Ella sí que era el fuego

🤍 Politizó la maternidad, perdió tres hijos pero se convirtió en la madre de todo un pueblo. Un adiós apretado y caluroso para Hebe de Bonafini, la mujer que venció a la dictadura y alumbró el camino de la democracia.

El termómetro marca 37° grados, pero a las tres de la tarde en Plaza de Mayo parece que hicieran cincuenta. Miles de personas se agolpan en un espacio reducido en uno de los días más calurosos del año. El sol pega fuerte y no alcanzan las fuentes para poder mojarse las patas. El sudor es el perfume ácido que lo impregna todo y en el mismo metro cuadrado conviven risas y llantos. La imagen no se explicaría si no se tratara de la ronda homenaje a Hebe de Bonafini, la madre colectiva del pueblo argentino.

El domingo pasado y a sus 93 años, después de 45 años de lucha, 2328 rondas y una búsqueda incansable por memoria, verdad y justicia, Hebe de Bonafini partió a otro plano dejando tras de sí el legado de lucha contra la opresión, de valentía y sacrificio y la profunda leyenda de haber colectivizado la maternidad. Hebe perdió tres hijos, pero un pueblo entero la reconoce como madre.

Hasta la Plaza de Mayo llegó una multitud de personas, organizaciones de un amplísimo espectro político, espacios de niñeces y familias y, sobre todo, mucha gente autoconvocada. «Amor con amor se paga», repetían muchos carteles. Alrededor de la pirámide central de la Plaza, esa que las Madres gastaron de tanto caminar, fotos, cartas, dibujos, recuerdos y flores comienzan a colorear la tarde.

Fotos: Pedro Palacios

«Las Madres politizaron la maternidad, nos enseñaron que la lucha no se abandona nunca», explica Eze Negro Montenegro, que lleva en la espalda colgada la bandera celeste, blanca y rosa de la comunidad trans. «En particular para la comunidad trans, cuando ellas buscaban a sus hijes, también se hicieron nuestras madres y parieron derechos como la ley de identidad de género, de cupo, de matrimonio igualitario», agrega.

Las cenizas de Hebe descansan ahora en la Plaza de Mayo. Fueron esparcidas por las Madres de la Plaza luego de realizar la tradicional ronda. Esta vez, como tantas otras, llegaron invitados célebres: desde Axel Kicillof (gobernador de la Provincia de Buenos Aires) hasta Tristán Bauer (ministro de Cultura de la Nación), pasando por una amplia gama de referentes y diputados del Frente de Todos. También estuvieron la cantante Teresa Parodi, el Padre Paco Olveira -del Grupo de Curas en Opción por los Pobres-, el exministro de Economía Amado Boudou, y el gremialista Daniel Catalano (ATE-Capital).

«Vinimos a despedir a Hebe pero no la podemos despedir porque Hebe ya es del pueblo», señala Juliana, estudiante y militante que llegó desde Quilmes para participar de la ronda. En el piso aparecen ya algunas estampitas de Hebe, sonriente y coronada de gloria.

Arriba del escenario se escucha la voz inquebrantable de las Madres, las compañeras de toda la vida de Hebe. Habla Josefa «La Tana» Fiore, que ya cuenta 93 años en su haber y media vida de lucha. Después llega el turno de Visitación de Loyola, que con 98 toma el micrófono y la dulzura de una madre y el tezón de una guerrera dice: «Hebe no se fue, está con nosotros» y la multitud estalla en aplausos.

Fotos: Pedro Palacios

Avanzan las Madres con una bandera de arrastre alrededor del perímetro de la Plaza y la gente comienza a agolparse alrededor. «Hebe representaba la justicia, la lucha, los ideales de un país más solidario y no rendirse frente al tiempo ni las adversidades», cuenta Hugo, que se vino desde Pilar a despedirla. «Su legado es el de no rendirse jamás», agrega mientras se limpia el sudor de la frente.

«Hebe representaba un faro para toda una generación, un faro para nuestro pueblo que orientaba el presente, el pasado y obviamente el futuro», señala por su parte Walter Correa, secretario general del sindicato de Curtidores y actual Ministro de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires. «Esta Plaza es el homenaje de miles de compañeros del destino, los que bancamos siempre y eso te da mucha satisfacción».

Termina la ronda y el sol continúa en lo alto, como queriendo estirar la última de las caminatas de Hebe. Hebe la que se le plantó a los militares, Hebe la de la incorrección política. Hebe la amiga de Charly, de Diego y del Papa. Hebe, la madre eterna del pueblo argentino.

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Yair Cybel

Una vez abrazó al Diego y le dijo que lo quería mucho. Fútbol, asado, cumbia y punk rock. Periodista e investigador. Trabajó en TeleSUR, HispanTV y AM750. Desde hace 8 años le pone cabeza y corazón a El Grito del Sur. Actualmente también labura en CELAG y aporta en campañas electorales en Latinoamérica.