8M: La deuda es con nosotrxs

💜 En una nueva jornada de paro feminista y marcha al Congreso, no quedó de lado la oposición al pago de la deuda con el Fondo Monetario Internacional. "Que la paguen los que la fugaron".

Una nueva ola feminista tiñe las calles alrededor del Congreso de verde, violeta, naranja y otros colores del arcoris mientras el glitter se entrevé en caras medio cubiertas con barbijos. Bajo la consigna “La deuda es con nosotras y nosotres. Que la paguen quienes la fugaron”, pasó otro 8M con paro feminista y movilización de los movimientos de mujeres.

La línea A de subte va repleta de mujeres de todas las edades que se bajan en la estación Congreso cantando, pidiendo la absolución de Higui, con pañuelos verdes como vinchas, atados a las mochilas e incluso también a las presillas del pantalón.

“Todavía usamos el pañuelo verde porque simboliza toda la lucha que venimos haciendo y la que tiene que seguir porque por más que el aborto sea legal, hay dificultad para acceder por falta de información o por falta de lugares donde se practique. Así que la lucha continúa en Argentina y Latinoamérica para que se conquiste este derecho para todes”, dice Nadia, de 33 años, que está acompañada por su hermana de 19 años, Micaela.

Fotos: Ale Bona y Julieta Bugacoff

“Es mi primera marcha, estoy muy emocionada”, comenta Micaela, que tiene como capa la bandera bisexual para “luchar por la no invisibilización, para que nos validen, porque somos bisexuales y existimos”. 

“Es muy emocionante venir con mi hermana porque dentro de la familia creo que es la precursora de esta lucha y gracias a ella muchas nos hemos sumado, hemos aprendido y nos hemos criado así”, apunta.

En la semana en la que llega a la Cámara de Diputados la letra del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, los reclamos sobre la deuda externa están también presentes en los carteles y en el discurso central del acto. 

“Volvemos a exigir que la Justicia avance en la causa contra los imputados por la toma de deuda externa y que se difundan los nombres y empresas que se apropiaron de los dólares del préstamo y los fugaron al exterior. En el paraíso feminista no hay lugar para los paraísos fiscales”, leen las oradoras.

Mientras tanto, en Avenida de Mayo al 1200, a pasos de la entrada del Teatro Avenida, el grupo Cuatro, intervenciones gráficas termina de colocar un afiche gigante con una frase de la militante feminista antirracista afroamericana Angela Davis: “El feminismo no es solo una estrategia para superar la opresión basada en el género, sino también contra el racismo, el fascismo y la opresión económica…”.

El grupo compuesto por Lucía Bianchi, Ana Maldonado, Cristina Piffer y Hugo Vidal agregó en el afiche impreso en blanco y negro: “…desobedecer el pago de la deuda que avasalla los cuerpos y territorios”.

Fotos: Ale Bona y Julieta Bugacoff

“Siempre buscamos que la frase que consensuamos dialogue con el contexto, me parece que eso es fundamental cuando se acciona en la calle”, afirma Bianchi en diálogo con El Grito del Sur.

Piffer, por su parte, señala que el colectivo artístico plantea “un feminismo con un sesgo particular, no un feminismo de mujeres blancas, urbanas, sino más amplio”. “Por eso hablamos de racismo, de los fascismos y citamos a una activista de hace muchos años que es importante para marcar que los feminismos no nacieron ayer y pensar también en clase y raza”, agrega.

Maldonado indica que es importante tener presente el acuerdo con el Fondo porque “la deuda es ilegal, ilegítima, odiosa y fraudulenta”. “Todos dicen que no hay que pagarla, pero habría que suspenderla hasta investigar a dónde se fugaron los capitales”, opina.

Como en otras marchas feministas, los carteles hechos de forma casera abundan. “No me digas feliz día”, “nos quisieron quemar y nos volvimos fuego”, “libres y desendeudadas nos queremos” son solo algunos de los mensajes.

Tara Sullivan nació en Estados Unidos y vive en Argentina hace 25 años. A la marcha fue con su hermana y sus amigas, que hablan un tímido español pero llevan en la espalda colgada una caja con la cinta que dice “Frágil” y en el medio un letrero que dice “Masculinidad”. Tara no se queda corta: lleva con palo que tiene en su punta la cabeza de un lobo con una rosa sangrante en su boca y cubierto por un pedazo de tela de corderito”.

“El lobo es todo hombre, toda institución, toda empresa que dice estar aliado en las demandas del feminismo y en las acciones no cumplen. Es lo que las chicas dicen hoy aliados de cartón”, cuenta. Para ella es importante remarcar que “las promesas de equidad no se cumplieron” y que “cada vez que nos ofrecen un ascenso o pagarnos más sigue sin ser con la equidad que nos corresponde”.

Fotos: Ale Bona y Julieta Bugacoff

En la calle, miles de mujeres marchan también con sus hijes de todas las edades. “Vamos coordinando las actividades de cada una para poder venir porque algunas no tienen con quién dejar a sus hijos, otras quieren compartir un poco lo que pasa acá”, dice Cinthia al lado de sus tres amigas y tres niñes.

Una del grupo, Carolina, cuenta que vinieron desde La Matanza, que es complicado trasladarse a Capital. “Y más con infancias”, sostiene. Ellas creen que el Estado debería tener un rol más presente en las tareas de cuidado, que se tiene que considerar a las mujeres como algo más que madres abnegadas. “Porque se generan nuevos espacios, pero lo armamos nosotras mismas, como todo”, agrega Cinthia.

Y también dijo presente una pregunta que se diluye desde el Estado, pero que todavía está en las paredes y gargantas de los feminismos: ¿Dónde está Tehuel de la Torre?

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Ludmila Ferrer

Periodista y Licenciada en Comunicación Social (UBA). Escribe también en Página/12 y sigue más podcasts de los que puede escuchar.