Este miércoles, el gobierno de La Rioja realizó un anuncio de vanguardia: la empresa estatal Agrogenética Riojana, un centro de biotecnología, desarrollará aceite de cannabis y lo distribuirá gratuitamente a todos los pacientes inscriptos en el REPROCANN que así lo requieran. La iniciativa busca mejorar la calidad de vida de miles de riojanos y riojanas que padezcan epilepsia refractaria, fibromialgia, glaucoma, cáncer, dolores crónicos o esclerosis múltiple, entre otras enfermedades. El proyecto busca posicionar a la provincia al frente de las investigaciones en la materia y promete abonar a la transformación de la matriz productiva riojana y a la generación de cientos de puestos de trabajo. Para conocer mejor sobre el proyecto de cannabis medicinal riojano, El Grito del Sur se comunicó con Federico Bazán, Ministro de Trabajo, Empleo e Industria de la provincia.
Lanzaron el cannabis medicial riojano. ¿Cómo nace la iniciativa y cuáles son la expectativas?
El miércoles fue muy importante: tres ministros nacionales acompañaron al gobernador y La Rioja pudo ponerse a la vanguardia de lo que consideramos un nuevo eje de desarrollo productivo del país con un foco inicial de atender la demanda de un problema de salud. Una de las actividades fue recorrer los cultivos que ya tiene La Rioja y que cuentan con un grado de avance importante: plantación de viveros, en outdoor, en campo. Nuestra provincia tiene condiciones realmente propicias para el cultivo, además el equipamiento que hemos comprado nos permite afirmar que para el mes de junio vamos a tener ya el aceite de calidad y con trazabilidad para atender la salud pública. Incluso el aceite será ofrecido de forma gratuita y formará parte del plan REMEDIAR. La idea es trabajar de conjunto con universidades, laboratorios e investigaciones sobre la genética para encontrar soluciones específicas.
Empiezan con el aceite, sobre todo orientado a la salud. ¿Hay un horizonte de diversificación productiva?
Creemos que este eje productivo es nuevo pero tiene gran potencial exportador y de mano de obra en la provincia y de generar divisas para el país y la provincia. Tenemos la perspectiva de poder desarrollar el cáñamo, que tiene aplicaciones en diversas industrias: desde la automotriz, el calzado o la textil hasta la farmacéutica. ¿Qué falta para eso? Un marco legal que permita un poco más de lo que estamos haciendo. Tenemos que identificar las necesidades e implicar también a la inversión privada. Nuestro objetivo es que no solo se generen materias primas sino que también se pueda llegar a un grado importante de industrialización . Pero hoy nos circunscribimos a lo que, por ahora, permite la ley. Hay un proyecto votado en el Senado y apoyado por casi todas las fuerzas políticas que ahora debe ser debatido en Diputados.
¿Qué sucede con la «cepa riojana»?
La Rioja presentó la primera cepa terapéutica que se llama CAT-3 y es la primera semilla argentina que está autorizada. Con eso, La Rioja además va a poder ser proveedora para aquellos pacientes que están inscriptos en el REPROCANN. La primera cepa argentina es riojana, aquí nace y es la plataforma para proveer al REPROCAN y ojalá en algún momento a otros proyectos de cannabis.
Para este proyecto tuvieron que adquirir 20 mil semillas. ¿Hay un horizonte de generación e investigación en semillas?
Sí, este trabajo es permanente y lo venimos haciendo desde hace tiempo. Por eso se pudo dar el hecho concreto de la cepa CAT-3. Esto va a requerir alianzas con el sector privado para que se puedan mejorar las genéticas. Lo que se busca es que, según el destino comercial o terapéutico, de esa manera se trabaje la genética.
Jujuy ya desarrolla cannabis y también lo hace San Juan. ¿Cuál es el diferencial de La Rioja en esta nueva iniciativa productiva?
El proyecto de La Rioja es el más integral: comienza desde la genética, plantea una empresa estatal que regule y le permita otorgar know how a los privados. Buscamos evitar errores como los que sucedieron en Uruguay, donde cualquiera produce cualquier cosa. Queremos producir en función de la demanda comercial y para eso vamos a transferir el know how a los privados. Por último, La Rioja tiene condiciones agronómicas ideales para esto, lo que permite producir en invernadero y en exterior.
