Como si se repitiera el libreto, las encuestas volvieron a fallar y los l铆deres populares volvieron a demostrar la persistencia de la huella de los procesos transformadores en Latinoam茅rica. Brasil tendr谩 segunda vuelta para definir a su pr贸ximo presidente.
El saldo de la elecci贸n m谩s masiva del continente puede sintetizarse en tres conclusiones: gan贸 Lula y perdi贸 el PT; perdi贸 Bolsonaro y gan贸 el bolsonarismo; y la ancha avenida del medio volvi贸 a demostrar que no representa a (casi) nadie pero resulta determinante a la hora de poner presidentes. Vamos por partes.
Gan贸 Lula. Despu茅s de la c谩rcel, de la muerte de su compa帽era, de la persecuci贸n judicial y el hostigamiento pol铆tico, el m谩ximo l铆der de la historia contempor谩nea de Brasil se impuso por 5 puntos y 6 millones de votos. Gan贸 en el norte y en el nordeste y qued贸 a poco menos de tres puntos de coronarse en primera vuelta. Un ave f茅nix metal煤rgico que revivi贸 a los 77 a帽os para volver a conducir los destinos del gigante sudamericano.

Pero tambi茅n perdi贸 el PT. El Partido de los Trabajadores, la formaci贸n obrera que acompa帽贸 a Lula durante sus a帽os de gobierno y proscripci贸n, demostr贸 sus falencias a nivel nacional. Fue derrotado en R铆o y en Brasilia, mientras que en San Pablo forz贸 un ballotage donde deber谩 revertir una diferencia de m谩s de 7 puntos. Adem谩s obtuvo una c贸moda minor铆a en ambas c谩maras. Como saldo, Bolsonaro gan贸 en nueve gobernaciones mientras que Lula se llev贸 solo cinco.
Un dato que grafica de manera clara el contradictorio triunfo de Lula y su convivencia con la derrota del PT es que hubo mucho m谩s voto en blanco en las elecciones estaduales que en las presidenciales. Mucha gente que opt贸 por Lula a nivel nacional, eligi贸 impugnar su voto a nivel local. Lo que representa el caudillo obrero no logran sintetizarlo sus cuadros medios partidarios.
Perdi贸 Bolsonaro pero gan贸 el bolsonarismo. Mientras que el primer mandatario recibi贸 un rev茅s a nivel nacional, el Partido Liberal del exmilitar controlar谩 la C谩mara de Diputados y la de Senadores pero tambi茅n se hizo fuerte en gobernaciones estrat茅gicas como San Pablo, R铆o de Janeiro e incluso en Minas Gerais y refrend贸 la existencia de un 芦bolsonarismo social禄 que representa a m谩s del 40% de la poblaci贸n. De hecho, los bolsonaristas m谩s relevantes obtuvieron una banca: fue聽electo el exjuez Sergio Moro y el vicepresidente Hamilton Mourao, los criticados exministros de Medioambiente y Salud, el fiscal del Lava Jato e incluso el futbolista Romario, reelecto como Senador Federal por Rio de Janeiro.

Por 煤ltimo, la angosta avenida del medio refrend贸 su intrascendencia electoral en Latinoam茅rica pero su furioso poder de fuego. Entre los dos primeros candidatos sumaron casi el 92% de los votos. Tercera qued贸 la senadora de centro derecha Simone Tebet (del partido de Michel Temer) y relegado al cuarto lugar Ciro Gomes, quien hizo su peor elecci贸n hist贸rica y cosech贸 un cuarto de los votos que hab铆a obtenido en 2018. Con una ret贸rica muy antilulista, Gomes sum贸 apenas 3% de los votos que ser谩n vitales para la segunda vuelta del 30 de octubre.
Algunas ideas que persisten luego de la elecci贸n: en toda la regi贸n se sostiene una profunda derechizaci贸n de la derecha. Mientras las coaliciones populares o progresistas se corren al centro, las opciones conservadoras consolidan su representaci贸n sin hacer concesiones en sus marcos ideol贸gicos. Bolsonaro no moder贸 su discurso ni se corri贸 al centro y, as铆 y todo, logr贸 expresar un 43% de las adhesiones despu茅s de una p茅sima gesti贸n sanitaria y econ贸mica.
Por otro lado, la definitiva muerte del centro pol铆tico como expresi贸n representativa de las voluntades de las mayor铆as en Am茅rica Latina. En un continente polarizado, el coreacentrismo solo se vuelve rentable para periodistas y opin贸logos. La gente busca soluciones y la l贸gica del di谩logo y la concordia no pareciera expresar las salidas que una poblaci贸n descontenta precisa. En ning煤n pa铆s de Latinoamerica gan贸 un gobierno que hiciera campa帽a hablando del centro, pese a que muchos y muchas rompieran su contrato electoral para girar a posiciones m谩s moderadas.

Votar en contra: con techos electorales cada vez r铆gidos, una de las tendencias que se refrend贸 en la elecci贸n fue la idea de 芦votar en contra禄. M谩s por rechazo que por adhesi贸n, estas nuevas tendencias tambi茅n dan cuenta de la volatilidad de los apoyos basados m谩s en el rechazo al otro que en la identificaci贸n con un proyecto pol铆tico.
El 30 de octubre, 156 millones de brasileros y brasileras volver谩n a las urnas. 驴De d贸nde saldr谩n los votos que deben buscar ambos candidatos? Del magro 7% de la avenida del centro y de los 32 millones de personas que no fueron a las urnas y a las cuales el rechazo puede movilizar. Los resultados de este domingo, igualmente, auguran que en una muy probable y futura presidencia de Lula las cosas ser谩n m谩s complejas de lo que se preve铆an, con un legislativo fuertemente bolsonarista y un bolsonarismo social cada vez m谩s instalado.