«Negociar solamente en los marcos del FMI reduce tu abanico de posibilidades»

🗣️ Economista, militante y diputado nacional del Frente de Todos, Itai Hagman habló con El Grito del Sur sobre la renuncia de Máximo Kirchner, la deuda con el Fondo Monetario y el futuro de la coalición gubernamental.

Economista, militante, diputado nacional del Frente de Todos (FdT) y uno de los referentes del Frente Patria Grande. En medio de una semana caliente, Itai Hagman charló en profundidad con El Grito del Sur sobre la renuncia de Máximo Kirchner, la deuda con el Fondo, las alternativas en la negociación y el futuro del FdT.

¿Qué implica el acuerdo anunciado para la economía argentina y cuáles son los condicionamientos a mediano y largo plazo que se desprenden del mismo?

Hay que decir que, formalmente, todavía el acuerdo no está. Lo que hay es un entendimiento que permite acercar posiciones entre lo que planteaba el gobierno argentino y el FMI, pero aún faltan negociar unas cuantas cosas. Hay que tener paciencia porque es un proceso largo: así como fue larga la negociación hasta acá, lo que viene también va a llevar su tiempo. En términos concretos de impacto a mediano y largo plazo, son los inevitables de los acuerdos con el Fondo: un condicionamiento a la política económica. Siempre hay que tener en cuenta que la gran diferencia entre el FMI y un fondo de inversión privado es que con el Fondo Monetario Internacional no solamente discutís los plazos, el capital o la tasa de interés sino también y principalmente un programa económico: cuál es la política fiscal, la política monetaria, etc. Y ese condicionamiento nos va a acompañar mientras dure la deuda, puede ser 10 años o más. Por eso es tan importante remarcar la gravedad de la decisión que tomó Mauricio Macri: la situación humillante en la que está Argentina es a la que nos llevó la decisión de Macri en 2018.

¿Creés que un posible acuerdo implica la legitimación de una deuda que fue reconocida como ilegal y que viola los estatutos del propio FMI?

Obviamente que hacer un acuerdo supone darle legitimidad al acuerdo anterior. Yo tenía dudas de si se podía combinar una estrategia de negociación pragmática -como la que se llevó adelante- con un cuestionamiento, no a la legitimidad de origen, sino a la violación de los propios estatutos del Fondo. Combinar el planteo de la nulidad del acuerdo de Macri en foros internacionales y, por otro lado, negociar. Pero acá hay que hacer un punto: no es que había dos caminos donde uno era repudiar la deuda y el otro negociar. Las dos cosas las ibas a tener que hacer porque la plata la ibas a tener que devolver. Pero lo que podías hacer, si ibas por la otra vía, era generar políticamente condiciones para hacer un acuerdo que trascienda las restricciones que te ponen las reglas del Fondo. Ahí podrías habilitar otra discusión sobre el tema de los plazos, las sobretasas, etc. Pero al negociar solamente en los marcos del FMI tu abanico de posibilidades se resume a esas reglas.

A veces se propone una contradicción entre negociar bajo las reglas del Fondo o ir a un default. ¿Existe un precedente histórico de algo que no se mueva entre estas dos vías que se presentan como antagónicas o determinantes?

En particular con el Fondo no tenemos precedente, pero tampoco hay precedente del crédito que tomó Macri en 2018. El Fondo de hoy no es el de 20 años atrás donde todos los países buscaban tener acuerdos con éste. Al revés: casi ningún país busca tener deuda con el FMI. Ahora, default o acuerdo son dos caminos dentro de sus reglas. Eso es lo perverso, que el Fondo te plantea dos caminos: el default o el acuerdo. No es que hay una solución buena y otra mala, son todas malas y en todo caso la decisión reside en cuál es menos mala. La única solución fuera de esta dicotomía sería el camino de ir por fuera, que no se hizo. ¿Se podría haber hecho? No lo sé, no sé cuál era la viabilidad.

Desde el Frente Patria Grande salieron a respaldar la decisión política de Máximo Kirchner de correrse de la presidencia de Diputados. ¿Cómo lo leés de cara a las negociaciones en curso y a las tensiones que se viven en el Frente de Todos?

Salimos a respaldar la posición política que, más allá de la posición con el Fondo, marca un problema en el funcionamiento de la coalición. Y eso es un tema que todos los sectores deberíamos recepcionar -sobre todos los que tienen mayor responsabilidad-. Yo no creo que haya que estar de acuerdo en todo ni que todas las decisiones que toma un Presidente deban estar sometidas al consenso de toda la coalición, porque sería impracticable. Pero sí creo que en los grandes temas trascendentales el Frente de Todos debería agotar las instancias de diálogo para encontrar una síntesis. Más cuando hablamos de un sector que todos reconocemos como mayoritario dentro de la coalición y que es el que representan Máximo y Cristina. Entonces ahí me parece que hay una falla en el funcionamiento de la coalición sobre la que hay que reflexionar hacia futuro y no me meto en la discusión de quién tiene más culpa porque no conozco los entretelones de las charlas que se dan entre los máximos dirigentes de la coalición, pero sí me parece que es evidente que hay un problema de funcionamiento que tuvo un episodio más de varios.

¿Coincidís con el diagnóstico de que el sector mayoritario -el kirchnerismo- tiene poder de veto pero adolece de la necesaria iniciativa estratégica para instalar o ganar ciertos debates?

Ninguna de las dos cosas. Ni creo que haya poder de veto ni falta de iniciativa política. Sí creo que hay una falla en el funcionamiento de la coalición. Y la discusión no tiene que ser en términos de vetos sino en términos de discutir hasta llegar a una síntesis, que creo que siempre es posible pero que tiene que haber voluntad de todas las partes y comprensión de la importancia de esa síntesis para el funcionamiento de la coalición. No en cada decisión diaria sino en los temas trascendentales que hacen a los principios constitutivos de la coalición. Y no creo que el Frente de Todos tenga que ponerse en riesgo con estas tensiones porque su razón constitutiva no es ésta, su razón fue ganarle a la derecha neoliberal en 2019 y evitar que el neoliberalismo siga gobernando la Argentina. Ese objetivo constitutivo sigue plenamente vigente, porque así como logramos ganarle a Macri ahora tenemos que evitar que vuelva. Y eso le da razón de ser al Frente de Todos más allá de las diferencias que pueda haber.

¿Cuál es la importancia de analizar el préstamo a Macri en términos geopolíticos? ¿Fue una jugada de Estados Unidos para condicionar la política argentina a mediano plazo?

Fue un crédito motivado por razones de tipo político, lo han confirmado muchos funcionarios, incluso el actual presidente del Banco Interamericano de Desarrollo. Había una motivación geopolítica de Estados Unidos de dar este préstamo a Macri porque claramente desde la óptica económica-financiera no tiene ningún tipo de asidero. Esa batalla sigue estando presente porque no lograron sus objetivos, no lograron que Macri siga en el gobierno, no lograron evitar que el peronismo vuelva a gobernar la Argentina y tampoco les fue bien en otros países. No me atrevo a postular que estamos en una segunda ola de gobiernos populares en América Latina, pero sí hay noticias muy alentadoras: a lo de México se suma el triunfo en Perú, en Bolivia, en Chile, está en disputa el gobierno en Colombia. Los cuatro países que fueron la resistencia del neoliberalismo frente a la oleada de gobiernos populares y constituyeron la Alianza del Pacífico -adonde nos quería llevar Macri-, casualmente en tres de esos cuatro países el neoliberalismo fue derrotado y en Colombia veremos qué pasa. Lejos de lograr que en países donde gobernaban proyectos populares volviera la derecha, está pasando lo contrario : donde estuvo la derecha empiezan a ganar fuerzas progresistas o populares. El escenario latinoamericano es favorable para nosotros y no lo es para una política de subordinación a Estados Unidos.

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Yair Cybel

Una vez abrazó al Diego y le dijo que lo quería mucho. Fútbol, asado, cumbia y punk rock. Periodista e investigador. Trabajó en TeleSUR, HispanTV y AM750. Desde hace 8 años le pone cabeza y corazón a El Grito del Sur. Actualmente también labura en CELAG y aporta en campañas electorales en Latinoamérica.