Sin rumbo, pero hay que seguir

😵‍💫 Tres actos de la lealtad, dos internas calientes y un presidente "desnudo" y enamorado de un método falaz. La foto del 17 será una muestra cabal de la atomización de los espacios políticos que conviven en el oficialismo.

«Yo sigo creyendo en el diálogo». La frase pasó desapercibida en medio de la arenga autorreferencial que pronunció Alberto Fernández en el coloquio empresarial de IDEA que el propio presidente pidió cerrar. En el mismo párrafo en que se despachó por derecha e izquierda contra la «prepotencia de los soberbios» y «el coraje de los mercenarios» (en clara referencia a los dos períodos anteriores de gobierno), Fernández develó el origen de todas sus fallas, que el científico más inexperto podría refutar: el enamoramiento de un método falaz.

El mujaidín del diálogo volvió a hablar de unidad nacional pero esta vez ante empresarios, apenas unos días antes de que el peronismo (y su expresión electoral, el Frente de Todos) vuelva a mostrar la preocupante fragmentación que vive. Este 17 de octubre, en un nuevo aniversario del Día de la Lealtad, serán al menos tres actos los que convoquen al desgajado movimiento nacional. Alberto Fernández, el rey desnudo, no acudirá a ninguno. El diálogo no le funciona ni con los «propios».

La foto del 17 será una muestra cabal de la atomización de los espacios políticos que conviven en el oficialismo. Camioneros, las CTA, el PJ Bonaerense y La Cámpora marcharán a Plaza de Mayo. Tal como explicó Pablo Moyano, será en «respaldo al Gobierno» a pesar de las múltiples críticas que existen. En el centro del debate, desde este espacio buscan posicionar el acuerdo con el FMI como responsable de la crisis económica y retomar una agenda de (discretas) ofensivas, sobre todo en relación al ingreso de suma fija para trabajadores y trabajadoras formales.

La CGT de los gordos, cada vez más flaca, oficiará de banda soporte y convocará por su parte a un reducido Obras Sanitarias. Allí, sin la UOM ni Camioneros, los principales sostenes políticos del desfalleciente albertismo arengarán a los propios en un contexto de contradictoria pérdida de valor del salario y crecimiento macroeconómico. Desde un teatro cerrado pronunciarán un discurso con eje en el control de la inflación pero también en el 2023, donde se espera que pidan más lugares en las listas. Daer en esa ya ganó: su hija Maia reviste como legisladora desde 2021 en la Ciudad de Buenos Aires.

Los movimientos sociales tendrán su propio escenario, también de local. Será en Laferrere, uno de los distritos más postergados del matancero corazón del peronismo bonaerense donde realizarán un “Cabildo abierto de la militancia popular». Allí buscan forzar unas PASO entre la diputada Patricia «Colo» Cubria y el intendente Fernando Espinoza. Luego de arrimar al cargo de ministra de Desarrollo Social a Victoria Tolosa Paz, el Evita reivindicará la garantía de la paz social en un diciembre difícil y exigirán que se retomen las iniciativas legislativas impulsadas desde la UTEP. “Hay que tener una política de contención que no compita con el empleo formal”, expresó la flamante ministra esta semana, de estrecha cercanía a Emilio Pérsico, otro de los militantes más aguerridos del consenso.

Mientras tanto, Sergio Tomás Massa continúa con su libreta de pequeñas victorias macroeconómicas. Dólar soja y liquidación, cierres con el FMI y el Banco Mundial en Estados Unidos y una leve reducción de la espiral inflacionaria, que pasó del 7% en agosto al 6,2% en septiembre. El compromiso de que parte de los ingresos del agro derramaran en un paliativo económico para los sectores en situación de indigencia, aún duerme el sueño de los justos. «Ceder para crecer», reclama el coloquio de IDEA, y el sujeto tácito de la oración pareciera remitir indudablemente a quienes menos tienen.

Pero el peronismo no hegemoniza la potestad de las internas políticas. Halcones y palomas se despluman del otro lado de la grieta. Mientras Mauricio Macri presentó el libro que le escribieron Hernán Iglesias Illia y su tocayo Lombardi, Patricia Bullrich hizo un intento por mostrar músculo por derecha en un plenario del PRO que definió como «punto de inflexión» de cara a la carrera por encabezar la boleta presidencial en 2023.

Del otro lado, Larreta ya dio su pistoletazo de salida para el sprint final del año en la interna PRO. La presentación en sociedad de su nueva pareja aparece más como una estrategia de posicionamiento de una primera dama que como un sinceramiento en asuntos de corazón del Jefe de Gobierno de la Ciudad. Esta misma semana hizo valer su peso específico porteño y evitó que se realizara la sesión donde el «frente antigrúas» pretendía tumbar el impuesto a las tarjetas de crédito. Liberalismo de postal para la revolución de la alegría.

MIlagros Maylin, flamante novia de Horacio Rodríguez Larreta

Dos buenas que, en tiempos de crisis, pasaron inadvertidas y trajeron sus propios coletazos: con un amplio acuerdo interpartidario se aprobó en Diputados la prórroga de la Ley de Barrios Populares, que suspende los desalojos por diez años y amplía el número de villas inscriptas en el Registro Nacional de Barrios Populares (ReNaBaP). No fue gratis para el PRO, que debió enfrentar las críticas de Patricia Bullrich, Carolina Píparo y los halcones, quienes criticaron la iniciativa pero en la Cámara solo cosecharon dos votos negativos y tres abstenciones.

Por último, en un acto de justicia tardío pero necesario, la Cámara Baja autorizó la expropiación del inmueble de República Cromañón para emplazar allí un centro de la Memoria. La decisión pone de relieve el rol del dueño del terreno, Rafael Levy, uno de los responsables de la masacre cuya imagen pública fue menos mancillada. Curiosamente, esta misma semana reapareció Aníbal Ibarra y declaró su interés por competir nuevamente en elecciones porteñas. Grosera falta de timing o estrategia política para el último referente triunfal del progresismo porteño.

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Yair Cybel

Una vez abrazó al Diego y le dijo que lo quería mucho. Fútbol, asado, cumbia y punk rock. Periodista e investigador. Trabajó en TeleSUR, HispanTV y AM750. Desde hace 8 años le pone cabeza y corazón a El Grito del Sur. Actualmente también labura en CELAG y aporta en campañas electorales en Latinoamérica.