Este miércoles, les residentes y concurrentes de la Ciudad de Buenos Aires vuelven al paro. El argumento es claro: bajos salarios, mucha demanda horaria y una creciente desidia por parte de las autoridades porteñas con el sector. Dato no menor, este es el año con menor cantidad de residentes anotades: en la Ciudad de Buenos Aires, de las 970 vacantes que se ofrecieron, quedaron 72 sin cubrir. Ni bioquímica ni farmacia pudieron tampoco completar sus cupos.
¿A qué se debe esta situación? Según a quién se le consulte, las respuestas varían. «Después de dos años de pandemia, donde nos han aplaudido y agradecido de distintas maneras, nuestro salario quedó desfasado por la inflación. A su vez, estamos muy por debajo de lo que se cobra en Nación y Provincia», señaló a El Grito del Sur Carina Goya, médica residente de tercer año de Pediatría en el Hospital Elizalde.
«Queremos recuperar el salario que venimos perdiendo y exigimos la apertura de una paritaria en alta», agregó la delegada. Desde el espacio de Asamblea Residentes CABA, que nuclea a residentes y concurrentes de distintas especialidades de la Ciudad, realizaron convocatorias en los diferentes hospitales y acordaron que ningún residente ni concurrente permanezca en los hospitales durante toda la jornada de lucha.
En la actualidad, residentes de CABA cobran entre 110 y 130 mil pesos y las contraprestaciones horarias llegan hasta las 360 horas mensuales, casi el triple que cualquier trabajo formal. «Las condiciones laborales empeoran por el ajuste y la falta de presupuesto en salud», sostuvo Goya.
Las autoridades de la residencia de Ciudad, consultadas para esta nota, explicaron que este año se añaden una serie de circunstancias especiales. A la menor cantidad de egresados por la pandemia se suma la falta de digitalización de los diplomas y otros trámites burocráticos que entorpecieron el proceso. También señalaron que la residencia es una instancia de formación de posgrado, bajo supervisión y con responsabilidad progresiva.
«Hay que poder escuchar a los jóvenes que vienen con otro pensamiento. Tenemos que acortar las carreras que hoy son muy largas y viejas», explicó Horacio Yulitta, pediatra y coordinador de la Residencia de CABA. «Es necesario que podamos sentarnos todos los actores con responsabilidad en el sistema para repensar la formación de grado».
Además, Yulitta consideró que las carreras de grado no deberían otorgar un título habilitante. «En Canadá si vos terminás la carrera de Medicina y no querés hacer más nada, te dan un besito en la frente y te vas, no podés ejercer. Acá la ambulancia te paga 30 lucas la guardia y con cuatro guardias por mes casi estás. De esta manera se desestima la residencia como instancia importante y calificatoria. Hay que fijarse lo que necesita el país y considerar qué especialidades precisamos en serio», sentenció Yulitta.
Es por ello que desde la conducción de las residencias proponen una nueva legislación que pueda contemplar las miradas del Gobierno, residentes, sindicatos y universidad. «Más clases, más ateneos y cantidad de guardias justas», reclamaron.
Sin embargo, la respuesta de les residentes no va en el mismo sentido y enfatizaron que el problema de base es salarial. «Hoy en día en la Ciudad de Buenos Aires no podés vivir con 110 mil pesos cuando el alquiler de un monoambiente te sale 50», dijeron. «No hay desinterés en las residencias, lo que sucede es que la realidad se vuelve invivible con este sueldo», concluyó Goya.
