Censo 2022: «La pregunta por el sexo asignado al nacer me parece fuera de lugar»

🏳️‍⚧️ El Censo 2022 incluye por primera vez la pregunta sobre la identidad de género. Sin embargo, es obligatorio contestar el sexo asignado al nacer. Activistas travestis y trans opinan al respecto.

Foto: Oliver de Ros

El miércoles 18 de mayo se lleva a cabo en todo el país el Censo 2022. Es la primera vez que el gran censo poblacional argentino incluye entre sus preguntas la identidad de género, tal como la contempla la ley. Pero la planilla también pregunta por sexo asignado al nacer. Se trata de un campo obligatorio donde la persona censada puede responder: 1) mujer/femenino; 2) varón/masculino; 3) X/ninguna de las anteriores. 

No todes les activistas travestis y trans están de acuerdo con que se formule esta pregunta. Tampoco hay pleno acuerdo sobre la manera en que están presentadas las opciones de respuesta para las identidades de género.  

“No me voy a censar. La pregunta que hace el censo por el sexo asignado al nacer me parece totalmente fuera de lugar, innecesaria”, dice Sabrina Bölke, militante trans y de derechos humanos. 

El principal argumento para rechazarla es que la pregunta por el sexo asignado al nacer viola la Ley de Identidad de Género.

Sabrina Bölke

“La Ley de Identidad de Género (LIG), que es lo que valida nuestra identidad en clave sexogenérica. Lo hemos luchado tanto durante muchos años como para que un censista te mire y te pregunte eso. Me parece que es un momento invasivo, que no corresponde. Porque aparte se viola la intimidad de una persona. Muchas personas trans en sus cuestiones personales deciden no hacer visible abiertamente su identidad trans, y me parece que también es respetable. Por qué tengo que desnudar mi intimidad, decir con qué genitalidad vine al mundo, revelar mi identidad trans. Desenclosetarme porque el Estado me pide hacerlo cuando yo no quiero, es violar mi identidad de género”, explica Bölke.

Para la militante, alcanza con que el censo pregunte por la identidad de género. “Si el Estado necesita saber si soy trans o no, de última me lo hubiesen preguntado abiertamente. Es la razón por la que tomo la decisión de no completar la planilla del censo”, concluye.

Mag De Santo, escritor y artista, encuentra otro problema en las 3 opciones que se presentan en la pregunta por el sexo asignado al nacer.

Mag de Santo.

“Esa pregunta no tiene sentido. Porque según entiendo, cuando nace una criatura no se le puede poner ‘X’. El censo actualmente te da la posibilidad de responder allí ‘mujer/femenino’, ‘varón/masculino’ y ‘X’. Eso entiendo que tiene varios problemas. Primero, hay una confusión en esos términos, por ejemplo de ‘varón’ y ‘masculino’, porque si están inquiriendo por los genitales, tendrían que preguntar directamente eso. Y la opción ‘X’ en tal caso debería presentarse como ‘intersex’. Pero si el Estado no reconoce los genitales intersexuales a la hora del nacimiento, no entiendo por qué el censo consigna una X como posibilidad de respuesta. Yo no supe qué poner. Puse ‘X’ solamente para molestar, para inscribirme en algún tipo de minoría sexual. Fue una decisión un poco estratégica. Pero entiendo que en rigor nadie podría ponerse ‘X’, porque esa opción no está en la documentación del Estado. Y más allá de que no sea posible en la documentación oficial, si es una opción que ahora se inaugura, debe querer referir a las personas intersexuales”, dice Mag De Santo. 

Alessandra Luna, activista travesti periconurbana feminista, opina diferente sobre la pregunta por el sexo asignado al nacer. 

“Me parece bien que en el censo aparezcan los ítems para generar estadística sobre las personas trans y travestis. Una de las formas de hacerlo era a partir de la definición de persona trans, travesti o no binarie, que son las personas que no construyen su género de acuerdo al sexo asignado al nacer. Por eso hay que distinguir las categorías género y sexo. Sabemos que en el pasado género y sexo estuvieron mezclados. Es necesario para saber la cantidad de población no cisgénero, para saber cómo adecuar la política pública”, señala Alessandra Luna.

La activista travesti explica que es importante saberlo, por ejemplo para desarrollar políticas públicas contra los crímenes de odio, y discriminar travesticidios y transfemicidios de femicidios, para que impacte en su tipificación penal. 

“No todas las personas a quienes está destinado el censo van a saber cómo responder. Me pasa a mí, que al estar al frente de un consultorio inclusivo, se contactan personas trans y travestis y por ahí no tienen la información para distinguir eso. Por eso me parece muy clara la pregunta ‘cuál es el sexo que te asignaron al nacer’ para cruzarla con la siguiente pregunta, ‘de acuerdo a la Ley de Identidad de Género, cómo te considerás’”, sostiene.

Alessandra Luna

Más allá de las diferencias en torno a la pregunta por el sexo asignado al nacer, en la planilla censal también se presenta una dificultad en torno a las categorías “mujer trans/varón trans”, cuando se las distingue de las categoría “mujer/varón” sin añadirles la categoría “cis” (persona cis o cisgénero es la que se autopercibe con el sexo asignado al nacer). 

Pedro Marín es varón trans y señala que “todo el mundo se autopercibe, por ende la gente cis también se autopercibe o mujer, o varón, o no binario. Entonces me parece que está bastante mal que el censo agregue ‘trans’ a las categorías mujer/varón, y para las personas que no son trans usen las categorías mujer/varón sin agregarles ‘cis’. Así cómo está puesto en el formulario, resulta discriminatorio, no está bien planteado. Yo voy a poner ‘varón’”. 

La solución a este problema, para Pedro Marín, sería explicar en el formulario qué quiere decir ‘cis’, si el Estado considera que es un término que la mayoría aún desconoce. 

Compartí

Comentarios