Siete veces Ni Una Menos

💜 En un nuevo aniversario de Ni Una Menos, El Grito del Sur habló con algunos de los sectores que concurrieron al Congreso para armar un mural de voces.

Fotos: Alejandra Bona

Ni la cruda ola de frío ni el incipiente brote de Covid pareció acobardar el entusiasmo con el que miles de personas cubrieron las calles en un nuevo 3 de junio. Luego de dos años de pandemia y a siete del asesinato de Chiara Páez, que sirvió como detonante para la multitudinaria marcha, mujeres, lesbianas, travestis y trans volvieron a encolumnarse tras el lema “Ni una menos. Vivas, libres y desendeudadas nos queremos”. 

A las consignas se le sumaron la búsqueda de Tehuel de La Torre, la real implementación de la IVE, el cumplimiento de la ley de patrocinio jurídico gratuito sancionada en 2015, la abolición del chineo y absolución de la médica Miranda Ruiz, entre otras.  

También se reclamó el aumento en el presupuesto para combatir la violencia de género y autonomía económica para mujeres y diversidades luego de conocerse las terribles estadísticas: según el observatorio «Ahora que sí nos ven», entre el 3 de junio de 2015 y el 25 de mayo de 2022 ocurrieron 1995 femicidios. De éstos, un 43 por ciento sucedió por parte de una pareja o ex pareja y el 63,9 por ciento se dio en la misma casa de la víctima.

Por su parte, La Casa del Encuentro reveló que desde el 3 de junio de 2015 al 27 de mayo de 2022 se produjeron 1990 femicidios, 51 trans/travesticidios y 191 femicidios vinculados de varones.

Entre sandwiches de bondiola, bombos y bengalas, El Grito del Sur habló con algunos de los sectores que concurrieron al Congreso para armar un mural de voces. 

Fotos: Alejandra Bonaccini

Por una ESI con perspectiva de género

Verónica, Rocío y Belén, profesoras del Instituto de Formación Docente Lengüitas

¿Por qué vinieron hoy a la marcha?

Vinimos para manifestarnos contra la violencia de género. Nos parece que es una fecha muy importante y no hay que dejar que el reclamo se pierda, nunca.

¿Qué está pasando con la ESI? 

Desde el 2015 hay un espacio en la formación docente para la ESI; sin embargo, a muchos aún les cuesta implementarla en sus materias. La ESI es deficitaria en toda la Ciudad de Buenos Aires, hay pocos espacios de formación docente gratuita. El título de ESI del Joaquín V. González tiene muy pocas vacantes y eso deriva en una falta de transversalización y de aplicación efectiva en las jornadas, conducciones que no están formadas en ESI y desde ahí todo se vuelve muy cuesta arriba. Las referentes ESI no cobramos, lo hacemos dentro de nuestras horas de clase o bien ad-honorem.

¿Qué otras deudas quedan en el movimiento feminista?

Creemos que la mayor deuda es una crítica interna y tiene que ver con trabajar con los varones. Venimos hace un montón de tiempo trabajando para concientizar a mujeres y disidencias y nos falta hacer algo para que los hombres cis entiendan la magnitud del problema. No sé cómo, no se nos ocurre, pero hay un momento en el que nosotres podemos hacer muchas cosas pero depende de ellos cambiar realmente.

Fotos: Alejandra Bonaccini

Acompañar para reparar

Belén, promotora territorial del Frente Darío Santillán.

¿Por qué viniste hoy a la marcha?

Estamos marchando desde el 2015 por Ni Una Menos y por muchas cosas más. A nosotras, como promotoras de género, recién esta semana nos recibieron y fuimos reconocidas por el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad pero faltan un montón de cuestiones.

¿Cuál es la realidad de las promotoras territoriales?

Nosotras caminamos los barrios y no tenemos psicólogas para hacer los abordajes, no tenemos patrocinio gratuito de abogades, no tenemos asistentes sociales. Todo sale de nuestro bolsillo y lo hacemos a pulmón.

¿Cual es la realidad de las mujeres que son víctimas de violencia de género en los barrios?

La mayoría están totalmente desamparadas. Está el plan Acompañar que dura solamente seis meses y después quedás en la nada. Si vos te separás de un violento en seis meses, no podés acomodar tu vida. Además, si cobrás el plan Potenciar Trabajo tampoco podés recibirlo. Hay muchas cosas que lo complican.

Fotos: Alejandra Bonaccini

Hablan las estudiantes

Agustina, Camila y Nicole, del Frente Universitario La Mella  

¿Por qué vinieron hoy a la marcha?

Estamos marchando porque, a siete años del primer Ni Una Menos, los reclamos siguen totalmente vigentes. Hay un movimiento feminista pujante que sigue marcando agenda y es importante mostrarnos unides y con el mismo objetivo que es tener una sociedad mejor atravesada por el feminismo popular. Creemos que en nuestro país hay un montón de margen para seguir exigiendo en todas las fechas que nos unen en las calles.

¿Cuál es la deuda del movimiento estudiantil con el feminismo?

Los reclamos son varios. Nosotros sostenemos una herramienta institucional en la UBA que es el Protocolo contra la violencia de género, pero entendemos que todavía falta democratizarla en tanto que muches compañeres no saben cómo funciona. También tenemos denuncias respecto a que en estos dos años de pandemia la violencia entró a lo virtual y hay una vacancia en eso. Una deuda histórica del movimiento estudiantil feminista tiene que ver con transversalizar la perspectiva de género interseccional en nuestra formación académica y poder incorporar la ESI al nivel universitario.

Fotos: Alejandra Bonaccini

La lucha continúa para el colectivo travesti trans

Kendal, activista trans de Barrios de Pie Vicente López.

¿Por qué viniste hoy a la marcha?

Hoy asistí porque ya sabemos lo que sufre la comunidad travesti trans. Somos la minoría, somos invisibles todavía aunque no parezca y seguimos viviendo en dictadura aún estando en democracia.

¿Qué pasa con la efectiva implementación del cupo laboral travesti trans?

Es complejo porque de todos los puestos de trabajo nosotras conseguimos solo el 1 por ciento y muchas veces ni siquiera eso se cumple. Si bien está la ley que logramos con lucha, todavía no se respeta. Seguimos en las calles porque nuestra expectativa de vida sigue siendo de entre 35 y 40 años. Nosotras no pedimos que nos regalen nada, estamos pidiendo trabajo. Yo estoy trabajando en el polo productivo del taller de aluminio, pero hay muchas chicas que siguen estando en la prostitución y en la marginalidad.

Fotos: Alejandra Bonaccini

Reforma judicial feminista para cambiar de raíz

Araceli Ferreyra. Responsable nacional de Mujeres del Movimiento Evita.

¿Por qué viniste hoy a la marcha?

Por todas las Micaelas, por todas las Chiaras. Porque no queremos que nuestras amigas, nuestras primas, nuestras hermanas o nosotras mismas salgamos de nuestra casa y no volvamos más. Decimos que el Estado es responsable, más allá del Gobierno. Hay gobiernos que toman nuestras agendas y otros que no, pero se siguen muriendo las pibas. Le decimos a la Corte Suprema que es una vergüenza que nos sigan poniendo “homicidio culposo” o “abandono de persona” porque nos hacen ver a nosotras como responsables de los femicidios. Exigimos un abordaje integral porque la violencia no se resuelve solo con perimetrales, botones de pánico y tobilleras. Decimos “Tierra, Techo y Trabajo” para todas, porque la necesidad de alejarte del agresor hace que tengas que empezar una nueva vida. 

¿Qué pasa con la reforma judicial feminista?

Queremos una Corte Suprema con paridad y perspectiva de género. El simple hecho de que haya mujeres no nos alcanza. Creemos que un factor importante es el rol de las promotoras de género, que son auxiliares de la Justicia, porque son las primeras facilitadoras en territorio para que las mujeres y cuerpos feminizados puedan reconocer las violencias y hacer el tránsito por la Justicia. La reforma judicial feminista es una deuda de la democracia con nosotras, que además de sufrir las violencias cuando entramos al sistema penal nos revictimizan y nos vuelven a poner en el banquillo de las acusadas.

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El Grito del Sur

El Grito del Sur es un medio popular de la Ciudad de Buenos Aires.
Fundado el 23 de septiembre de 2012 en el natalicio de Mariano Moreno.