«Existe un vínculo entre las formas de humillación y la idea de hacerse varón»

🗣️ El director de Masculinidades de la Provincia de Buenos Aires, Ariel Sánchez, dialogó con El Grito del Sur tras el caso de violación grupal en Palermo. "La punición castiga pero no repara. Hay que buscar prácticas reparatorias que transformen", sentencia.

Tal vez muy poca gente lo sepa, pero desde la creación del Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires funciona bajo su órbita un área de Masculinidades. Si bien en estos días se viralizó el trabajo que realizan desde la línea de atención telefónica Hablemos, orientada a varones que ejercieron o ejercen violencia, el abanico de intervención es muy amplio y contempla desde la formación hasta el trabajo con paternidades y deudores alimentarios. El Grito del Sur dialogó con Ariel Sánchez, director de Promoción de Masculinidades para la Igualdad de PBA, con el objetivo de conocer en profundidad la tarea que realiza esta área.

La violación en Palermo volvió a encender las luces sobre las prácticas violentas de los grupos de varones. ¿Qué se puede hacer en materia de políticas públicas para abonar al combate de este tipo de violencias?

Desde que se creó la dirección en el Ministerio de las Mujeres de Provincia de Buenos Aires siempre se pensó el enfoque de masculinidades en las políticas de género. Lo pensamos en dos estrategias: una de promoción y prevención, relacionada a campañas, la aplicación de la ESI y la manera en que se forman los mandatos ligados a la masculinidad hegemónica y el vínculo entre las formas de humillación y la idea de hacerse varón en esta sociedad, para desarticular formas de masculinidad dirigidas al riesgo hacia otras personas y construirlas más ligadas a formas de cuidado. Por otro lado, trabajamos sobre una serie de políticas vinculadas a los abordajes integrales en violencia por razones de género, que tiene que ver con el trabajo junto a varones que han sido denunciados por razones de género.

¿Es allí donde se inserta la línea Hablemos, de atención a varones que ejercen o ejercieron violencia?

Ahí estuvimos desarrollando bastantes cosas, entre las que está la línea Hablemos que existe desde hace más de un año en la Provincia y que realiza atención, seguimiento y derivación para varones violentos por razones de géneros. La mayoría son enviados por la Justicia, pero vale aclarar que no compite la estrategia no punitiva de trabajo con varones frente a la responsabilidad civil o penal que esa persona tiene sobre sí mismo. Lo que queremos es generar mayores medidas de protección para las personas que denunciaron: lo ideal es pensar transformaciones en las personas denunciadas y que no sea solamente un trabajo punitivo. Por eso desarrollamos la línea: para hacer una primera escucha. Después también implementamos todo un trabajo de formación a equipos municipales para que tengan espacios de abordaje con varones que ejercen violencia por motivos de géneros. Algunos tienen medidas perimetrales, pero leyendo las denuncias uno sabe que un varón que ejerció violencia vuelve a hacerlo una y otra vez, y hay que pensar estrategias que fortalezcan la salida de la violencia y la transformación de esas prácticas.

Si la línea Hablemos se orienta a varones que han sido denunciados, ¿qué dispositivos se pueden pensar para intervenir en el interín entre las situaciones de violencia y las denuncias que muchas veces tardan en llegar?

Hablemos no es solo para varones judicializados. Como el ejercicio de la violencia no suele reconocerse de manera inmediata, la línea está abierta a que llame cualquiera, incluso otras personas que consulten porque conocen a alguien, otro caso o situación de terceros. Lo cierto es que el 80 por ciento de los llamados que recibimos son de varones que han sido denunciados.

¿Cómo ves la reacción que a veces emerge en ciertos sectores más ligada a una respuesta punitiva o a la lógica del escrache?

Hay una búsqueda que surge enseguida desde lo penal. Es una búsqueda más individualizada, de responsabilidad individual. Hay una ligazón muy profunda entre punición y la idea de hacer justicia. Cuando pensamos en estrategias no punitivas, no estoy diciendo que esa persona no tenga ninguna responsabilidad penal o civil, sino que si no consolidamos algo más allá de esa justicia, siempre va a quedar incompleto. Hacer justicia es también buscar prácticas reparatorias que transformen. La punición castiga pero no necesariamente repara: lo que estamos buscando desde este tipo de perspectivas es reparar y transformar. En el recorrido de todos queriendo matar y no se cuánto, muy pocos se preguntaron qué quería la chica. Hay que evitar que esto vuelva a suceder y por eso hay que buscar estrategias que transformen. La justicia tiene una función, donde se buscará el castigo. Ahora, los que queremos pensar a futuro en formas libres de vivir y que esto no vuelva a suceder, tenemos que buscar otras formas de vida que no tengan que ver con la vulneración o la humillación.

¿Cómo ves la relación entre la necesidad de aprender a construir nuevos vínculos y la ausencia de espacios orientados a varones que puedan dar respuesta a esta demanda?

No creo que haya ausencia, hay espacios de formación y materiales. Creo que tiene que ver con seguir depositando la responsabilidad de cuidado en otras personas. Hoy, que trabajamos con sindicatos y organizaciones, siempre digo que hace falta un compañero varón que se haga cargo de esto. Hay compañeras que eligen asumir una función pedagógica y hay otras que no. Es importante pensar cómo el mandato de masculinidad afecta y vulnera a otras personas: qué riesgos hay para la vida de otras personas y para ellos mismos. Yo creo que es más excusa que otra cosa la idea de que no existen los espacios: existen, están, capaz que hay pocos pero sino hay que formarlos. Hay trayectorias del feminismo, de experiencias políticas de trabajo reflexivo, ni siquiera hay que inventar nada sino recurrir a trayectorias y formas de organización que ya han existido.

¿Qué hay por delante en la agenda de masculinidades de la Provincia?

Primero que quede instalado que en la Provincia de Buenos Aires hay una red de espacios de trabajo con varones, en la línea de construir registros claros. Queremos trabajar con la evaluación de políticas públicas. Y tanto con educación como con salud creemos que es necesario empezar a trabajar el enfoque de masculinidades en las políticas públicas, pensar políticas de salud sexual o acceso a la salud de los varones que no circulan por esos espacios. También hay un proceso muy amplio de registro de deudores alimentarios en la Provincia y vamos a profundizar sobre eso y pensar estrategias para que empiecen a cumplirse las responsabilidades que tienen.

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Yair Cybel

Una vez abrazó al Diego y le dijo que lo quería mucho. Fútbol, asado, cumbia y punk rock. Periodista e investigador. Trabajó en TeleSUR, HispanTV y AM750. Desde hace 8 años le pone cabeza y corazón a El Grito del Sur. Actualmente también labura en CELAG y aporta en campañas electorales en Latinoamérica.