Juventudes entre planes, apps y trabajo

🛠️ El desempleo y la informalidad joven se ubican muy por arriba del promedio general. El acceso al trabajo es más complejo aún en el caso de las mujeres. ¿Qué dicen los estudios y qué opinan los especialistas?

La reducción del desempleo es uno de los principales caballitos de batalla que muestra el Gobierno al momento de hablar de gestión en materia económica. Con la cifra más baja desde 2015, el crecimiento del trabajo en el tercer trimestre tiene una explicación multifactorial: la recuperación del trabajo informal con la salida de la pandemia, la reactivación de la industria y los bajos montos de los salarios.

Pero en la letra chica de las estadísticas se encuentra la situación más preocupante: el desempleo afecta en mucha mayor medida a les jóvenes, y sobre todo a las mujeres jóvenes. Mientras la tasa de desocupación registrada en el primer trimestre de 2022 alcanzó el 7%, en las mujeres jóvenes esta cifra llegó casi 20%. Y más preocupante aún es el crecimiento del trabajo precarizado: uno de cada dos empleos creados en el último tiempo corresponden a trabajo sin derechos.

Informalidad y brecha de género emergen así como dos de las principales preocupaciones en relación al empleo joven. Así lo confirma el monitor de Trabajo Joven y Economía del Conocimiento, realizado por la Fundación SES. «El monitor da cuenta de que el desempleo bajó, pero en las juventudes este índice siempre es mucho mayor. Las juventudes siempre trabajan en peores condiciones y están más expuestas a accidentes de trabajo», explicó en diálogo con El Grito del Sur Marcela Browne, coordinadora de Educación de SES.

Y a nivel local sucede algo similar. Al género y la edad se le agrega la cuestión territorial: dependiendo del lado de la Avenida en el que se haya nacido, cambian las posibilidades de inserción en el mercado de trabajo. El estudio Las desigualdades en la Ciudad de Buenos Aires, elaborado por el Centro de Estudios Metropolitanos (CEM), reseña que mientras la informalidad juvenil en la Ciudad es del 28%, dentro del grupo de 18 a 24 años se duplica esta cifra (58%) y la diferencia se vuelve más notoria cuando se analiza la brecha entre el norte y el sur de la Capital: mientras de Rivadavia para el norte el promedio ronda el 25%, en la zona más postergada de la Ciudad los índices superan este promedio en 10 puntos.

«Esto muestra que, cuando se combinan las desventajas, las condiciones de desigualdad se acentúan: por ejemplo, al sumar la desventaja de ser joven con la de vivir en zona sur vemos que la tasa de informalidad asciende a 61%», sentencia el informe elaborado por Mariana Sosa e Ignacio Smith.

La brecha de género en relación al acceso al empleo no es una novedad y el informe del primer trimestre de 2022 del INDEC lo refrenda: la tasa de actividad en las mujeres volvió a estar muy por debajo de la de los hombres (50,2% contra 68,6%). En la Ciudad de Buenos Aires sucede algo similar: las mujeres presentan una tasa de desocupación superior a la de los varones (10% vs 7,5%) y, como sucede con todos los indicadores en la Ciudad, las diferencias se acentúan en la zona sur, donde la distancia es de 14% a 9%.

«Son sectores que parten en una desventaja en términos de formación y acceso al empleo. Parte de esto claramente se asocia claramente a políticas de cuidado: el 13% de la población nacida en nuestro país pertenece a padres o madres adolescentes, donde ya tenemos una primer desventaja, con el consecuente abandono escolar», puntualizó Browne. «Promovemos políticas de incentivo que se orienten a las transferencias económicas a las familias, así como políticas de cuidado tanto en escuelas medias como en espacios de trabajo. Hoy en nuestro país la oferta de cuidado de 45 días a 2 o 3 años es mayormente privada», explicó.

Ante este escenario desde SES impulsaron el Proyecto POETA, una iniciativa que busca brindar oportunidades a jóvenes para que puedan adquirir herramientas digitales que les permitan acceder al trabajo.

Otro factor relevante a evaluar es el impacto del trabajo en apps. Un estudio realizado por CIPPEC da cuenta de que, dentro de la franja etaria 18-29 años, la mayoría de les jóvenes que trabajan en apps afirmó tener secundario completo pero sólo une de cada cinco estaría cursando estudios superiores. Asimismo, cerca de la totalidad de estos empleados considera dicho empleo como algo transitorio y ninguna de las personas entrevistadas en el estudio supera los tres años trabajando en alguna de estas aplicaciones.

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Yair Cybel

Una vez abrazó al Diego y le dijo que lo quería mucho. Fútbol, asado, cumbia y punk rock. Periodista e investigador. Trabajó en TeleSUR, HispanTV y AM750. Desde hace 8 años le pone cabeza y corazón a El Grito del Sur. Actualmente también labura en CELAG y aporta en campañas electorales en Latinoamérica.