Este jueves 26 de mayo, pescadores artesanales del país realizan un «canoazo»: ofrecerán frente al Congreso pescado fresco, de calidad y a precios populares con el objetivo de poner en agenda la profunda crisis que atraviesa el sector, producto de la intermediación comercial y que afecta a consumidores y productores. ¿Los ganadores del pasamanos entre las canoas y las mesas? Como siempre, las grandes cadenas de supermercados.
La movilización es convocada por la UTEP y cuenta con el apoyo de funcionarios de Agricultura Familiar, en el marco del respaldo a la ley presentada por el diputado nacional Federico Fagioli. «Este proyecto lo venimos trabajando hace tiempo con todo el sector de la Economía Popular y sobre todo con el aporte de las y los pescadores artesanales, que resulta fundamental para construir políticas públicas», explicó Fagioli consultado por este medio. «Vamos a dar la discusión con todos los sectores para empujar esta ley. Se trata de un sector históricamente excluido y también de la mesa de los y las argentinas», agregó.
Sábalo a $250 el kilo; Boga a $450 y Bagre a $400. Los precios llaman la atención por lo barato, distan mucho del costo de los mismos productos en las góndolas del supermercado y dan cuenta de la desigual situación que enfrentan los pescadores: los frigoríficos pagan el producto entre 20 y 50 pesos el kilo y lo exportan en dólares, señalan desde la UTEP.
«Este canoazo pone de manifiesto la necesidad de dotar de políticas públicas a un sector productor de alimentos históricamente explotado, invisibilizado, precarizado y criminalizado. En el acto van a estar presentes distintos actores y expresiones organizativas de todo el territorio nacional», señaló Carlos Abad, integrante de la Federación Pesquera Argentina.
La ley presentada por Fagioli (que se enmarca dentro del macroproyecto que impulsa la UTEP de Tierra, Techo y Trabajo) propone la creación de un Registro Nacional de la Pesca Artesanal, la instalación de terminales pesqueras y consejos de cuenca y la aprobación de un fondo de fomento para la Pesca Artesanal que pueda favorecer el desarrollo productivo de la actividad en el país.
«Esta es una ley que avanza en sintonía con la soberanía alimentaria que nuestro pueblo está reclamando. Es una ley que discute los precios de los alimentos. Esta ley se propone abordar la integralidad de la cadena productiva fortaleciendo a los pescadores y pescadoras dándoles herramientas para que puedan comercializar sin tanta intermediación», sentenció Matias Casimir, de la Liga de Trabajadores Rurales.
