federación Rusa y la Unión Europea.

La escalada no es nueva y la definición de su inicio es toda una decisión política. La caída del muro de Berlín; el envenenamiento del expresidente ucraniano Víktor Yúschenko; los levantamientos contra el exmandatario Víktor Yanucovich; el acercamiento de Ucrania a la Unión Europea; la anexión por parte de Rusia de la estratégica región de Crimea; los grupos fascistas en la calle blandiendo la unidad nacional ucraniana o los levantamientos pro-rusos en Donestk y Lugansk.

Lo cierto es que la movilización de tropas rusas a sus fronteras occidentales, sumadas al despliegue de fuerzas de Vladimir Putin en el territorio de su histórico aliado Bielorrusia, encendieron las alarmas en la comunidad internacional que ya respondió respaldando al Gobierno ucraniano e incluso garantizando el envío de armas a Kiev.

«Rusia comenzó a movilizar tropas en noviembre. En ese momento declaró que era en respuesta a una serie de ejercicios militares que estaba realizando la OTAN en el Mar Negro», explica Ignacio Hutin, periodista, investigador y autor de dos libros sobre la situación de Ucrania. «Como Rusia considera a Crimea como parte de su territorio, consideraba a estos ejercicios como una amenaza y decidió movilizar tropas hasta alcanzar los 100 mil hombres que tiene hoy en su frontera».

La excusa de los ejercicios militares en el Mar Negro fue solo la evidencia de las reyertas que se prolongan en la zona hace años pero no el motivo de fondo de las tensiones. Para Hutin, la explicación a la creciente conflictividad debe buscarse en dos eventos: el cambio constitucional ucraniano de 2019 (que la obliga a tomar acciones para acercarse a la OTAN); y las protestas de 2020 en Bielorrusia, aliado ruso de gran magnitud que debió enfrentar movilizaciones contra su presidente, Aleksandr Lukashenko.

Con la caída la Unión Soviética se puso fin a una estructura institucional pero no a un equilibrio político regional. Las exrepúblicas socialistas y soviéticas permanecieron bajo la égida militar, económica y política de la naciente Federación Rusa. Pero recientemente, Putin ha visto como varios de sus aliados se alejaban de su órbita: Georgia, Ucrania y la emergencia de una creciente crisis en Bielorrusia. Espacios estratégicos que fungen como tercer país «seguro» entre Rusia y las fronteras de la OTAN.

En territorio ucraniano, la población continúa dividada. En 2014, con la caída del presidente Yanukovich y la explosión de la crisis, se levantaron en armas dos sectores: por un lado grupos nacionalistas y de ultra-derecha en el occidente del país, que conformaron agrupaciones paramilitares en un contexto de extrema fragilidad del ejército ucraniano. Del otro lado, en el oriente ucraniano también se alzaron en armas y proclamaron la independencia de dos repúblicas: Donetsk y Lugansk.

Respecto a la adhesión a las posiciones que promueven la integración ucraniana a la Unión Europea, Hutin señala que la población se encuentra dividida casi en dos mitades. «Sin embargo, esa incorporación no va a pasar. Ucrania es el país más pobre de Europa en términos relativos y además es un país en guerra. ¿Por qué la OTAN incorporaría un país en guerra? Si Ucrania es miembro de la OTAN, como coalición militar debería intervenir contra Rusia. Eso no va a pasar».

Finalmente cabe entonces preguntarse: ¿qué posibilidad real hay de que se presente un conflicto armado entre Ucrania y Rusia? «Nula. No va a pasar de ninguna forma. Estos ejercicios militares son simplemente un chantaje, una forma de medirse. Rusia no va a atacar a Ucrania en forma abierta y expuesta. Lo que puede pasar es que aporte dinero y armas a los grupos insurgentes en el oriente, pero eso no es ninguna novedad y viene pasando desde 2014», señala Hutin. «Si Rusia atacara Ucrania y la OTAN respondiera habría una guerra abierta entre ambos: la UE con muchísimo dinero y armamento y Rusia con el principal arsenal nuclear del mundo. Si no pasó en la Guerra Fría no va a pasar ahora», concluye el analista.

Compartí

Comentarios

Yair Cybel

Una vez abrazó al Diego y le dijo que lo quería mucho. Fútbol, asado, cumbia y punk rock. Periodista e investigador. Trabajó en TeleSUR, HispanTV y AM750. Desde hace 8 años le pone cabeza y corazón a El Grito del Sur. Actualmente también labura en CELAG y aporta en campañas electorales en Latinoamérica.