Emilio Méndez

Dueño de “La quinta de los Mendez”

Condena: Impune (sobreseído)

Carlos Alberto Moreno se había convertido en un abogado muy molesto para Loma Negra, por sus intervenciones en causas en representación de los trabajadores de la empresa. En abril de 1977 lograron finalmente deshacerse de él. Un grupo de tareas lo secuestró en la localidad bonaerense de Olavarría -centro de operaciones de la cementera- y lo trasladó a Tandil, a una propiedad de los hermanos Emilio y Julio Méndez que funcionó en forma temporal como centro clandestino de detención, conocido como “La Quinta de los Mendez”. El cuerpo sin vida de Moreno apareció un mes mas tarde en la jefatura de la Policía Bonaerense de La Plata, con signos de haber sido golpeado y torturado.

El Tribunal Oral Federal (TOF) de Mar del Plata condenó en 2012 por el asesinato de moreno a los militares Julio Alberto Tommasi, Roque Ítalo Pappalardo y José Luis Ojeda, pero también a los civiles Julio y Emilio Méndez por haber puesto a disposición de la represión la chacra en la que estuvo en cautiverio. En agosto de 2021, la Casación terminó absolviéndolos, en un fallo bochornoso que siguió las recomendaciones de la Corte Suprema para el caso. 

El TOF de Mar del Plata había dejado claro que los Méndez habían cooperado con las fuerzas y que no podían desconocer que su propiedad se utilizaba como centro clandestino, pero la Corte y luego Casación entendieron, insólitamente, lo contrario. 

Los Méndez eran dos hermanos con una profusa actividad comercial en Tandil y con fluídos contactos con militares de la zona. “Es imposible que los Méndez hayan desconocido para qué se usó su quinta”, dijo Matías Moreno, uno de los hijos del abogado. 

“Respecto de Emilio Felipe Méndez y Julio Manuel Méndez, titulares de la quinta que ubicó catastralmente en Tandil, considero su aporte como necesario, toda vez que la finca que suministraron al Ejército y era de su propiedad se encontraba ubicada en una zona estratégica que facilita el alojamiento clandestino de detenidos. Emilio Méndez tuvo actividad durante el sumario interviniendo en alguna diligencia procesal y fue quien se entrevistó con las autoridades de la época mientras que Julio Manuel continuó con el pago de la luz y el teléfono de la vivienda en cuestión. En atención a que la línea telefónica perteneciente a la quinta no figuraba en guía y que el aparato hallado en el lugar no tenía disco y poseía el número escrito en él, concluyó que los imputados fueron quienes pusieron en conocimiento de los ocupantes de la vivienda el número correspondiente”, dijo el abogado querellante César Sivo, representante de la familia de Moreno, durante su alegato en el juicio oral. 

Se espera que en el próximo juicio oral contra cinco militares que participaron del secuestro de trabajadores de Loma Negra pueda arrojar luz sobre el rol que tuvieron el jefe de personal de la empresa, Ernesto Cladera, y el empleado administrativo Jacinto Takieldín.