Como parte de una sesión extensa, que tendrá el presupuesto 2023 como punto central del temario, la Legislatura porteña aprobará este jueves la renuncia de Alejandro Amor a la banca que ocupa desde hace menos de un año. El ex defensor del Pueblo porteño e histórico dirigente de Sutecba reconoció que abandona el bloque del Frente de Todos para asumir al frente de ObsBA, la obra social de los municipales de la Ciudad, que se encuentra al borde de la quiebra y con decenas de prestaciones suspendidas.
“Motiva esta decisión mi postulación como presidente de la Obra Social de la Ciudad de Buenos Aires. Esta nueva función demandará de un compromiso absoluto que, a mi entender, no me permitiría ejercer ambos cargos con la responsabilidad que merecen”, dijo Amor en el texto de su renuncia. En su entorno aseguraron a El Grito del Sur que la designación será oficializada la semana que viene en el Boletín Oficial de la Ciudad.
Amor reemplazará en la presidencia del directorio de ObsBA a Juan Carlos Cela, uno de los hombres de confianza de Amadeo Genta, quien en noviembre del año pasado renovó su mandato al frente de Sutecba por décima vez consecutiva. El proceso electoral del gremio fue objetado judicialmente por la lista opositora, la “Celeste”, que encabeza Carlos Luis Elías. En el marco de la causa, la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N°25 detectó mediante cámaras de seguridad del Hospital Santojanni a varios militantes de Genta llenando urnas con votos truchos.
En ese contexto, sin embargo, Genta y Amor recibieron este miércoles la visita de la ministra de Trabajo de la Nación, Kelly Olmos, quien les entregó la certificación formal como “autoridades electas”. “Hablamos sobre la necesidad de crear un Consejo de Trabajadores y Trabajadoras Municipales para discutir un salario básico uniforme en todo el país que signifique un mínimo digno”, escribió Amor en sus redes sociales, ya abocado de lleno a su rol sindical. No hubo una sola mención a la situación de la obra social.
Cerca de Amor avisaron que esperará a su designación oficial para hablar públicamente de la situación de ObsBA, sobre cuyo pasivo sólo hay hasta ahora especulaciones. El último informe de la Auditoría General porteña data de 2016 y no encontró grandes irregularidades en los balances. Tampoco hubo actividad concreta de los síndicos. Según la oposición sindical de Sutecba, los números están dibujados y la deuda ascendería a por lo menos 7 mil millones de pesos. La crisis interna por las deudas quedó expuesta con la caída de decenas de prestaciones y con el cierre de dos hoteles turísticos en Córdoba y Mar del Plata, con sus respectivos despidos.
Durante una de las reuniones de directorio de julio de este año, un empleado grabó a Cela, el presidente saliente, mientras reconocía que “si esto sigue así, Obsba en dos meses quiebra, váyanse despidiéndose de esta casa”. La difusión del audio terminó por destapar un escándalo político y gremial, a lo que se agregan unas seis denuncias contra la dirección de la obra social y del sindicato por administración fraudulenta. La principal sufrió un intento de cajoneo por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Ciudad.
“Lo que han hecho es un vaciamiento. El aporte solidario de más de 200 mil trabajadores estatales y docentes, que aportan un 6 por ciento de su sueldo, nunca se cortó. De mínima hubo una pésima administración, y le pedimos a la Justicia que investigue”, le dijo a este medio Carlos Luis Elías, de la lista opositora a la conducción del gremio.
Si bien los desmanejos no figuran en los balances, algunas denuncias informales los ponen en evidencia: jubilaciones de privilegio en el directorio, contrataciones fantasmas y el patrimonio plagado de autos de lujo de un ex interventor, Walter Correa, quien fuera el chofer personal del Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, completan un panorama desolador. Otras voces señalan que, además, el Ejecutivo retaceó los aportes patronales, más allá de que la Ciudad cuenta con buena parte de su planta de empleados precarizados y tercerizados, por fuera de convenio, lo que le ahorra erogaciones gremiales, como la cobertura de salud.
La situación de los afiliados, mientras tanto, se volvió crítica. “Una compañera está haciendo un tratamiento oncológico muy caro. Hasta agosto, ObsBa le cubrió el 100 por ciento de la medicación. Ahora sólo llega hasta el 50 por ciento, lo cual la deja en una situación crítica. Como esa tenemos centenares de denuncias de docentes”, apuntó por su parte Marcela Balmaceda, del Equipo de Salud de UTE.
El cierre de varias de las prestaciones provocó además una saturación de turnos en el Hospital Méndez, de Caballito, la cabecera médica de ObsbA. “Te dan turnos para tres o cuatro meses. Para estudios que te pide un endocrinólogo, por ejemplo, te dan un turno para febrero, cuando lo necesitas para diciembre. Son cosas pequeñas, pero en la diaria te complican las cosas”, agregó.
El gremio UTE no forma parte del directorio de Obsba, que está integrado por funcionarios del Gobierno porteño (vicepresidente y cuatro directores), Sutecba (presidente y cuatro directores). Lo completan los médicos municipales (un gremio cercano al Pro) y el sindicato UDA. UTE judicializó su pedido de ingresar y convocó a una multisectorial de lucha. Uno de los reclamos del paro de hoy está relacionado son la situación de la obra social.
Amor, por su parte, ya tiene su propio historial en ObsBA: formó parte del directorio de IMOS, como se llamó hasta que fue intervenida por el ex jefe de Gobierno Mauricio Macri. IMOS ya tenía una extensa deuda: buena parte de los aportes de los afiliados se destinan todavía a pagarla. Los dirigentes denuncian que el vaciamiento empezó con ese proceso, que abrió una etapa de administración mixta.
Una fuente de la Comisión de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (CYMAT) lo explicaba así: “Esta es una situación de arrastre, que viene desde la época de Macri como Jefe de Gobierno. Él intervino la obra social y empezó el vaciamiento, hace más de diez años. Lo que tenemos ahora es una complicación al extremo de la deuda, lo que resulta paradójico, porque antes de la intervención se aportaba el 3 por ciento del salario y ahora el 6 por ciento. Así que recursos solidarios no faltan, acá hubo una mala administración deliberada”.
La llegada del ahora ex legislador, de todos modos, genera expectativas diversas: hay quienes señalan que “tiene un acuerdo político con Larreta” para recuperar algunas prestaciones de la obra social y hay otras veces que apuntan a que “va a aguantar seis meses hasta las elecciones para que Larreta no tenga un quilombo y nada más”, según distintas versiones. También hay sospechas de un acuerdo macro con UPCN, el gremio nacional de los estatales, para migrar afiliados.
El mismo Amor, por su parte, dijo hasta ahora en un posteo en sus redes sociales que volverá a ObsBA “luego de escuchar las preocupaciones de las y los trabajadores municipales, compañeros/as con quienes milité toda mi vida” para “ayudarlos y defenderlos”.
