La reina, el ajuste y la muerte de las palomas

🗣️ Vaya, vaya. Movió la reina y demostró -nuevamente- que el principal movimiento político de occidente no puede ser conducido por actores de reparto. Arrinconado entre el subsuelo sublevado de la patria y el vuelo acechante de los halcones, Larreta tuvo un sábado para el olvido.

En una semana caliente, las vallas policiales de Horacio Rodríguez Larreta modificaron el frágil equilibrio de lo que iba a ser una jornada de movilizaciones federales. El epicentro político volvió a mudarse a la cuna de la aristocracia argentina: Recoleta se cubrió de humo de chori al ritmo del bombo. Al compás del ajuste massista y el fuego amigo de la oposición, también se recompone el orden del Frente de Todos al calor de una fuerza inapelable: el liderazgo popular de Cristina Fernández de Kirchner.

Fotos: Pedro Palacios

La muerte de las palomas

Arrinconado entre el subsuelo sublevado de la patria y el vuelo acechante de los halcones, Larreta tuvo un sábado para el olvido. Le coparon la parada de local y, ante los propios, decidió actuar.

La definición de militarizar Recoleta fue un mensaje hacia adentro y hacia afuera. Por un lado, declara la muerte de las palomas: con el ascenso de Cristina Kirchner no hay lugar para la moderación y el intento de contener a los sectores más socialdemócratas cedió ante el embate de los derechistas. Para evitar que Macri sea el candidato, Larreta entiende que debe representar política y simbólicamente al electorado más radical con la única premisa que los aglutina: un furioso antiperonismo.

El otro mensaje es hacia afuera: no hay posibilidad de diálogo con el kirchnerismo. El pedido del embajador estadounidense Marc Stanley parece haber acelerado los tiempos: «no esperen a 2023 para consolidar un frente», dijo el funcionario yanqui y su arenga parece haber calado más hondo que las declaraciones del propio Máximo Kirchner que, apenas unas horas antes, había tendido un puente con el Jefe de Gobierno al pedirle que “muestre que tiene el coraje de no dejarse extorsionar por Macri”. El diálogo -de quien nadie esperaba nada- fracasa nuevamente, esta vez en su versión 2022.

Fotos: Pedro Palacios

Massajuste

¿Qué diferencia a Larreta de Massa? Un simple hecho: que el tigrense de la Ucedé tiene dentro de su frente a Cristina Kirchner. Ambos amigos comparten una mirada similar de la macroeconomía, de la geopolítica y de la conflictividad social. Además ambos cosechan apoyos en un sector de la burguesía nacional y Sergio Tomás muestra sus papiros de Restaurador del orden en sus diálogos con las energéticas (que salieron indemnes de la «reactualización» tarifaria) y con su abanico de gestos para con el campo.

Massa ya anunció dos ejes de gestión: reducirá impuestos a las generadoras de energía y al campo al tiempo que recortará en áreas sensíbilisimas del Estado: infraestructura y equipamiento escolar, Plan Conectar Igualdad, Fortalecimiento Edilicio de Jardines Infantiles, Salud, Desarollo productivo, Recursos Hídricos y Obras Públicas.

Fotos: Pedro Palacios

Todo esto impulsado por las metas impuestas por el FMI y acordadas con los equipos técnicos de Martín Guzmán. ¿El objetivo? Reducir el déficit fiscal a menos del 2,5% del PBI, algo que no cumplen ni Estados Unidos (-8,5%), Japón (-7%), Reino Unido (-5,9%), China (-5,1%) ni el vecino Chile (-6,9%) pero que aquí pareciera ser el mantra que dirige la política local.

Mientras tanto, Sergio Tomás juega callado. Su futuro se define en la gestión económica de los próximos meses, en evitar una devaluación aún más brusca y en la estabilización de la macroeconomía. A la par, da claros indicios de dónde se ubicaría geopolíticamente un eventual gobierno massista: al tiempo que el devaluado Alberto Fernández hablaba en la CELAC y denunciaba el bloqueo a Venezuela y Cuba, el otrora presidente de la Cámara de Diputados disertaba en The Council of Américas. Claps in English.

Fotos: Pedro Palacios

La Jefa y el gato

La persecución judicial contra CFK volvió a encuadrar a gran parte del peronismo detrás de la mayor líderesa popular de los últimos 60 años. Desde Julio Vitobello hasta el Movimiento Evita, pasando por la CGT y cinco presidentes de la región (con el llamativo silencio del socialdemócrata Gabriel Boric) se sumaron al coro de apoyos a la vicepresidenta.

El clamor de una buena parte de la sociedad vuelve a pedir por una candidatura de Cristina en 2023. Llamativamente, CFK conserva su piso de adhesiones en un proceso inverso al del presidente que supo tener una imagen positiva del 80% y la dilapidó estrepitosamente en menos de dos años. Lo que preocupa: en el grueso de la sociedad y pese a los esfuerzos de la vicepresidenta, la actual gestión del país se lee como un gobierno K.

Fotos: Pedro Palacios

Del otro lado, circula un rumor: si se sube al ring Cristina, también se sube Macri. Implicaría todo un desafío a la «avenida del centro» y la propia Embajada que apuestan por un peronismo domesticado y una oposición que dialogue con todos menos con los kirchneristas.

En el horizonte, un hecho fundamental: la elección en Brasil, que dirimirá en apenas un mes el futuro del continente. De ganar Lula, Argentina, Chile, Bolivia, Brasil, Perú, Venezuela, Colombia y México tendrían presidentes -al menos- progresistas. Un dato que podría desempolvar la oxidada caja de ofensivas populares que, desde hace años, duerme el sueño de los justos pese a las victorias electorales de gobiernos Nac&Pop.

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Yair Cybel

Una vez abrazó al Diego y le dijo que lo quería mucho. Fútbol, asado, cumbia y punk rock. Periodista e investigador. Trabajó en TeleSUR, HispanTV y AM750. Desde hace 8 años le pone cabeza y corazón a El Grito del Sur. Actualmente también labura en CELAG y aporta en campañas electorales en Latinoamérica.