“El primer juicio por Lucía Pérez es un caso paradigmático de un Poder Judicial sin perspectiva de género”

😢 El segundo juicio por la muerte de la adolescente se lleva a cabo en Mar del Plata, pero su familia señala que nuevamente se pone el foco en la vida de Lucía. “Quienes integran el Poder Judicial necesitan sacarse la cultura patriarcal y conservadora que se ve en muchos fallos y juicios”, dijo Carolina Varsky, subsecretaria de Programas Especiales contra la Violencia por Razones de Género del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad.

A principios de diciembre de 2018, la furia desató el primer gran paro de mujeres. Se había conocido el fallo por la muerte de Lucía Pérez, la adolescente de 16 años víctima de un femicidio, en el que los jueces Facundo Gómez Urso, Aldo Carnevale y Pablo Viñas condenaron por unanimidad a Matías Farías y a Pablo Offidani, por tenencia de drogas con fines de comercialización agravado “por ser en perjuicio de menores de edad y en inmediaciones de un establecimiento educativo”. Ambos fueron absueltos por los cargos de abuso sexual y femicidio. 

Después de un largo periplo -que incluye que la sala IV del Tribunal de Casación bonaerense decidiera en 2020 la nulidad del juicio y la realización de uno nuevo y de que los magistrados que firmaron el primer fallo enfrenten un jury-, la familia de Lucía logró una vez más llegar a un juicio oral y público para poder encontrar justicia. Sin embargo, Marta Montero, la madre de la joven, criticó la actitud de los representantes del Poder Judicial que, una vez más, revictimizan a la familia.

“¿Qué tengo que responder yo cuánto gano, cuánto ganan mi marido o mi hijo? ¿Nosotros somos los investigados? -dijo en diálogo con TN al recordar las preguntas a las que fue sometida en la audiencia del martes-. Le dije: ‘Yo no la mate a Lucía, yo no tengo que dar explicaciones’”.

“El primer juicio de Lucía Pérez en 2018 es un caso paradigmático de un Poder Judicial sin perspectiva de género. Coloca a las víctimas en el lugar de responsables y no se ocupa de averiguar cómo es que murió esa persona, se indaga a la víctima para saber qué hacía y qué no hacía”, afirmó a El Grito del Sur Carolina Varsky, subsecretaria de Programas Especiales contra la Violencia por Razones de Género del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad (MMGyD). Integrantes de la cartera que conduce Ayelén Mazzina se encuentran en Mar del Plata para acompañar a la familia de la adolescente.

La muerte de Lucía ocurrió en la mañana del 8 de octubre de 2016. De acuerdo a la hipótesis del Ministerio Público Fiscal, la adolescente había conocido a Farías y Offidani un día antes, cuando ellos se acercaron a través de una amiga de la escuela para venderle un cigarrillo de marihuana. 

Al día siguiente, Farías citó a la chica en su domicilio de la calle Racedo al 4800, en la zona sur de la ciudad, donde habría sido drogada y abusada por los acusados hasta ocasionarle la muerte. 

Después de que Farías y Offidani -había un tercer acusado, Alejandro Maciel, que falleció- fueran absueltos por el cargo de femicidio, la sala IV del Tribunal de Casación bonaerense revocó en 2020 ambas absoluciones, dispuso la «nulidad» del primer juicio y ordenó la realización de uno nuevo. Esa resolución fue confirmada un año más tarde por la Corte Provincial.

Ahora el juicio se desarrolla ante un nuevo tribunal, integrado por los jueces Gustavo Fissore, Alexis Simaz y Roberto Falcone, con la acusación a cargo del fiscal Leandro Arévalo, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7.

“Como se hace un juicio de cero, se supone no se conoce nada de lo que sucedió en el juicio anterior -puntualizó Varsky-. Pero una cosa es reiterar los testimonios y otra es buscar la responsabilidad de Lucía”.

La funcionaria del MMGyD remarcó la necesidad de tener un Poder Judicial con perspectiva de género, empático con las víctimas, con quienes tienen que declarar y con una escucha diferenciada.

La perspectiva de género, explicó Varsky, “tiene que estar presente a través de una escucha activa y empática en el caso de las personas que deciden denunciar las violencias de género o cuando hay un femicidio, travesticidio o transfemicidio para encontrar a los responsables de esa muerte, de no detenerse en las víctimas para hacerlas responsables”.

“No tiene que ver solo con la capacitación, sino con remover patrones socioculturales de quienes integran el Poder Judicial, que tengan conciencia de género y se saquen la cultura patriarcal y conservadora que se ve en muchos fallos y juicios”, agregó.

Según Varsky, se podría “aprender del proceso de Memoria, Verdad y Justicia” para, por ejemplo, acondicionar los espacios donde transcurren los juicios. Pero fuera de las paredes del juzgado, el acompañamiento y el pedido de justicia están fuertes, sosteniendo a la familia de Lucía. “El martes (día de la primera audiencia) se vio en la calle un día de mucha lucha, había familiares de víctimas de otros femicidios acompañando a Marta y Guillermo, había talleres para prevenir la violencia de género, hay un acompañamiento del Estado -reflexionó la funcionaria-. Esto pone en observación al accionar del Poder Judicial”.

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Ludmila Ferrer

Periodista y Licenciada en Comunicación Social (UBA). Escribe también en Página/12 y sigue más podcasts de los que puede escuchar.