Este lunes y por tercera vez desde que la Policía de la Ciudad asesinara a sangre fría a su hijo Lucas González, Cintia Yanina López (37) intentó quitarse la vida. «La madre de Lucas González se cortó las venas con un cúter. Peca (Héctor), su marido, alcanzó a llevarla al Hospital Mi Pueblo Materno Infantil de Florencio Varela. Mañana a primer hora la trasladaban. Desde ya solicito ayuda para la familia», informó vía Twitter Gregorio Dalbón, abogado de la familia del joven futbolista de 17 años.
«La atención psicológica a los familiares es algo que está pendiente», explica a este medio Roxana Cainzos, madre de Nehuén Rodríguez, joven atropellado y asesinado por una patrulla policial que circulaba a contramano, sin luces y a alta velocidad en el barrio de Parque Patricios. «Son situaciones muy dolorosas en las que toda la familia queda destrozada. A nosotros como padres nos cuesta mucho levantarnos y volver a salir por los demás hijos que tenemos», agrega Roxana, quien dirigió una lucha masiva y prolongada que derivó en la condena de los responsables del asesinato de su hijo. Cintia y «Peca», los padres de Lucas, tienen dos hijos más: una chica de 14 y un varón que acaba de cumplir los 9 años.
«Es terrible lo que está pasando Cintia. Ella estaba reclamando que se cambiara todo el circo que armaron sobre cómo pasaron las cosas y el acompañamiento seguramente fue nulo, como sucede con todas nosotras. El Estado no te da esta posibilidad. Habíamos planteado este tema como uno de los pendientes para la nueva Ley de Violencia Institucional y nosotras señalamos la importancia de un tratamiento psiquiátrico o psicológico para las madres que pasamos por ese dolor -señala Cainzos-. Yo logré levantarme gracias a la salita del barrio y a las organizaciones, porque no encontré un lugar en el hospital. Hay mamás que se tratan en el Ulloa pero es casi imposible conseguir lugares o turnos».
Consultados para esta nota, desde Correpi sostienen otra mirada: señalaron que no van a expresar posición pública sobre el tema pero que se encuentran en las antípodas de exigirle soluciones al mismo Estado que violentó a esa familia. Desde la organización antirrepresiva cuentan con sus propios ámbitos de cuidado y contención, y esperan respuestas del Estado en esta materia.
Por su parte, Dalbón insistió en la ausencia de respuestas estatales para la familia de Lucas. “Sentí acefalía en Argentina para mamás y papás que perdieron a un hijo. Porque Cintia venía avisando, en cada reportaje decía que se quería ir con su hijo”, enfatizó el abogado, quien ya había pedido la remoción del juez que lleva la causa.
Conocida la situación, este martes se informó que Cintia fue trasladada a un hospital psiquiátrico donde se encuentra bajo internación. «No todo el mundo puede pedir ayuda y deberían ponerte un acompañante desde el primer día para salir adelante», agrega Roxana. «Muchos no lo logran: el papá de Nehuen nunca hizo terapia y hoy tampoco está bien. A veces es tanto el dolor que es difícil pedir ayuda».
