Luciana Aranda y Tamara Gamarra son dos mujeres trans. A principios de este mes, ambas comenzaron el curso de capacitación para convertirse en bomberas. «La inclusión de mujeres y personas transgénero en las filas de nuestra institución es una clara manera de expresar, dar el ejemplo de la inclusión y el respeto a la diversidad», sostuvo el comunicado publicado por Bomberos Voluntarios de Garín.
La institución ubicada en el partido bonaerense de Escobar explicó que Tamara y Luciana comenzaron las capacitaciones correspondientes para ser parte del cuerpo activo, luego de rendir el examen de ingreso obligatorio
“Esta noticia vuelve realidad lo que hace algunos años Tamara y Luciana sólo podían soñar. Es también un símbolo del crecimiento que hemos tenido como sociedad”, celebró el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk.
«Con mucha emoción, Tamara Gamarra y Luciana Aranda conocieron las instalaciones y a los miembros del equipo que en las próximas semanas las instruirán a través del curso requerido para convertirse en bomberas», expresó el intendente y agregó que «es tarea de todos y todas construir la sociedad integrada que soñamos».
En la provincia de Buenos Aires, quienes se desempeñan como bomberos voluntarios son 2.242 mujeres (2218 activas y 24 en reserva) y 13.481 hombres (12.194 activos y 1287 en reserva), según datos del Registro Único Bomberos Argentina (RUBA). A nivel nacional, la cifra asciende a 36 mil hombres y 8 mil mujeres.
Tamara y Luciana siguen así los pasos de Cintia Brandana, quien en 2020 fue reconocida como la primera bombera trans del país.
Brandana es oriunda de la localidad de Villa Larca, en la provincia de San Luis, y hace nueve años que forma parte del cuartel junto a buena parte de su familia. “En mi cuartel somos doce bomberos, está conformado por toda mi familia, mi papá, mis hermanos, mis tíos. Ese fue un factor que me ayudó, por eso también me animé a entrar, porque son todos mis familiares”, contó en una entrevista a El Diario de la República.
Brandana logró el cambio de identidad registral en noviembre de 2012, apenas seis meses después de que fuera sancionada la ley de Identidad de Género, y en 2013 fue la protagonista del primer matrimonio igualitario de su provincia.
“Un solo cuartel me ha discriminado, pero yo no me había dado cuenta porque no le doy importancia. Fue un cuartel de una localidad vecina -dijo-. Los bomberos que no me conocen a veces me miran raro. Ahora me respetan más porque me reconocieron a nivel nacional y les da miedo discriminarme porque tengo más derechos”.
