Solo el 30 por ciento del espacio en la industria editorial, medios de difusión, festivales y premios literarios está destinado a las mujeres en Latinoamérica, según denuncia un informe de PEN Internacional, una asociación de escritores que cuenta con apoyo de la Unesco. Ante este panorama desigual y con el pesado bagaje de un mundo -real y ficticio- creado por y para varones, desde El Grito del Sur decidimos recomendar cinco libros escritos por mujeres que no pueden faltar en tu biblioteca. ¿Querés nutrir tu literatura al mismo tiempo que ayudas a hackear el patriarcado? Te proponemos estos volúmenes claves para lograrlo.
Huaco Retrato
El último libro de la peruana Gabriela Wiener, editado por Penguin Random House, narra la búsqueda de su origen a través de la pesquisa del recorrido de su abuelo explorador. Con descripciones atrapantes, la escritora habla de la raza y el mestizaje en Latinoamérica, describiendo viajes y piezas de museo. Además, Wiener aborda el tema de las relaciones cuando relata su convivencia dentro de la trieja que forma con sus dos parejas. ¿Se puede amar libremente sin celar ni ser celado? Esa parece ser la pregunta intrépida que se cuela por momentos en el texto. Todo el arco narrativo se encuentra atravesado por una reflexión sobre la migración. “Sin más equipaje que la pérdida ni otro mapa que sus heridas abiertas, persigue las huellas del patriarca familiar y de la bastardía propia de la estirpe, la búsqueda identitaria de vestigios fantasmales ocultos en las familias y la deconstrucción de un deseo tercamente anclado en un pensamiento colonial”, explica la contratapa.
Para les ansioses, un fragmento de este libro puede leerse en Revista Anfibia.
El año en que debía morir
El nuevo libro de Natalia Moret habla sobre la vida de una mujer que llega a la edad en la que falleció su madre y todo lo que se le configura en la mente al respecto. Mientras la protagonista espera el resultado de su propia biopsia, aislada en el campo, sobrevuela el fantasma del cáncer y la muerte como posibilidad inminente. Al mismo tiempo describe su relación con su padre, sus hijas y los estragos familiares que dejó la pérdida prematura de su madre a los 42 años por dicha enfermedad. Traumas, miedos y enfermedades que son y no son presencias fantasmales. “Entre las permanentes interrupciones de sus hijas y las tareas de la casa, escribe y piensa. Mira la planicie, mira el cielo, pero, como si se encontrara atrapada en una pirueta metafísica, sólo puede ver el pasado -hacia adentro y hacia atrás-, uno en el que su madre todavía vive, su abuela encarna una energía oscura, y ella se vuelve la cabeza de una familia”, cuenta la reseña.
Se puede leer esta entrevista con la autora del medio Red Acción.
La Virgen Cabeza
Con un lenguaje guarro y desfachatado, La Virgen Cabeza de Gabriela Cabezón Cámara narra una historia cotidiana en plena villa miseria. La vida de Qüity, a quien se le dedican los capítulos que forman el relato, se va deshojando entre puteadas, lamentos y poesía. Con su prosa barroca del conurbano, el relato generó una gran ruptura en la literatura argentina al ser editado por primera vez en 2009. La escritora de Beya, le viste la cara a dios y Las aventuras de la China Iron ha sido traducida a más de seis idiomas y fue finalista del Short List International Booker Prize en 2020. “Del conurbano bonaerense a Miami, esta santísima y plebeya trinidad, sus hijos, amigos y vecinos encarnarán una rebelión popular y sagrada, villera y delirante”, revela la reseña.
Si te quedás con ganas de saber más podés escuchar este podcast de «Hablemos escritoras», donde entrevistan a la autora.
El invencible verano de Liliana
En cuarto lugar, no con menos mérito, toca recomendar El invencible verano de Liliana, de la escritora mexicana Cristina Rivera Garza. En el libro editado por Penguin Random House, la escritora cuenta la historia del femicidio de su hermana Liliana, una joven de 20 años que estudiaba arquitectura y tenía una relación conflictiva con su novio, quien termina asesinándola. Los detalles de la caja de recuerdos de su hermana, las cartas que recibía, testigos y amigos aparecen en una polifonía de voces que le permiten seguir la pesquisa que la policía dejó de buscar por el paso del tiempo. Un femicidio narrado desde las cercanías en un presente en que el feminismo le da herramientas a la autora para volver sobre un momento en el cual ni siquiera existía el término y la violencia de género estaba naturalizada. “Hace apenas un año decidí abrir las cajas donde depositamos las pertenencias de mi hermana. Su voz atravesó el tiempo y, como la de tantas mujeres desaparecidas y ultrajadas en México, demandó justicia”, explica la escritora sobre el relato que está fuertemente atravesado por el impulso del movimiento feminista en toda Latinoamérica.
En esta página pueden escuchar un fragmento y acá pueden leer una reseña muy interesante de Liliana Vera Ibáñez.
Doce pasos hacia mi
Una nouvelle que atraviesa un tema tabú en la sociedad: el alcoholismo en las mujeres. En Doce pasos hacia mi Sofía narra cómo se muda a Barcelona y su consumo de alcohol se vuelve problemático. Contado en doce capítulos que simulan los doce pasos para la recuperación, un libro honesto e intimista con lenguaje muy rico pero muy accesible. La trampa de los vínculos sociales, donde aparece la búsqueda de la recuperación a pesar de las presiones y el deseo de pertenecer. La autora retoma la tradición de Black out de María Moreno y no deja de lado la perspectiva de género al hablar del consumo de sustancias. “Con una prosa cercana, este libro es una ventana a una experiencia personal y abre la pregunta de cómo nacen y cómo se tramitan ciertos fantasmas que nos acompañan toda la vida”, dice la reseña.
Recientemente desde Página12 entrevistaron a Balbuena para ampliar un poco más sobre su experiencia.
