Comienza el Festival «La Mujer y El Cine»

📽️ El evento busca visibilizar el trabajo de miles de cineastas, directoras y técnicas de una industria copada mayoritariamente por varones: en 2020, las directoras argentinas de cine representaron apenas el 21% del total.

Del 5 al 8 de mayo se podrá disfrutar el Festival La Mujer y El Cine, con más de 60 películas y cortometrajes realizados por mujeres. El encuentro se propone compartir cine de excelencia de talentosas directoras y visibilizar “no solo el rol de la mujer en la industria cinematográfica, sino su visión en una sociedad que compartimos todxs, lo cual es novedoso y disruptivo, porque habilita otro punto de vista”, afirmó Vanina Spataro, productora general del Festival, a El Grito del Sur.

La Mujer y el Cine tendrá como sedes el Malba (con programación internacional y competencia de cortometrajes), y el Cultural San Martín con oferta de producciones nacionales, donde habrá películas como Esquirlas de Natalia Garayalde; Caperucita Roja de Tatiana Mazú; Ese fin de semana de Mara Pescio; y Husek de Daniela Seggiaro. En materia internacional, se proyectarán películas como Mi guerra favorita de Ilze Burkovska-Jacobsen (Noruega / Letonia); Biabu chupea: un grito en el silencio de Priscila Padilla (Colombia); Los días más oscuros de nosotras de Astrid Rondero (México); y Sin señas particulares de Fernanda Valadez (México). 

En esta edición habrá 35 cortometrajes, que según la productora “se amalgaman entre sí y responden a una mirada de época que va cambiando con el paso del tiempo”. Además, el Festival contará con una selección de producciones disponibles de manera online por la plataforma Vivamos Cultura, junto a actividades especiales como encuentros con realizadoras, creadoras y trabajadoras de la industria, en las que debatirán sobre el guión, el casting y el diseño sonoro con perspectiva de género, entre otras. También habrá un encuentro virtual con la directora y guionista española Isabel Coixet y con las directoras mexicanas Carolina Corral, Magalí Rocha, Astrid Romero y Fernanda Valadéz. 

Con el correr del tiempo, La Mujer y El Cine ha contribuido a cambiar la mirada de la sociedad y de las mujeres realizadoras, brindándoles un lugar de pertenencia, abrazando y acompañando a las cineastas, indicó Vanina. “Esa es la diferencia entre una carrera y una no carrera: aplaudimos a las mujeres para reafirmar que están encaminadas y que lo están haciendo bien”, y agregó: “Somos una herramienta que posibilita unir a los espectadores con un cine diferente al de las plataformas, dando lugar a que nuevas realizadoras muestren sus producciones y que sean premiadas. Eso, para nosotras, es una declaración de principios».

El objetivo de la Asociación estuvo claro desde un comienzo y lo dejaron asentado en su estatuto en el año 1988: “Promover actividades realizadas por mujeres o que desarrollen una visión de la mujer libre de preconceptos patriarcales; promover, auspiciar o realizar actividades protagonizadas por mujeres en el ámbito de la cultura, las artes en general y con especial énfasis en las artes visuales y el cine; realizar periódicamente un festival cinematográfico dedicado a películas en cuya realización haya habido una actividad protagónica por parte de la mujer”. Es un mensaje contundente donde afirman la necesidad de crear una industria más justa y equitativa, que en palabras de Spataro, “quiere cambiar el tablero en el que se dictaba el juego, donde el acceso al área cinematográfica para la mujer estaba muy restringido. Dar visibilidad y apoyo a su trabajo resulta revolucionario”. 

Fundada por prestigiosas mujeres del cine y la cultura de nuestro país, como María Luisa Bemberg, Lita Stantic, Sara Facio, Beatriz Villalba Welsh, Susana López Merino, Gabriela Massuh y Marta Bianchi, el espacio nació con la finalidad de estimular a las realizadoras a ejercer roles de liderazgo en el cine y difundir una producción creativa, que no siempre contó (ni cuenta actualmente) con el apoyo de los circuitos de distribución y exhibición. 

En el momento de su inicio, las cineastas representaban el 8% de trabajadorxs de la industria audiovisual a nivel mundial. “Se conformó una asociación de mujeres feministas que atravesó el cine patriarcal y machista de la época e irrumpió en un lugar donde las mujeres no tenían ni voz ni voto y menos si hacían tanto ruido. En estos 33 años nunca nos hemos cansado de pelear, el espíritu sigue intacto”, señaló Spataro. 

“No podemos estar atrasades y estancades en un lugar donde se mira en blanco y negro cuando el mundo es de colores. El rol del feminismo hoy es superador y contempla la variedad de géneros. A la hora de hablar de una ley de cupo dentro de la industria se complejiza la discusión. ¿Cuál es el lugar de las diversidades? Ese es un debate que nos debemos”, sostuvo Vanina en relación a la posibilidad de legislar para obtener paridad de género.  

La participación de las mujeres dentro de la industria cinematográfica tiene cifras abrumadoramente bajas que reflejan la desigualdad que hay, sobre todo en las áreas técnicas y jerárquicas. Según el último registro de estadísticas del SICA APMA – Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina (SICA), en el área de dirección de fotografía y dirección de sonido las mujeres representan el 19,1% y los hombres un 80,9% del total de trabajadorxs y por ejemplo en edición el 35,8% son mujeres y 64,2% hombres. 

El porcentaje de mujeres graduadas en relación a los hombres que reciben formación cinematográfica no es equivalente al número que se encuentra trabajando en la industria. Además de las trabas en el acceso y la diferencia salarial, existen dificultades a la hora de ejercer ciertos roles dentro del mercado laboral, como por ejemplo compatibilizar el trabajo con la maternidad, que, según Vanina Spataro, no está contemplado en la demanda que conllevan los rodajes. Con este reclamo a la cabeza, en 2019 el Colectivo de Técnicas de Cine y Publicidad y SICA desarrollaron el fondo de maternidad, incrementando los aportes patronales para destinar a dicho fondo, algo impensado por el colectivo años atrás. 

En 2020, las directoras argentinas de cine representaron el 21% y en las plataformas de streaming solo dirigieron el 18%. La inequidad sigue vigente, pero también el ímpetu de las mujeres por modificarlo. “Estamos tratando de generar una Asociación Iberoamericana que tenga el peso específico para reclamar la paridad de género. Hoy La Mujer y El Cine tiene un estadio superior donde la misión no es ideológica a nivel político partidaria, pero sí feminista para luchar y comprometerse en cambiar la realidad”.

A modo de cierre, Spataro resaltó la importancia de construir una industria nacional fuerte “porque ha pasado que llega una ola de verano a la economía del cine y con la misma velocidad se retira. También hay que repensar el ritmo del algoritmo que tan peligroso es, porque si lo que pega es una serie, cualquier película que iba a ser película muere siendo serie”.

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