«Las sanciones occidentales fortalecen la alianza entre Rusia y China»

🧐 Juan Battaleme, profesor de Relaciones Internacionales UBA-UCEMA, analizó las dimensiones del conflicto armado, las similitudes y diferencias con la época de la Guerra Fría, y las claves para encauzar el diálogo entre las partes involucradas.

El dinamismo de los sucesos en Ucrania revela dos caras: de las armas a la negociación se puede virar en cuestión de segundos. Y viceversa también. Lo cierto es que las tropas rusas asedian Kiev y la OTAN decidió desplegar sus fuerzas como respuesta rápida. En un conflicto de esta escala no hay medias tintas y los actores deben tomar decisiones que por lo general no admiten premeditación.

En diálogo con El Grito del Sur, Juan Battaleme -profesor de Relaciones Internacionales UBA/UCEMA- señaló que hoy «Ucrania es un punto de tensión entre dos imperios: el imperio liberal-occidental-europeo-norteamericano y los remanentes del imperio ruso-soviético». «A Rusia no le interesa tener una guerra civil en su periferia. El objetivo político de la operación militar es que Ucrania no cambie de esfera de influencia», agregó. El especialista analizó las dimensiones del conflicto armado, las similitudes y diferencias con la época de la Guerra Fría, y las claves para encauzar nuevamente el diálogo entre las partes involucradas.

¿Qué tipo de conflictos emergen y se entremezclan en la intervención militar que Rusia lleva a cabo sobre Ucrania?

En primer lugar, desde 2014 comenzó una guerra civil en la región del Donetsk y Luhansk entre el gobierno ucraniano y los separatistas. Al 2021, ese conflicto ya se cobró 14 mil vidas. La segunda cuestión comenzó con la anexión de Crimea también en 2014, que genera un nuevo statu quo territorial y provoca una situación de tensión constante. Ucrania tuvo que ceder territorio y rendirse. Finalmente, hay que decir que Ucrania es un punto de tensión entre dos imperios: el imperio liberal-occidental-europeo-norteamericano y los remanentes del imperio ruso-soviético. Es lógico que haya fricción.

¿Qué balance hacés de la estrategia militar desplegada por el gobierno ruso hasta el momento? ¿Qué objetivos hay detrás?

Hoy está mucho más claro que desembarcaron con el objetivo de lograr un cambio de régimen. Toda operación de este tipo incluye una pata de ocupación; sin embargo, no veo a Rusia actuando como fuerza de ocupación en una situación similar a la que uno podría encontrar entre Estados Unidos e Irak en el año 2003. A Rusia no le interesa tener una guerra civil en su periferia. El objetivo político de la operación militar es que Ucrania no cambie de esfera de influencia.

¿Cuáles serían las consecuencias de que, por un lado, Rusia logre cercar Kiev y, por el otro, la OTAN despliegue más tropas en el este de Europa?

En cierto sentido, esto crea un muro invisible porque los dos ejércitos van a estar mirándose en un contexto de aumento de la desconfianza de cara a los próximos años. Sin embargo, yo creo que la parte económica va a dar mucha dinámica a esa región: lo que va a haber es una nueva paz armada. Se trata de una situación en que los Estados tienen múltiples desconfianzas y van a estacionar fuerzas militares, pero difícilmente se enfrenten en un conflicto militar directo por las consecuencias nucleares.

Juan Battaleme: «Esto crea un muro invisible porque los dos ejércitos van a estar mirándose en un contexto de aumento de la desconfianza de cara a los próximos años». Fotos: Fernando Calzada / DEF

¿Por qué se recrea una mentalidad de Guerra Fría en pleno siglo XXI? ¿Qué similitudes y diferencias encontrás con aquella época?

Ésta no es una época de muros, sino de relaciones interdependientes principalmente en los flujos financieros y energéticos. En segundo lugar, el ámbito digital cambió muchísimo las cosas: los chinos saben lo que sucede en el ámbito occidental y viceversa. De ahí la relevancia de las operaciones de desinformación. Ahí hay una diferencia con lo que ocurría durante la Guerra Fría. En cuanto a las similitudes, hay un enfrentamiento político -entre autocracias y democracias- y el siglo XXI va a tener un rasgo mucho más militarizado justamente por la modernización de las fuerzas nucleares y la transformación tecnológica. 

¿Qué factores podrían facilitar una resolución del conflicto por la vía diplomática?

La invasión destrabó parte del conflicto y creó una situación de hecho consumado. Ahora Occidente deberá volver a negociar con Rusia. Siguiendo el pensamiento de Brzezinski, puedo decir que las sanciones norteamericanas y europeas no radicalizan a Rusia, sino que le hacen más fácil y justificable su alianza creciente con China. El hecho de que se asiente un orden de contrabalance.

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Sebastián Furlong

Licenciado y profesor en Ciencias de la Comunicación (UBA). Retrato periodísticamente el conurbano y la ciudad de la furia. Agenda popular y política para analizar la realidad y aportar al quehacer colectivo.