De acuerdo a la acusación del Ministerio Público Fiscal de Tucumán, Alfredo José Martínez Minetti y el resto de los acusados “dieron la orden genérica e inicial para autorizar la intervención militar en el Ingenio La Fronterita y para prestar colaboración al Ejército”, o bien “adaptaron la estructura societaria al plan criminal de los autores de los delitos endilgados para que fueran los administradores los que autorizaran la intervención y organizaran la cooperación con los militares que resultaron autores de los ilícitos aquí imputados”, cuestión que debe definirse en el próximo juicio oral, que todavía no tiene fecha confirmada. 

En el caso de Alfredo José Martínez Minetti, la muerte llegó antes que el juicio: falleció impune el 26 de marzo de 2022. Eduardo Butori, otro de los procesados de la firma, le dedicó un sentido obituario en el diario La Voz del Interior, de Córdoba. Hasta el día de su muerte, y mientras esperaba la llegada de la justicia, Martínez Minetti se dedicó al negocio inmobiliario en la Ciudad de Córdoba Capital. 

Minetti formó parte de la dirección de la empresa cuando, antes y después del golpe del 24 de marzo de 1976, convirtió los conventillos del Ingenio en un Centro Clandestino dedicado al secuestro, la tortura y el exterminio de trabajadores.