Hay al menos 20 muertos en la Provincia de Buenos Aires por el consumo de cocaína envenenada, pero las autoridades estiman que podrían ser muchos más. ¿La causa? El sistema de salud, el Estado y un historial de décadas de políticas punitivas hacen que muchos de los usuarios de drogas prefieran no acercarse al hospital. La segregación, el miedo a la mirada estigmatizante y patologizadora o la criminalización del consumo y sus represalias penales generan un cóctel explosivo.
La muerte de al menos dos decenas de pibes y pibas del Conurbano es una fatídica consecuencia de la política que trata a usuarios como si fueran criminales, que aborda las drogas como un problema de seguridad y no de salud y que basa su estrategia en una mirada obsoleta que fracasó en toda la región: la guerra contra el narcotráfico. ¿Por qué podemos decir que estas muertes son consecuencia de una política prohibicionista?
«El mercado de sustancias ilegales aparece en el momento que se prohíbe la sustancia. Pasa con cualquier cosa, pero si hablamos de sustancias altamente demandadas -como pueden ser el cannabis, el éxtasis o la cocaína- se generan mercados enormes, de muchísima magnitud y dinero y controlados por el crimen organizado», explicó a El Grito del Sur Pato Liddle, economista e integrante de la Asociación de Reducción de Daños de la Argentina (ARDA). «La calidad de la sustancia y lo que sucede en la cadena productiva de las mismas están 100 por ciento en manos del crimen organizado».
El enfoque punitivo que hegemoniza las políticas del Estado en materia de drogas refuerza esta situación. «Lo que estamos viendo es la combinación de un mercado manejado por el crimen organizado y un Estado que se acerca al problema solamente desde un enfoque punitivo», agregó Liddle, quien además conduce el programa Ojo que son flores, por el canal de Twitch En El Aire.
En el día de ayer, al conocerse la noticia, numerosos funcionarios provinciales intentaron visibilizar el tema y tomar acciones desde un enfoque alternativo. “Quienes compraron droga en estas últimas 24 horas tienen que descartarla”, señaló el secretario de Seguridad bonaerense, Sergio Berni. El Ministerio de Salud provincial también emitió una alerta, denunciando la situación y sugiriendo los pasos a seguir en caso de haber consumido la cocaína adulterada. «Es un reconocimiento de que hay miles de usuarios de sustancias. Se comunicaron los síntomas y las recomendaciones. Le doy mucho valor a esa perspectiva», señaló Liddle.
«En las discusiones de drogas basadas en prejuicios se supone que todas las personas usuarias son adictas. Eso no se corresponde con la información estadística disponible: hoy en día se evidencia que la gran mayoría de las personas que usan drogas -cocaína inclusive- no tienen una relación problemática con esa sustancia», expresó el economista. «En Argentina, el consumo problemático de cocaína ronda el 19 por ciento según las cifras del propio SEDRONAR. Son números similares a los del alcohol u otras sustancias legales. Hay muchísimas personas que utilizan drogas ilegalizadas todos los días y que no necesariamente tienen un consumo problemático», concluyó.
