Un repliegue necesario de cara a 2023

🤝 Tras sus respectivos pasos por el Ministerio de Hábitat y el de Desarrollo Social, Jorge Ferraresi y Juanchi Zabaleta decidieron regresar a sus intendencias para ver con mejores ojos el 2023, en un contexto de crisis generalizada del Gobierno. ¿Qué panorama político les espera?

En el Ejecutivo de Alberto Fernández, ni los ministros anhelan hoy en día conservar sus cargos. A la renuncia de Elizabeth Gómez Alcorta, se sumó la huida del gabinete de dos intendentes que pisan fuerte en el conurbano bonaerense: Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Juan Zabaleta (Hurlingham). Ambos ocuparon cargos vinculados al área social y la obra pública, pero sus respectivos roles se fueron desdibujando a medida de que el Gobierno perdió credibilidad política y encima la billetera se volvió cada vez menos abultada. En tanto, el ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis amagó con volver a San Martín pero finalmente dio su respaldo a Fernando Moreira, quien lo reemplaza desde fines de 2019 en esa intendencia, de cara a las elecciones de 2023.

Jorge Ferraresi asumió como ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat en noviembre de 2020 en reemplazo de María Eugenia Bielsa, quien había sido apuntada indirectamente por la vicepresidenta Cristina Fernández tras la épica frase «hay funcionarios que no funcionan». Su gestión estuvo atravesada por la entrega de unos 60.000 créditos a tasa cero para la construcción en lote propio y más de 33.000 viviendas en desarrollos urbanísticos. Al mismo tiempo, se opuso a la Ley de Alquileres vigente lo cual le valió la confrontación de las principales federaciones de inquilinos del país.

«La vuelta de Jorge Ferraresi a Avellaneda se enmarca en un acuerdo previo y en una estrategia general de que los intendentes vuelvan a sus lugares para retomar la gestión local y dar la pelea electoral», confió a El Grito del Sur un importante funcionario de este municipio. ¿Qué panorama político le espera en Avellaneda? Tras obtener el 60 por ciento de los votos en 2019, el Frente de Todos se impuso en las elecciones de medio término con casi el 49 por ciento logrando una ventaja de unos diez puntos sobre Juntos por el Cambio. De esta forma, no se trata de una intendencia que corra riesgo en el corto plazo y de hecho se erige desde hace tiempo en uno de los bastiones del peronismo dentro del conurbano.

Por su parte, Juanchi Zabaleta llegó al Ministerio de Desarrollo Social tras la gestión de Daniel Arroyo y la dura derrota del Gobierno en las últimas PASO. Con una impronta muy diferente a la de su predecesor, Zabaleta (con un tinte negociador y un conocimiento mayor del territorio) cosechó apoyos hacia dentro y logró contener la tensión que significa tener al Movimiento Evita como parte de la estructura fundamental del Ministerio. Sin embargo, en Hurlingham tuvo que recurrir a La Cámpora -de la mano de Damián Selci- para sostener el Ejecutivo y esto implicaba un riesgo para su propio armado político con vistas a 2023. Desde el entorno de Juanchi relativizaron esta cuestión y plantearon que «la vuelta al distrito estaba pautada con el propio Presidente porque Zabaleta se tomó en su momento licencia para hacer un aporte en el plano nacional. Él tiene un compromiso con los vecinos y las vecinas de Hurlingham y lo quiere cumplir, sin perjuicio de lo cual fue una gran distinción ser ministro».

Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Juan Zabaleta (Hurlingham) ocuparon cargos vinculados al área social y la obra pública.

A diferencia de Avellaneda, en Hurlingham el panorama político-electoral no es tan holgado. Tras arrasar con más del 54 por ciento de los votos en 2019, dos años después el Frente de Todos se impuso con el 40,1 contra el 36,4 por ciento de los votos. Es decir, el pronóstico es reservado y queda atado a la evolución de las variables económicas -en especial, la inflación- que afectan al bolsillo y al poder adquisitivo de los salarios.

No obstante, desde Hurlingham son optimistas y confían en la cercanía de la gestión que aporta Juanchi Zabaleta. «Hay problemas de arrastre, como la mayor deuda de la historia argentina, que ha dejado el gobierno anterior. Ahora el desafío es seguir haciendo todo el trabajo que tenía lugar en salud, educación, deporte, etc. Acá, en plena pandemia, se hizo un hospital en apenas 60 días. Zabaleta tiene una alta adhesión por su modo de cercanía y trabajo mano a mano con los vecinos. Su aprobación ronda el 75 por ciento, según las últimas encuestas», plantearon.

Ferraresi y Zabaleta no son los únicos que dejaron el Ejecutivo nacional para retornar a sus respectivos territorios. Por fuera de la Provincia de Buenos Aires, el caso de Juan Manzur es paradigmático: el jefe de Gabinete anunció recientemente que volverá a Tucumán para disputar las elecciones a gobernador de mayo del año que viene. Esta decisión se enmarca en las divisiones internas que existen con el gobernador interino Osvaldo Jaldo, quien ocupó su lugar y rápidamente mostró diferencias con Manzur. Asimismo, Tucumán decidió desdoblar las elecciones al igual que un puñado de provincias -hasta ahora también se sumaron Jujuy, Río Negro y Salta- que quieren evitar el efecto arrastre negativo desde Nación.

Si bien los intendentes buscan separar la coyuntura nacional de lo que ocurre en los municipios, está claro que los «coletazos» pegan de lleno y por eso -si bien no lo dicen públicamente- no quieren saber nada con un posible intento de reelección del presidente Alberto Fernández. Esta candidatura restaría aún más en un contexto sumamente difícil, por lo que precisan de alguien que traccione el voto peronista-kirchnerista y además genere cierta esperanza de que las cosas pueden andar mejor.

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Sebastián Furlong

Licenciado y profesor en Ciencias de la Comunicación (UBA). Retrato periodísticamente el conurbano y la ciudad de la furia. Agenda popular y política para analizar la realidad y aportar al quehacer colectivo.