“Es la economía, vos no sos estúpida”

🤑 El nuevo libro de la periodista feminista Estefanía Pozzo intenta dar herramientas para romper con la idea de que las mujeres y disidencias no pueden hablar de finanzas.

Foto: Infobae

Hombres blancos cis heterosexuales de traje y corbata sentados atrás de escritorios descifrando gráficos inentendibles. Con más o menos detalle, éste es el tipo de imagen que se nos viene a la cabeza cada vez que pensamos quién maneja la economía. Cuando nos toca hablar de finanzas, pocas veces el sujeto que aparece en nuestro imaginario es una mujer y mucho menos de clase media o baja.

Los pares dicotómicos por los cuales se caracteriza al binomio varón-mujer son esencialistas y emparentan a los hombres con sujetos duros que tratan temas serios como la macroeconomía, siendo dueños de la palabra autorizada. Por su parte, las mujeres quedan relegadas al espacio privado, históricamente infravalorado, consideradas buenas para los sentimientos y malas para las ciencias duras. A través de estos conceptos se logra que las encargadas de las economías cotidianas -que hacen malabares para sostener las cuentas- crean que no saben nada del tema y se autoperciban como personas sin educación financiera.

Es la economía, vos no sos estúpida (Editorial Planeta) viene a intentar revertir estos legados históricos y ayudar a mujeres y disidencias a pensarse como actoras políticas en un maremoto de devaluaciones y plazos fijos. Escrito por la periodista cordobesa Estefanía Pozzo, el texto de 192 páginas cartografía un breve mapa para entender el sistema económico y se mete con la violencia de género, la pareja, la autonomía, el mercado financiero y la inversión.

¿Qué hace el Banco Central? ¿Por qué hay inflación? ¿Qué son las tasas de interés? Y el famoso ¿qué hacer con mis ahorros? Éstas son algunas de las preguntas que intenta responder este manual de instrucciones de economía feminista.

El Grito del Sur habló con la periodista especializada en economía para conocer más sobre el tema.

Empezás el libro aclarando que mujeres y economía no son asuntos separados. ¿Podrías resumir por qué?

Las mujeres siempre estuvimos en el sistema económico, ya sea trabajando en el mercado laboral por un salario o cuidando y haciéndonos cargo de las gestiones del hogar. Es interesante desde esa perspectiva pensar quiénes son las voces autorizadas porque lo que vemos en los medios argentinos es que la mayoría de los que hablan de economía son varones. Hay una concentración de las voces. Si siempre fuimos parte del mercado, ¿por qué no podemos hablar de eso? Creo que esa es la premisa con la que comienzo el libro.

¿Por qué creés que es importante que exista un libro que le hable de economía específicamente a las mujeres?

El libro es una respuesta a la manera en la que los varones nos han hablado históricamente. Cuando alguien quiere explicar algo de manera coloquial dice que va a hacerlo “como si le estuviera explicando a Doña Rosa”, tratándonos de estúpidas. Ya desde el título es una especie de respuesta a eso, la intención es que nos dejen de subestimar porque en verdad todo el tiempo tomamos decisiones como jefas de familia y necesitamos nutrirnos de información para manejar nuestras finanzas.

También hablás de las mujeres y el derecho a ser mediocres. ¿Cómo es eso?

En realidad, lo que digo es que los varones tienen legitimado socialmente ser mediocres. Esto viene de mi práctica periodística, cuando empecé a diversificar la búsqueda de fuentes y me propuse buscar mujeres que hablen me di cuenta que tardaban más en responder y opinaban menos porque no se sentían autorizadas a hablar de los temas si no eran expertas. Sentían que para responderme algo era como un final de la facultad y tenían que ser especialistas. En cambio, los hombres sentían que podían opinar de todo aunque no tuviesen tanta información. Lo que yo digo es que socialmente los varones no tienen que ser los mejores en un área para hablar porque tienen habilitado socialmente ser mediocres y las mujeres no. A las mujeres nos piden mérito, nos piden título, nos piden cargo para validar nuestra opinión. 

Si bien hay pocas mujeres en los directorios de empresas y en puestos de poder, vos aclarás que no se trata solo de un cupo de mujeres que se comporten igual que sus pares varones. ¿Tanto el feminismo como la economía deben pensarse de manera interseccional?

Es muy importante tener una perspectiva transversal a la hora de pensar la economía desde el feminismo porque no es lo mismo ser racializado y migrante de clase baja que una mujer blanca de clase media universitaria. Ni que hablar las personas trans. Hay un campo que tenemos que empezar a explorar y yo estoy ansiosa por leer cómo son los aportes de la teoría queer a la economía.  

¿Cuál es la relación entre dependencia económica y violencia de género?

No es una relación directa. Podés ser independiente económicamente y ser víctima de violencia de género, pero cuando sos víctima de violencia de género y encima dependes económicamente de la persona que te violenta la cuestión se agrava porque no contás con los recursos para salir de esa situación.

¿Qué es y cómo se combate la violencia económica?

La violencia económica está tipificada en nuestra legislación. Hay violencia económica y violencia patrimonial y hablan de cómo se pueden utilizar estos recursos para lesionar los derechos y la integridad de mujeres. La violencia económica es una de las formas de seguir lastimando a las mujeres una vez terminado el vínculo, por ejemplo al no pagar una cuota alimentaria, que es algo que pasa usualmente. De hecho, un reciente estudio demostró que el 70 por ciento de las mujeres con hijos que se divorcian en la Provincia de Buenos Aires no recibe la cuota alimentaria.

¿Considerás que el salario universal es una medida feminista, por ejemplo, en el reconocimiento a las tareas de cuidado?

No considero que existan “medidas feministas”, sino medidas que puedan tener un impacto positivo en mujeres y diversidades. Respecto a los cuidados, lo primero que considero es que el Estado argentino debería tener una ley integral de cuidados, entiendo que tenemos que formalizar y reconocer cómo se cuida en este país. De la mano de esto hay que profesionalizarlo y legitimarlo como trabajo, por lo cual hay que darle derechos. Todo lo que sea el reconocimiento de las tareas de cuidado me parece una agenda fundamental. El tema del salario básico universal es que lo que busca es un paliativo para una situación de crisis. Es una agenda de emergencia y nuestra agenda tiene que ser más progresiva aún. Nosotras tenemos que defender que cuidar es un derecho, que requiere derechos y que lo están haciendo las compañeras en los barrios y debe ser reconocido. Si nos quedamos solamente con un salario básico puede ser una buena medida de emergencia, pero nos queda corto. Hay que defender a los cuidados como un aporte a la economía.

Compartí

Comentarios

El Grito del Sur

El Grito del Sur es un medio popular de la Ciudad de Buenos Aires.
Fundado el 23 de septiembre de 2012 en el natalicio de Mariano Moreno.