Este jueves, representantes de distintos sectores de la cultura agrupados en Unidos x la Cultura realizan un bengalazo y una conferencia de prensa a las 12 hs frente al Congreso para exigir que el Senado sancione la ley que prorroga las Asignaciones Específicas a la Producción Cultural. De no sancionarse, el próximo 31 de diciembre se termina el fondo de fomento que financia al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), al Instituto Nacional del Teatro (INT), al Instituto Nacional de la Música (Inamu), a bibliotecas populares de todo el país y a la Defensoría del Pueblo.
“No hay ningún freno más que político para que sea tratado y votado a favor o en contra -dice a El Grito del Sur el director de cine Javier Gabino-. Ya pasó por comisión, lo que necesita es que se meta en el recinto. Nos llega por diferentes lugares que están los votos, después que algún senador se dio vuelta. Las veces que hubo sesión nos dijeron que se trataba y después que no se pudo. Hay una situación de hartazgo de nuestra parte”.
El proyecto ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados, que se obtuvo el pasado 15 de junio con 132 votos afirmativos, 5 negativos y 92 abstenciones y después de que Unidos x la Cultura realizara distintas movilizaciones y actividades para visibilizar la problemática.
Sin embargo, en el sector hay una nueva inquietud luego de que el ministro de Economía, Sergio Massa, anunciara en las últimas horas un fuerte ajuste en distintas áreas del Estado. “La situación social y política que vive el país nos preocupa. Lo de Massa es un ajuste hecho y derecho, la injerencia del Fondo (Monetario Internacional) es directa y piden ajustar en partidas presupuestarias para educación, salud. ¿Por qué la cultura no va a ser una variable de ajuste?”, inquiere Gabino.
La manifestación de este jueves se hace con bengalas de humo de distintos colores en representación de la diversidad de sectores que reclaman la prórroga del financiamiento y en la conferencia de prensa hablan Ingrid Urrutia (integrante de ATE Incaa); Teresa Saporiti (Documentalistas de Argentina); Nancy González (Unión de Músicos en la CTA); Mirta Israel y Mirta Busnelli (Actrices Argentinas); Juan Salvador (Farco) e Ignacio Etchart (medios comunitarios).
Cómo se llegó a esta situación
La Ley de Cine, sancionada en 1994, determinó que el Fondo de Fomento se nutra principalmente de dos impuestos: uno a la exhibición en salas, a cargo del espectador, y otro proveniente de lo recaudado por el Enacom (en ese momento, el Comfer), a cargo de los licenciatarios, entre otros ingresos como donaciones o recupero en la devolución de créditos a la producción y el alquiler de videos.
Pero en diciembre de 2017, en pleno intento de reforma previsional, el macrismo envió al Congreso un proyecto de ley ómnibus -en cuyo título no estaban mencionadas las palabras “cultura” ni “cine”- que incluyó por primera vez un plazo de vencimiento a la asignación específica de fondos para sostener a toda la producción cultural argentina.
Si el Senado no aprueba la ley los gravámenes seguirán existiendo, pero ingresarán en adelante a las Rentas generales del Estado y no de forma directa al Fondo de Fomento Cinematográfico. El Incaa quedaría sin recursos propios para funcionar, pasando a depender de lo que cada año le asigne la Ley de Presupuesto y perdiendo su carácter de autarquía definido en su ley fundante.
“Pelear para ir para adelante”
Esta falta de financiamiento al Instituto impacta, desde ya, en las producciones audiovisuales que no pueden ponerse en marcha ante la incertidumbre de si contarán con el apoyo económico para realizar las películas.
“Todos los que tenemos un proyecto o intentamos seguir adelante con los subsidios que da el Incaa sufrimos la bicicleta: se suspenden las partidas, te dicen que va a venir el dinero la semana que viene y llega un mes después, además de que los fondos en un contexto inflacionario como éste terminan siendo muy bajos. Esto es así desde la época del macrismo”, apunta Gabino.
El director de cine señala que la situación los obliga a “pelear por la defensa de un derecho que tienen los trabajadores de un país que es poder hacer su cultura y producir arte” en lugar de exigir mejoras, como la garantía del derecho a la exhibición de las producciones nacionales para que puedan ser vistas por el público. Y concluye: “La pelea que damos es porque no nos saquen. Conquistar esto, el no desfinanciamiento, es pelear para ir para adelante”.
