La Argentina es uno de los países con mayor porcentaje de vacunados en todo el mundo. El 84,7 por ciento de la población cuenta con al menos una dosis y el 73,1 ya recibió el esquema completo de dos dosis. Sin embargo, si se observa por rango etario, el panorama no es tan alentador entre los menores de 18 años: actualmente, solo el 63,1 por ciento de la franja entre 12 y 17 tiene las dos dosis aplicadas; mientras que, entre los 3 y 11 años, apenas el 41,6 por ciento tiene el esquema completo (y el 65,4 recibió la primera dosis).
El hecho de que un 60 por ciento de la población pediátrica no se encuentre totalmente protegida contra el coronavirus prendió las alarmas, puesto que la tercera ola de Covid-19 bate cada día los récords de contagios y los hospitales infantiles registraron un fuerte incremento de pacientes internados. En el caso del Garrahan, se cuadruplicaron las internaciones en el lapso de dos semanas (de 15 a 55 entre el 20 de diciembre y el 4 de enero) y se vieron obligados a abrir una tercera sala de internación. Lejos de creer que se trata en su mayoría de cuadros leves, la principal novedad es que también se triplicó la cantidad de niños y niñas con respirador en la sala destinada a Covid.
«Ayer la Ciudad de Buenos Aires manifestó que hay un incremento de casos de niños entre 3 y 11 años; es tan rápido el crecimiento que todavía no tenemos una conclusión pero sí se está notando un crecimiento en estos grupos que son los que tienen un porcentaje más bajo de vacunación», dijo este jueves la jefa de Gabinete del Ministerio de Salud, Sonia Terragona, en declaraciones a Radio Urbana Play. La positividad en este grupo etario llegó al 20 por ciento durante las últimas semanas.
Ángela Gentile, jefa de epidemiología en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, señaló a El Grito del Sur que «se van incrementando los contagios de niños y adolescentes -que aún son bajos en relación a los adultos- porque los porcentajes de vacunación son bajos, lo cual implica que el virus encuentra más posibilidades de poder transmitirse efectivamente».
La creciente presión sobre el sistema de salud se replica en otros establecimientos sanitarios del país, como el Hospital de Niños de Córdoba donde ya están ocupadas el 100 por ciento de las camas. El fenómeno es de carácter mundial: en los Estados Unidos, por ejemplo, a lo largo de diciembre se cuadruplicó el número de niños y niñas que ingresaron a los hospitales pediátricos de Nueva York. En esta ciudad, que posee una de las tasas de vacunación más altas del país, solo cerca del 40 por ciento de los niños de entre 5 y 17 años están inoculados.
«La curva de contagios en Argentina está teniendo características totalmente diferentes a la segunda ola porque esta variante -debido a las mutaciones en la espiga, que son más de 30- tiene una altísima transmisibilidad con un R0 (ritmo de reproducción) mucho mayor que la cepa original de Wuhan o incluso con Delta. Esto provoca que las curvas sean de crecimiento exponencial con un pico muy agudo, pero también cuando baje va a ser en forma muy aguda», planteó Ángela Gentile. «Esta variante se caracteriza por generar casos más leves o moderados: en relación al número de casos, hay poca ocupación de terapia intensiva -agregó la especialista- Sin embargo, hay que estar atentos porque tenemos un alto porcentaje en el país con una sola dosis o ninguna. El virus circula mejor entre los no vacunados o los no completamente vacunados».
