Story tras story, decenas de artistas porteñes repiten la misma imagen: el interior de un vagón de tren. Infinidad de filtros de Instagram muestran las imágenes rápidas que devuelven las ventanillas del ferrocarril Buenos Aires-Rosario. Mientras algunes duermen despatarrades en pullman, otres desparraman trabajo sin terminar en las mesas de primera clase. A partir de las 15:15 hs, horario de salida del tren desde la estación de Retiro, comienzan a multiplicarse las fotos de encuentros, abrazos, risas y las ojeras que dejaron los últimos días de corridas para llegar al gran evento.
Mientras algunes ya llegaron al Woodstock de la historieta, artistas que aún no salieron rezan a dioses en quienes no creen y chequean que los libros que acaban de salir de imprenta no tengan ningún error. Fanzineres concentran lo que queda de pulso para apretar la abrochadora que convierte hojas dobladas en historietas de pocas páginas. Editores postean en cuanta red social alcancen, a los empujones entre el mar de noticias, actividades y propuestas que trae esta edición número once del festival más grande de historieta de nuestro país.
Durante las últimas semanas, las preventas de las grandes casas editoriales de historieta compartieron espacio en redes con las pequeñas tiradas de proyectos independientes que anunciaban la salida de sus nuevas obras. Pese a la gran crisis del papel que afecta al mundo entero, la quietud pandémica pudo más y muches se arriesgaron para apostar y responder a la sed de lecturas de les fanatiques de todo el país. Entre muchas otras historias, se podrá conseguir «Santa Sombra», creada por Sukermercado y editada por Barro Editora, «Estrella Roja», de Manuel Loza y con edición de LocoRabia,o «El fuego que purifica», de la joven y asombrosa Dolores Alcatena.
En el mundillo del arte gráfico nacional no se habla de otra cosa desde hace semanas. La vuelta de la Crack Bang Boom significa una X gigante en el calendario, un imperdible absoluto entre las ofertas de presentaciones, ferias, muestras y lanzamientos de la industria. Con esta expectativa, el encuentro busca superar los más de 35000 espectadores alcanzados en sus últimas ediciones y mantener su lugar como la más grande fiesta del cómic nacional.
Con invitades nacionales, como el maestro Quique Alcatena o la poderosa Femimutancia, e internacionales, de la talla del guionista estadounidense Geoff Johns o la dibujante española Belén Ortega, el festival promete ser un fiestón. Sus casi cien actividades programadas en sus cuatro días de duración aseguran que haya historietas para todes.
Uno de los momentos más importantes tendrá lugar el domingo a la tardecita. Desde las 16:00 hs, comenzará el Concurso de Cosplay. Cientes de cosplayers de todas las edades y de todo el país se reúnen en la pasarela con el río Paraná de fondo. Incontables personajes de cómics norteamericanos, los personajes de la series del momento son ancarnados por niñes y adultes de todos los rincones de la Argentina.
Con respecto a las muestras que se expondrán durante esta onceava edición, la más importantes será «Nosotras contamos». La editorial Feminismo Gráfico, comandada por la investigadora y editora Mariela Acevedo, junto con las artistas Daniela Ruggeri y Femimutancia organizan una muestra retrospectiva sobre el rol de las mujeres y las disidencias en la historia de la historieta en Argentina. Un espacio donde dar luz a uno de los engranajes más invisibilizados en la tradición comiquera argentina.
Dibujantes, guionistas, ilustradores, editores, difusores, divulgadores y, por sobre todas las cosas, lectores, llegan a orillas del río Paraná para el gran intercambio artístico de la historieta hecha acá y ahora. Ya están listos los stands, ya se plancharon los disfraces y se apilaron los libros a la espera de les miles de visitantes que llegarán para satisfacer sus consumos geek.
