Poesía (villera) Ya!

📚 En la tercera edición del festival Poesía Ya!, César González encabezó una actividad sobre la poesía en las villas que reunió a poetas, raperos y otros artistas. El autor de "El fetichismo de la marginalidad" presentó también su documental "La vitalidad de los muertos".

“La periferia viene al centro” dijo César González sobre el escenario del patio de Casa Patria Grande, una de las cuatro sedes del tercer Festival Poesía Ya! que se extiende hasta el próximo domingo 12 de febrero.

De esa manera, el poeta y cineasta presentó “¿Qué poesía hay en las villas?”, una actividad que reunió a más de 400 personas en el coqueto edificio de la calle Carlos Pellegrini. Cine, freestyle, rap, graffitis y, por supuesto, poesía animaron el anochecer de una calurosa jornada porteña en el barrio de Retiro.

González leyó poemas de su primer libro La venganza del cordero atado (publicado bajo el seudónimo Camilo Blajaquis en 2010) para luego dar lugar a un adelanto de su nuevo cortometraje documental La vitalidad de los muertos, “poesía visual” como lo definió él mismo y en donde se visualizan muchas de las escenas y tópicos de su escritura.

Los cascotes que inventan caminos así el barro no te muerde los tobillos / Esqueletos de autos robados ya desmantelados y prendidos fuego / El sonido de un disparo en una esquina / Charlas de vecina a través del alambrado mientras cuelgan la ropa en la soga: ¿che te enteraste que a fulano le reventaron el rancho en la madrugada? (Del poema Villas: la vida en un mundo aparte).

“Lo que estoy haciendo es una especie de intervención cuántica porque estoy leyendo poemas que tienen doce o catorce años, que fueron escritos en un contexto muy particular como es el de la cárcel. Es inevitable siempre que me transporte al momento en que los escribí y me sigue sorprendiendo a mí mismo que haya tenido ganas de escribir estando en ese infierno, pero sucedió por lo visto”, expresó el autor de El fetichismo de la marginalidad, que estuvo preso entre sus 16 y 20 años de edad. “¿Sigo con los poemas tumberos?”, interrogó al público. “Les gustan ¿no? Este lo escribí en el penal de Ezeiza”, continuó entre aplausos. 

En La vitalidad de los muertos, su último trabajo audiovisual que cuenta con el apoyo de la editorial Caja Negra, González oficia de documentalista mostrando fragmentos del día a día en la Villa Carlos Gardel, pero que podría ser la realidad de cualquier asentamiento popular. Entre laburantes, cartoneros y familias aparece el arte: hombres y mujeres que cantan, chicxs que improvisan rimas y bailes, personas que dan color a las paredes grises. Al título de la convocatoria “¿Qué poesía hay en las villas?”, la presentación del documental responde desde la mixtura y con una retórica predominante alrededor del “batallar”. González muestra cómo emergen artistas y estéticas de un territorio con las urgencias más apremiantes: el agua, el techo, la comida…

Algo que une al cortometraje son las muchas preguntas que se formulan entre los distintos trabajadores, artistas, el propio César y hasta las paredes del barrio en los distintos murales. Preguntas que cuentan más de la realidad villera que muchas de las explicaciones que se quieren bajar desde otros sectores. “¿Cuántos amigos perdieron?”; “¿Cómo puede ser que con 11 tiros en el cuerpo estés hablando acá conmigo?”; “¿Pelear qué es?”; “¿Alcanza la voluntad y el deseo?”; “¿Cómo puede ser que nosotros estemos con vida?”. 

La violencia policial está presente en toda la obra de González. Hablé con mi vieja hoy temprano / La policía mató a otro guacho en el barrio / Confirmación necesaria de que nada ha cambiado que nada va a cambiar. Versos de Mientras duele el engome, el anteúltimo de los poemas que leyó en un festival que cuenta con importantes figuras de la poesía nacional e internacional y que atrae a un público de todas las edades.

Los que se van a trabajar con sus bolsitos

sus bicis y sus ojos resignados

Madres que lloran la muerte del hijo chorro

en velorios propios y ajenos

El guiso salvador del mediodía

el mismo guiso a la noche

lo que quede del guiso mañana

(Versos de Villas: la vida en un mundo aparte)

Más adelante llegó el turno del Rap, “otra forma de poesía que está con muchas fuerzas en este momento”, de la mano de Alan Garvey, El Fénix y Junior Nehuén del Barrio Carlos Gardel, al igual que César González. Manos arriba (muchos abanicos) y baile para todxs lxs presentes, postales que no se deben dar en muchos festivales de poesía a lo largo del mundo.

Entre el público, Dina de 23 años dice: “Somos parte del colectivo Escritores Villeres y venimos a bancar a nuestros compas. Conocemos a César, él fue uno de nuestros referentes cuando empezamos a hacer poesía. Compartimos la mirada que tiene claramente. La producción audiovisual y que traiga a pibes de los barrios para que puedan tocar acá me parece algo muy zarpado y comparto también el interés”. Dina es también poeta y viene esta noche desde Villa Soldati. “Para nosotros es re difícil venir a pararse acá en el escenario, leer algo. Ese espacio para las personas de las villas y de los barrios populares es re complicado”.

“Leemos a César, a Ioshua y también a Alfonsina Storni, recientemente estuvimos trabajando en una residencia en Chapadmalal”, explica y sugiere ir el jueves al evento de poesía migrante en la cúpula del CCK.

“Me gusta César González, la poesía y sus películas”, cuenta Dolores (25) a El Grito del Sur. “Toda la movida es súper importante teniendo en cuenta que en general no se convoca a gente de las villas, en cualquier otro tipo de festival. Me parece que todo está muy centralizado en CABA y en clase media. No solo es importante que estén estos espacios sino que es importante venir a verlos”. Dolores remarca que de la inauguración del Festival le gustó Naty Menstrual, aunque hubo otras lecturas “que no le llegaron tanto». A la pregunta de poetas que tenga como referencia, Dolores menciona a Mariano Blatt.

Para Ayelén (26) resulta interesante la actividad en Casa Patria Grande “porque permite debatir la poesía y pensar la palabra desde distintos lugares, no solo la palabra escrita y la palabra recitada sino también la palabra rapeada, la palabra desde un montón de lugares y lenguajes que aúnan”.

Poesía Ya! surge como ciclo durante la pandemia con Gabriela Borrelli como directora, en 2022 tuvo su primera edición masiva, de la que participaron veinte mil personas. Este año el festival expande su duración, la convocatoria (con poetas de todo el país e internacionales) y las sedes, consolidándose así dentro del calendario del sector literario y editorial.

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