Resistir en medio del horror

💜 El Museo del Holocausto inauguró la muestra #MujeresResistentes, que reúne las historias de catorce mujeres que resistieron al nazismo.

Elsa Rozin tenía apenas 19 años cuando su madre y su hermana mayor fueron deportadas a los campos de concentración del régimen nazi en 1942. Un año después, Elsa se unía a la resistencia para ayudar a escapar a niños judíos que habían quedado huérfanos, pero fue traicionada y llevada a Auschwitz. En enero de 1945, Elsa y cuatro amigas emprendieron la Marcha de la Muerte. “Cuando una se caía, la otra la levantaba -contó su hija, Marcia Rosner-. Las cinco sobrevivieron”. Hoy la historia de Elsa es una de las que se cuentan en la muestra temporal #MujeresResistentes que inaugura este lunes 7 de marzo en el Museo del Holocausto de Buenos Aires y se mantendrá hasta mayo.

La exhibición reúne las historias de catorce mujeres que resistieron al nazismo siendo opositoras políticas, rescatando niños o tomando las armas. “Algunas historias son de las más conocidas, pero otras no y queríamos mostrar que estas mujeres tuvieron distintas modalidades de acción, que hubo paracaidistas, que en general no es un lugar donde se las relata a las mujeres en la historia del Holocausto. Cuando se habla de la resistencia armada, se suele hablar de los hombres”, dijo a este medio Eliana Hamra, coordinadora ejecutiva de Educación del Museo.

Entre las luchadoras están Zivia Lubetkin, que participó en el levantamiento del Gueto de Varsovia y pasó por Argentina en 1967; Sara Fortis, quien a sus 18 años era conocida como “la Kapetenissa (Capitana) Sarika” en la resistencia griega; Roza Robota, que participó de una revuelta en Auschwitz e hizo estallar un crematorio; Masha Bruskina, enfermera del Ejército Rojo asesinada por los nazis y Jana Szenes, quien fue paracaidista y formó parte de la resistencia.

Sara Fortis.

“Tratamos de tener una perspectiva argentina y latinoamericana. Argentina tiene una historia vinculada al Holocausto no solo por la captura de (Adolf) Eichmann (en 1960), sino por la cantidad de sobrevivientes que vinieron al país”, apuntó Brenda Ficher, encargada de Prensa y coordinarora de la muestra junto a Hamra.

Elsa Rozin fue una de esas sobrevivientes que llegaron a la Argentina en 1949. “Se borró el número (del brazo) que solo sabía decir en alemán -contó Marcia, que todavía recuerda la cicatriz y cómo otras personas le pedían a su madre que olvidara lo que había vivido-. Ella se lo borró de la piel, pero jamás de la cabeza”. El número era el 74865. Marcia no lo sabe decir en alemán.

La idea de la exhibición surgió en 2021, cuando Ficher y Hamra decidieron trabajar como eje a las mujeres desde antes hasta el final de la Segunda Guerra Mundial para compartir en las redes sociales del Museo. “Salieron muchas historias y muchísimo material que en español no había. Hay muy poco material en español y con perspectiva de género sobre el Holocausto”, detalló Ficher.

Elsa Rozin

Entre las historias vinculadas a Latinoamerica están las de María Edwards McClure, una trabajadora social chilena que trabajó como enfermera en el hospital judío de Rothschild de París donde ayudó a rescatar alrededor de 60 niños, y la de Aracy Carvalho, trabajadora del Consulado de Brasil en Hamburgo que facilitó visados a familias judías para que lograran escapar de Alemania.

Otras #MujeresResistentes son Emilie Schindler; Irene Spanier (que luego de la guerra emigró a Argentina); Elise Hampel; Sophie Scholl; Janina Nowak y Mildred Fish. También hay una mención especial para las protestas de Rosenstrasse, la primera y única manifestación abierta para evitar las deportaciones en masa desde Alemania encabezadas por mujeres casadas con hombres judíos.

Los actos de solidaridad son fundantes de los vínculos entre mujeres. Hay documentación de que en los campos de concentración eran las mujeres las que se encargaban de mantener rituales y tradiciones para contener a los niños o se organizaban para narrarse recetas de cocina cuando tenían hambre como una estrategia de supervivencia”, agregó Ficher.

Dentro de la sala de la exhibición hay un pequeño panel donde los visitantes pueden dejar un mensaje sobre qué les generó la experiencia. “Las enseñanzas que tiene para dejarnos el Holocausto son varias y no han caducado -aseguró Hamra-. Buscamos inspirar con estas historias para mejorar el mundo y la sociedad que nos rodea y demostrar que eso se puede hacer con pequeñas acciones y desde distintos lugares”.

Compartí

Comentarios

Ludmila Ferrer

Periodista y Licenciada en Comunicación Social (UBA). Escribe también en Página/12 y sigue más podcasts de los que puede escuchar.