A “Darle play a lo que nos enciende” invita la comunicadora Flora Proverbio a la comunidad de más de cinco mil mujeres mayores de 50 que la siguen en redes sociales.
Fundadora de la consultora Ethnos Strategy y co-autora del podcast La Segunda Mitad, Flora lleva 20 años estudiando la madurez y su vínculo con la sexualidad y el placer.
En un mundo cada vez más longevo, Flora se cuestiona sobre diferentes aspectos de la sexualidad femenina en la madurez intentando derribar mitos y prejuicios. ¿Cómo gestionar el erotismo a medida que se avanza en la vida? ¿Cómo se dispara el deseo después de la menopausia? ¿Qué desaprender y volver a aprender sobre la sexualidad y el placer?
Ahora la docente en Economía de la Longevidad en la Universidad Isalud se prepara para el lanzamiento de su libro “Triángulos plateados: Relatos y datos sobre deseo y mujeres maduras”, que saldrá dentro de dos meses con imágenes de Eve Grynberg.
Para eso lanzó una serie de videos adelanto que pueden verse en YouTube y en el sitio Plateadas.org. Para escribirlo, la autora entrevistó a más de 60 mujeres de Argentina y otros países de América Latina, realizó una encuesta de la que participaron 1150 mujeres y habló con varies referentes en el tema.
Sin perder rigor analítico, Flora comunica con frescura y desparpajo lo que sucede en el ocaso de la vida. El erotismo, la educación sexual y los tabúes fueron algunos de los temas que retomó en una conversación telefónica con El Grito del Sur.
¿Cómo empezaste a estudiar el tema de la sexualidad +50?
Yo trabajo con lo que se llama “economía plateada”, que atañe a todes les mayores de 50 años. En el último tiempo la expectativa de vida se extendió muchísimo y descendió la tasa de natalidad, entonces cambió la configuración de la sociedad. En el mundo ya hay más personas mayores de 65 años que niñes menores de 5. Esto impacta en todo. Dentro de la economía plateada la sexualidad y el placer siempre me interesaron. Acercándome a mi menopausia escuchaba dos relatos contrapuestos: el más medicalizado, que vaticinaba sequedad vaginal y baja de la libido y el que hablaba de placer toda la vida. Me parecían dos pares opuestos y eso me llevó a investigar cómo las mujeres transitan y ejercitan su deseo y su placer.
¿Por qué te parece que ahora se está hablando más de la sexualidad en la madurez?
Esto está pasando gracias a que el feminismo generó un cambio de paradigma. Siempre la sexualidad femenina estuvo relacionada a la reproducción y la educación sexual al embarazo o las enfermedades. A medida que el feminismo fue logrando que tengamos diferentes lugares donde realizarnos como mujeres por fuera de la maternidad, se rompe la idea de que después de la menopausia la sexualidad no existe. La menopausia como principio del fin.
Justamente vos hablás en tus videos de un cambio en la manera de transitar el placer y no una pérdida. ¿Es un mito la baja de la libido en la menopausia?
En primer lugar, hay que entender que hay gente a la que nunca le interesó la sexualidad y la madurez le resulta un momento ideal para bajar la persiana. Por otro lado, hay gente que es super sexual y se va reinventando. Lo más importante es tener ganas porque sino generamos otro nuevo mandato. Después necesitamos la información para saber cómo gestionar nuestro placer. Cuando bajan las hormonas, el mecanismo por el que se produce el deseo es más lento y la excitación, que es la respuesta física, tarda más. ¿El cuerpo cambia? Si, el deseo también pero lo que yo propongo es decidir en frío que te querés calentar. Es una decisión mental consumir estímulos que desencadenen este proceso para excitarse. Si uno se predispone el deseo llega, pero es desarmar la idea de que con la menopausia la libido desaparece. No desaparece, cambia. El clítoris funciona toda la vida, la piel siente toda la vida y el cerebro también.
¿Qué otros mitos circulan respecto a la sexualidad 50+?
Lo más fundamental es que la sexualidad no es cosa de viejos. Pensar que una vieja que se erotiza está mal. Después hay ideas como que sexualidad es igual a coito, cuando en verdad muchas veces a los hombres mayores les cuesta sostener una erección. Cuando vamos avanzando en años tenemos que pensar una sexualidad más holística. Otro prejuicio muy destructivo es pensar en la sexualidad solo en cuerpos jóvenes, lisos, sin arrugas, en vez de pensar que con el crecimiento también tenemos que aceptar los cambios. La conversación social que estamos teniendo sobre la inclusión de los cuerpos es necesaria. Está la idea de que los viejos no se masturban, cuando en verdad con la soledad el autoerotismo crece. Otra cosa de la que no se habla es de la diversidad sexual en la vejez, a diferencia de lo que se piensa en verdad muchas mujeres post 50 empiezan a estar con otras mujeres, en parte porque hay menos varones.
¿Qué pasa con la soledad en la madurez?
La soledad es un problema gravísimo en les adultes mayores más allá de la sexualidad. Tiene un impacto en la salud física y emocional tremendo y muchísimos gobiernos ya están viendo cómo resolverlo. Obviamente hay una correlación entre tener una compañera o compañero y tener más relaciones sexuales. A medida que pasan los años, muchas veces van desapareciendo los lugares donde conocer a alguien. Esto no quiere decir que no esté el deseo sexual, sino que por como está diseñada la sociedad esas oportunidades se van volviendo escuetas.
Muchas personas se pierden de explorar la sexualidad por la falta de educación sexual integral. ¿Creés que es necesaria una ESI pos 50?
Hay muchísimos proyectos de educación sexual para adultes mayores donde justamente se aprende ESI, se desarman mitos. Yo tengo 52 años y se puede decir que formalmente tuve educación sexual; sin embargo, siempre faltó la dimensión del placer y faltó que se nos hablara del deseo femenino. Es verdad que resulta mucho mejor que lo que recibieron nuestras madres, pero sigue siendo un relato muy coitocentrista. Ahora hay un montón de propuestas que buscan desterrar esto.
¿Qué pasa con el sexo y la cercanía de la muerte ya sea propia como de personas cercanas?
La muerte o los duelos diría yo, porque a medida que vamos creciendo tenemos que afrontar diferentes duelos que implican un reacomodamiento. Yo no estaba pensando en el tema de la muerte cuando empecé las entrevistas y me di cuenta que muchas mujeres empezaban sus relatos con una gran pérdida y la sexualidad como metáfora de la pulsión de vida, como reconectar con las ganas de vivir. La sexualidad es como una defensa a la presencia de la muerte tan grande. La sexualidad te conecta con estar muy vivo, es un tema que no venía buscando para nada y salió muy patente.
