Los indicadores sanitarios visibilizan desigualdades y, en este sentido, la tuberculosis es una variable fundamental para entender las profundas disparidades que se viven en nuestro país y, sobre todo, en su ciudad más rica. En su último Boletín sobre Tuberculosis y Lepra en Argentina, el Ministerio de Salud destacó que la tasa nacional de casos se ubica en 24,01 por cada 100 mil habitantes. Sin embargo, un estudio de Romina Duarte y Gastón Etcheverry publicado recientemente por el centro Proyectar Ciudad muestra que en los barrios más postergados de la Ciudad de Buenos Aires ese número se triplica: la Comuna 8 alcanza los 74,04/100 mil y en la 7 ese número asciende al 85,09 cada 100 mil.
La tuberculosis es la segunda causa global de muerte y, pese a ser una enfermedad prevenible y curable, su tasa de letalidad supera al VIH y la malaria. En la Argentina, durante el 2020, se notificaron 10.896 casos de tuberculosis pero cuando se desagregan esos datos por región sorprende que la Ciudad de Buenos Aires cuenta con una de las tasas más altas de notificación de tuberculosis del país (45,02).
La explicación tiene nombre y apellido: desigualdad en la calidad de vida. Cuatro comunas concentran el 62% de los casos: tres del sur (las comunas 4, 7 y 8) donde se registra el 49,6% de los casos atendidos, mientras que si se suma la Comuna 1 (donde se ubica el Barrio Mugica – Villa 31) se llega a 6 de cada 10 afectados.
El estudio de Proyectar Ciudad también retoma datos de una investigación del Hospital Rivadavia, realizada entre el 1 de enero de 2017 y el 30 de junio de 2018. Durante ese período se atendieron 71 pacientes con tuberculosis, de los cuales el 64% vivía en CABA, y el 56% de ese total habitaba en la Villa 31.
La tuberculosis sigue presente en la Ciudad y se cobra vidas: según los datos del propio INDEC, la tasa de mortalidad asciende al 1,8 en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires. Y las acciones del Gobierno de la Ciudad dejan mucho que desear: la propia Red de Tuberculosis del Ministerio de Salud de la CABA, en su auditoría de 2019, concluyó que las campañas de prensa sobre Tuberculosis no tienen las características que requiere la población objetivo y denuncia las malas condiciones de bioseguridad que deben enfrentar las y los profesionales de la salud.
Si la tuberculosis se localiza al sur, las explicaciones son múltiples. La Comuna 8, segunda en el ranking de contagios, no cuenta con un hospital propio para atender a los más de 187 mil habitantes que se concentran en Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano. Esta comuna no sólo vivió un rebrote de tuberculosis, sino que concentra la mayor mortalidad infantil de la Ciudad y la más baja expectativa de vida. Y lo que pasa en la Ciudad se replica en el mundo: los datos de la OMS dan cuenta que más del 95% de las muertes por tuberculosis se producen en países con ingresos medios y bajos.
Frente a la falencia comunicativa del GCBA en la materia, la Defensoría del Pueblo publicó un manual sobre prácticas de prevención de la tuberculosis. Allí se sugiere, entre otras medidas, la aplicación de la vacuna BCG a niñes, ventilar a diario las habitaciones, realizar controles médicos periódicos y cubrirse la boca al toser o estornudar. Asimismo, destaca que la inmunodepresión, la desnutrición, la diabetes y el tabaquismo son los principales factores de riesgo.
