El 28 de abril de 2020, el delantero colombiano Sebastián Villa fue denunciado por su entonces pareja Daniela Cortés, que acusó al jugador de Boca Juniors de haberla golpeado en más de una oportunidad mientras convivían en un country de la zona de Canning. En ese entonces el fútbol estaba suspendido por la situación sanitaria y la dirigencia de Boca decidió que Villa no vuelva a jugar hasta que la Justicia se expidiera en la causa por violencia de género. Sin embargo, durante un año entero los abogados defensores del delantero colombiano interpusieron todo tipo de recursos para que el juicio no llegue a concretarse y el club xeneize volvió a tenerlo en cuenta.
Transcurrieron más de dos años de aquellos acontecimientos y nuevamente Villa fue acusado de ejercer violencia de género, esta vez por abuso sexual y tentativa de homicidio. A través de un comunicado, desde el club plantearon que «el departamento de Inclusión e Igualdad de la institución ya está a disposición por el episodio que involucra al jugador Sebastián Villa y una vez más ratifica su total compromiso en situaciones de género e igualdad». Cabe destacar que, en septiembre del año pasado, Boca aprobó su Protocolo de actuación en caso de violencia en razón de género, identidad de género u orientación sexual. Éste fue aprobado en asamblea de Comisión Directiva.
Sin embargo, tal como afirmó el investigador Sebastián Rosa (CONICET) en un interesante hilo de tweet, «los protocolos no son un régimen de sanciones. Son un marco general que promueve la prevención, concientización y actuación para acompañar a las víctimas y poner a la institución a disposición de la justicia para favorecer el proceso». «Los modos en que los medios de comunicación abordan el tema sin preparación y siguiendo las lógicas de complicidad y protección, en muchos casos exponiendo a las denunciantes y atacándolas, hace más difícil el proceso de denunciar y el ámbito social de recepción de estos casos», agregó Rosa.
Dicha situación muestra a las claras las condiciones de privilegio de muchos futbolistas. Si bien existen decenas de denuncias, la mayoría terminan cajoneadas. El caso de Jonatan Cristaldo, ex jugador de Racing y Vélez, también quedó en la nada: el Ministerio Público de la Provincia de Buenos Aires resolvió en marzo de 2021 archivar la causa en que había sido denunciado por agresiones físicas. Esto a pesar de que su ex pareja había subido un video a sus redes sociales exhibiendo las marcas en el rostro.
La situación de Sebastián Villa tiene un condimento extra: con un rendimiento óptimo, es el mejor jugador de Boca Juniors. Incluso el vicepresidente Juan Román Riquelme lo tildó como «el mejor jugador del fútbol argentino», en una entrevista en la que intentó separar lo personal de lo profesional. «¿Cuál es el problema de este razonamiento? En este caso, que aquella división desresponsabiliza al club y deja impune al agresor, que sigue siendo respaldado y legitimado a nivel social», reflexionaron desde el colectivo comunicacional Feminacida.
El respaldo hacia el futbolista colombiano llegó hasta la propia esfera del fútbol femenino, casi siempre invisibilizado por sus pares varones. La capitana de Boca, Yamila Rodríguez, subió a sus redes sociales una foto con la camiseta de Villa y, luego de las críticas recibidas, salió a aclarar que «los problemas personales que tenga el jugador me excluyen».
Por la causa del año 2020, el fiscal Sergio Anauati ofreció al futbolista la posibilidad de un juicio abreviado, lo que conllevaría una condena de dos años en suspenso. Esto implicaría reconocer su culpabilidad, es decir que efectivamente golpeó y amenazó a su entonces pareja.
Hoy Villa, de 25 años, está tasado en unos 15 millones de euros. El hecho de que el futbolista sea un activo económico (mercancía en última instancia) y una pieza futbolística clave ha hecho que los dirigentes de Boca prefieran cuidar el patrimonio por sobre el establecimiento de nuevas formas de proceder en caso de denuncias. La Asociación del Fútbol Argentino (AFA), con injerencia en el tema, tampoco se ha pronunciado al respecto.
