El Maratea gate y la «militancia» en redes: que la sigan clickeando

❤️‍🔥 Con los incendios en Corrientes y la solidaridad monetaria instantánea, el debate se volvió a abrir para cuestionar tanto la función del Estado como la “organización” individual a través de stories de Instagram y links de Mercado Pago.

El Maratea Gate, la función del Estado, la diferencia con el Gobierno, la guita que llueve para apagar una de las catástrofes más grandes del país y el cuestionamiento de quién te salva, son los tópicos que merodeaban en las redes sociales y en la mayoría de los grupos de Whatsapp. 

Con los incendios en Corrientes y la solidaridad monetaria instantánea y millonaria, el debate se volvió a abrir para cuestionar tanto la función del Estado como el rol del Gobierno y la “organización” individual a través de stories de Instagram y links de Mercado Pago. Por eso es que venimos a profundizar sobre estos hechos y qué es lo que genera en la gente. Aunque no se trata más que de poner en jaque la solidaridad líquida y la comunicación política. 

¿Cuál es el dramón de todo esto? Es que no se trata de si Santi Maratea sí, o si este joven no. El influencer recaudó en pocas horas una suma de 100 millones de pesos vía Mercado Pago y stories de Instagram para ayudar a apagar el incendio de Corrientes. La veracidad de ese dinero, cómo entra, cómo sale, a quién va, y quién pone semejante cantidad de plata, sólo queda al criterio de cada uno y no sabremos cuándo se esclarecerá el dato que muy pocos esperamos. ¿Y esa guita a quién se la da? 

Bien sabemos que las problemáticas ambientales cada día empapan (paradójicamente) nuestra agenda política y, por lo tanto, la forma de ver a cada gobierno y a las políticas implementadas (o no). Hace no mucho, se volvió a caer la posibilidad de la votación de la Ley de Humedales por falta de quórum en el Congreso de la Nación. Por lo tanto, evidentemente esto no es de la nada, sino que tiene un origen bien marcado: es que los incendios, provocados o no, la muerte del 100% de los animales de algunas partes de las provincias, y la alta falta de recursos para poder solucionar estos problemas, no radica en una falta de voluntad sino también en cómo está constituida nuestra forma de gobierno a través de la división de poderes, que genera una inmovilidad de la implementación de políticas preventivas y de accionar a incendios, sequías, etc. 

Me es inevitable pensar, a su vez, en la falta de derechos laborales o condiciones favorables de trabajo a quienes se encargan en este caso: los bomberos voluntarios, los trabajadores de la tierra debido a la falta de plata, políticas, proyectos, en cada una de las provincias. 

Últimamente, y dentro de los sectores que más apoyan, sponsorean al influencer, difunden sus campañas o incluso comparan su accionar con la función del Estado, existe una resonancia constante de “todos los políticos son iguales”, “te salva Santi Maratea” y “que sea Presidente”, poniendo en conjugación también la urgencia de un recambio en la función del Estado como máximo responsable de lo ocurrido. Pero, sin pecar de conspirativos, ¿y esa guita de donde sale? Por fuera de la cantidad enorme de dinero, también debemos analizar toda la problemática actual y sobre todo sus consecuencias. 

Ninguna catástrofe ambiental, desigualdad social, política o laboral, se soluciona con una vez poniendo guita y desentendiéndose. Entiendo que igualmente aporta a la solución inmediata, pero ¿qué viene después? Porque sostenemos modelos de salvataje, sabiendo que existen políticas públicas a largo plazo, de inversión, trabajo y construcción, y sin embargo, nos seguimos encargando de defenestrar a todo lo que se asemeje a la política en un contexto en donde únicamente podemos hacer o lo que hacemos, gracias a la política. 

El Servicio Nacional de Manejo de Fuego destinó alrededor de cuatro mil millones de pesos en 2022 encabezado por el Poder Ejecutivo de la Nación, sumándole el aumento del Presupuesto 2022 de 6.600 millones destinados a la compra de aviones hidrantes, autobombas y equipamiento para apagar incendios, que Juntos por el Cambio rechazó abiertamente en la votación; espacio donde Horacio Rodríguez Larreta y el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, forman parte. Remito a Horacio porque se jactó de twittear la indignación y el apoyo a lo sucedido en la provincia en cuestión. 

Entonces, si el Gobierno destina, distribuye y reconstruye políticas rechazadas por el macrismo, que son los mismos que defienden la ineficacia del Estado (no del Gobierno solamente, sino de la institución del Estado como tal), el debate pasa por otro lado. Es inviable poder sostener un binomio en el cual se soslayan dos conceptos totalmente opuestos. Ya no se pone en juego si la solidaridad líquida está bien o mal, sino en poder entender la diferencia de roles y todo lo que eso implica. A ver, si el Gobierno nacional sostiene que el aporte solidario a las grandes fortunas es una de la medidas económicas que generan mejoras en las condiciones de vida, recaudando alrededor de 250.000 millones de pesos, ¿por qué los mismos que se oponen a esta medida son los que después terminan dándole 2 palos a Santi Maratea? 

Es evidente que lo que los mueve no es las mejoras ambientales, la construcción de un país mejor, la mejora en la condiciones de vida y de trabajo de los lugares en los que están ocurriendo esta cuestiones, sino el elevamiento de una imagen salvadora que recae en un influencer con deseos ostentosos y desinteresados por el bien común, que radica en la idea de que la individualización es la única fuente sustentable a la hora de poder solucionar problema. No es decir que no funcionó, sino entender como todo hecho social, el trasfondo de la interpelación de cada una de las personas. 

Reiteramos, que no se sepa lo que hace el Gobierno, las funciones del Estado, los procesos burocráticos, las relaciones internacionales, no quiere decir que 100 millones solucionen la injusticia ambiental, la falta de presupuesto, la intolerancia política, la falta de acuerdo económico y la inevitable atomización de un pueblo. Creer que quienes nos cuestionamos las formas de solución de problemas encabezada por una historia de Instagram es porque nada nos viene bien, es un pensamiento pobre, mediocre y tibio. Quienes no tengan ganas de cuestionar las formas de construcción de la sociedad, quienes no tengan ganas de creer en un país sustentable y a largo plazo, que sigan clickeando.

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