Fact-check: las falacias de Rodríguez Larreta en su UPD

🚬 El Jefe de Gobierno inició las sesiones ordinarias de la Legislatura con un discurso que empieza a cerrar el ciclo de sus dos mandatos. El Grito del Sur contrastó sus máximas con información oficial y de las organizaciones civiles.

Horacio Rodríguez Larreta habló este miércoles frente a la Legislatura porteña con el traje de presidenciable puesto. En su Último Primer Día, como él mismo lo definió, los slogans proselitistas y las propuestas de campaña opacaron sin remedio el balance de sus dos mandatos como Jefe de Gobierno porteño. Pero el repaso de sus ocho años de gestión —y de los 15 que el Pro lleva gobernando la Ciudad— también estuvo presente como uno de los ejes principales de su discurso, a tono con la ocasión, que pedía una rendición de cuentas a modo de despedida.   

Si bien el hincapié estuvo puesto en su candidatura (Larreta pronunció más veces “Argentina”, “argentinos” y “país”, en unas 63 oportunidades, que “Ciudad”, unas 53 en total), el discurso dejó mucha tela para cortar en materia de resumen del recorrido del macrismo en territorio porteño, sobre todo cuando la sucesión no está del todo definida en favor de un dirigente del Pro, con el radical Martín Lousteau como amenaza latente de abrir una nueva etapa de gobiernos locales bajo un signo político distinto. 

Como era previsible, el Jefe de Gobierno saliente jerarquizó la obra pública en materia de transporte, inseparable de la marca Pro: Metrobús, Paseo del Bajo y bicisendas. La creación de la Metropolitana y de la Policía de la Ciudad fue otro de los hits. También lo fue la inversión en la integración de algunos de los barrios populares, un proceso que lleva la estampa del larretismo. Todo lo cual estuvo enfocado en mostrar a la gestión porteña como trampolín hacia la Nación. “Nos animamos a transformar la Ciudad y ahora vamos a transformar el país”, dijo. 

Los capítulos Educación, Espacios Públicos, Salud y Trabajo, sin embargo, fueron objetados por la oposición, sobre todo porque en esos ítems abundaron las frases grandilocuentes sin su correspondiente sustento en números ni en el detalle de las políticas públicas que a priori debieran sustentarlas. 

Los capítulos Educación, Espacios Públicos, Salud y Trabajo fueron objetados por la oposición.

El Grito del Sur realizó un fact-check sobre sus principales proposiciones, a modo de escaneo del discurso público.

  • “Buenos Aires es la Ciudad más segura de la región”: La estadística que se suele tomar para referirse al tema es la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes. Cada distrito debe informar todos los años al respecto al Sistema Nacional de Información Criminal del Ministerio de Seguridad de la Nación. La Ciudad fue la única que no entregó su informe. Una de las razones posibles es que el ministerio porteño atraviesa una crisis de vacancia (57 días corridos al momento del discurso de Larreta) luego de que Marcelo D’Alessandro se tomase licencia a raíz del escándalo por la filtración de los chats de su teléfono. Por lo tanto, no hay datos reales para semejante afirmación. Pese a no haber informado oficialmente por los canales correspondientes, un posteo en redes sociales del GCBA daba cuenta de que Buenos Aires registró el año pasado una tasa de 2,86 asesinatos por cada 100 mil habitantes, que sí la ubicaba en primer lugar. El problema es que compara 2022 contra 2021. Si se compara de forma correcta, es decir 2021 contra 2021, la tasa de homicidios de CABA se ubicaría tercera, detrás de La Paz y de Brasilia. Otro dato, alarmante en este punto, es que según información oficial entregada por la Ciudad a Nación, el ítem “tentativa de robo agravado por muertes y/o lesiones” sufrió un alza tremenda a partir de la pandemia: pasó de 100 en 2019 a 435 en 2020 y 415 en 2021, lo cual puede deberse a un problema meramente de registro, lo que de todas formas da cuenta de la debilidad de este tipo de estadísticas, que quedan cortas para afirmaciones proselitistas como la que encabeza este apartado. 
  • “Hoy tenemos el índice de mortalidad infantil más bajo de la historia”: La afirmación es cierta, aunque vale aclarar que el éxito en esa materia no es exclusivo de Buenos Aires: el índice viene bajando de forma sistemática a nivel país, según informó en su momento el Ministerio de Salud de la Nación. De todos modos, algunos de los barrios más postergados de la Ciudad, donde el índice tiene una incidencia real, se ubican bastante por encima del promedio general. Parque Avellaneda, Liniers y Mataderos, por ejemplo, registraron 7,8 muertes cada 1.000 nacidos vivos, mientras el promedio de la Ciudad fue de 4,4. En Lugano, por citar otro caso, fue de 7,7. En Soldati mueren «casi el triple de niños que en el norte de la Ciudad», señaló en su momento el senador por el Frente de Todos, Mariano Recalde. Los números, otra vez, son de 2021. 
  • “Hoy, todas las escuelas de la Ciudad tienen jornada extendida o completa”: La afirmación es de mínima engañosa, dado que “extendida” es una cosa y “completa” otra muy distinta. La legisladora porteña Maru Bielli lo explicó claramente en un informe reciente, basado en información de la ONG ACIJ: sólo el 30 por ciento de los pibes y las pibas de —otra vez— los barrios del sur acceden a una jornada completa. Bielli comparó datos de 2012 con los de 2020, a modo de balance de una década de políticas educativas del Pro, que abarcan las administraciones de Mauricio Macri y el propio Larreta. Según el informe, la oferta de jornada completa en los distritos del norte entre 2010 y 2020 se amplió en un 7,02%, mientras que en los distritos del sur fue del 4,47%. La Ciudad, como muchos otros lugares del país, incumple en este punto una de las exigencias de la Ley Nacional de Educación. Para paliar ese déficit, se implementó el Programa de Jornadas Extendidas, que funciona a contraturno. El método consiste en que los y las estudiantes de las escuelas de gestión estatal de sexto y séptimo grado tomen tres horas más de clase, tres días a la semana. Sobre las diferencias entre “completa” y “extendida”, Bielli explica: “En el primer caso no se incluye a todos los años del nivel primario y secundario, ni se implementa todos los días de la semana. Esto repercute negativamente en la rutina diaria de las familias, y particularmente sobre las mujeres a cargo de las tareas de cuidado”.
  • “La Organización Mundial de la Salud destacó nuestra gestión como una de las 15 mejores respuestas sociosanitarias urbanas, un orgullo y un gran reconocimiento a todo el personal de salud y limpieza de la Ciudad”: Una oración para la indignación de los gremios de la salud pública, los residentes y hasta las organizaciones sociales con presencia en los barrios. El supuesto reconocimiento ya había sido mencionado por el Jefe de Gobierno en la apertura de sesiones de 2021, post primera ola de la pandemia. Se refiere a un documento de la OMS que recoge 15 experiencias de articulación entre la sociedad civil y el Estado en determinados territorios a nivel global. Una de ellas es la actuación del Instituto de la Vivienda (IVC) en la Villa 20. Pero la experiencia fue redactada por el propio organismo, más precisamente por la actual Secretaria de Desarrollo Humano y Hábitat, Ayelén Borgatti. Una suerte de autoelogio. Pero las organizaciones sociales no piensan lo mismo que la funcionaria. La “Red de Organizaciones de Lugano”, que formó parte de los famosos Comité de Crisis, le dijo a El Grito del Sur en septiembre de aquel año que una vez pasado el punto cúlmine del COVID, el Estado se retiró de golpe, sin más. Reclamaban mayor asistencia en los comedores y denunciaban que “el hambre es un problema”. Respecto del “reconocimiento” para el personal de salud, el año pasado estuvieron 9 semanas de paro consecutivas por un reclamo salarial. Cobran 550 pesos la hora. Las enfermeras siguen esperando que se les reconozca la cerrera profesional. 
  • “La transformación urbana también se genera con nuevos espacios verdes. Construimos más de 100 manzanas de plazas. Y este camino no se termina”: La afirmación es falsa. El tema ya es ampliamente conocido, sobre todo a partir de las audiencias públicas por la privatización de Costa Salguero, que lo pusieron en agenda. Por eso el predio, central en una política de espacios verdes y recreación por su extensión y su ubicación frente al Río de la Plata, ni siquiera fue mencionado en el discurso. Pero además, este medio ya había publicado el año pasado que un tercio de los espacios verdes promocionados por la Ciudad son truchos: se trata de canteros, bulevares, separadores de tránsito y hasta espacios de puro cemento bajo las autopistas. Todo eso cuenta el Ejecutivo como espacios verdes, hasta en los pedidos de acceso a la información pública como el que solicitó El Grito del Sur. “Solamente en los últimos trece años, la Ciudad privatizó 500 ha de tierras públicas, de las cuales 150 eran superficies verdes”, sostuvieron además desde el Observatorio del Derecho a la Ciudad. 
  • “Desde que asumimos nos ocupamos de mejorar todos los aspectos que hacen a la calidad de vida en la Ciudad”: La frase pretende resumir las bondades de la gestión en su conjunto (donde intervienen múltiples variables), pero un solo índice, el de la pobreza por ingresos, al menos lo pone en duda. Si se toma únicamente desde 2015, año en que Rodríguez Larreta sucedió a Mauricio Macri, que asumió como presidente, los números no mienten: la pobreza, según la propia Dirección de Estadísticas y Censos porteña, pasó del 15 por ciento de los hogares al 22 por ciento en 2021. 

En el discurso, además, hubo dos omisiones de peso: la calidad institucional (los escándalos de Fernando Niembro y D’Alessandro y los vínculos con Daniel Angelici) y la promesa nunca cumplida de la línea F de subte, cuya licitación se postergó 13 veces durante las gestiones Pro. 

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Matias Ferrari

Periodista, comunicador y militante social. Trabajó en Página/12 y colaboró en la investigación del libro "Macristocracia" publicado por Editorial Planeta.