Sin Macri ni Cristina, el principal riesgo es que Milei sea el más votado

🧐 La declinación del expresidente se inscribe en el previo anuncio de CFK de que tampoco jugará en las elecciones de este año. Si hay PASO en el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, podría suceder lo más temido: que Javier Milei sea el candidato más votado en agosto.

Con su renuncia a presentarse para las elecciones de este año, Mauricio Macri fue contra sus propios amagues políticos. Estos últimos meses fueron sumamente vertiginosos para el expresidente. De su larga estadía en Qatar a su foto con Leo Messi y el «Dibu» Martínez, hubo más de una escala en avión. Entre estos movimientos asimilables a un relanzamiento de campaña, hubo otros relacionados a la contención de su propia tropa: reuniones con Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal, así como guiños a sus respectivas precandidaturas. En tanto, el misterio sobre su propio destino se estiraba cada vez más.

Ayer se acabaron las especulaciones y Macri, en un video de seis minutos que compartió a través de las redes sociales, disparó contra los «liderazgos mesiánicos» y las «marionetas», pero también citó el ejemplo de la Selección Argentina como parte del «trabajo en equipo» que él entiende necesario para el futuro del país. Fiel a su estilo, sin autocrítica y reivindicando su gestión entre los años 2015 y 2019. 

La declinación de la candidatura del exmandatario se inscribe en el previo anuncio de Cristina Kirchner -allá por diciembre del año pasado- de que no será candidata «a nada» y que su nombre «no va a estar en ninguna boleta». Sin CFK, Macri perdió su polo opuesto para 2023 dado que la base de su crecimiento tenía que ver con la presencia de ella en el ring electoral. Ambos comparten una característica en común: piso alto y techo bajo en intención de voto.

Efectos inmediatos de la renuncia de MM

El tablero político muestra que no hay espacio para continuismos sino que las piezas se mueven en orden a una renovación de los liderazgos producto de los traspiés de experiencias anteriores. Así como la derrota en primera vuelta de Mauricio Macri en 2019 no fue gratuita y trajo como consecuencia los ascensos de Larreta y Bullrich, el fracaso de Alberto Fernández en sus más de tres años de gobierno no es indiferente para la militancia y la dirigencia política del Frente de Todos.   

En la actualidad, el Presidente tiene una bajísima intención de voto fruto de una alta imagen negativa en todos los segmentos etarios y clases sociales. Esto, aseguran los principales dirigentes del FdT, obtura el desarrollo de una estrategia electoral. Sin embargo, AF -con el envalentonamiento de algunos ministros como Aníbal Fernández- está encaprichado en competir y desafía al resto a medirse en unas Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Con el calendario electoral cada vez más próximo (el 24 de junio dará inicio formal a la campaña), Alberto Fernández debería dar un paso al costado en sus pretensiones electoralistas y priorizar la unidad del Frente de Todos, cuestión que corre serio riesgo en caso de lanzarse a una reelección.

Por lo pronto, hay una serie de indicios a tomar en cuenta. A diferencia de lo ocurrido en 2019, las dos principales coaliciones políticas se encaminan a tener unas PASO competitivas. En Juntos por el Cambio pisan fuerte Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, dado que permiten contener a los «halcones» y «palomas» respectivamente. En tanto, la eventual participación de María Eugenia Vidal en esta instancia podría ser una piedra en el zapato para las aspiraciones triunfantes del Jefe de Gobierno. ¿Algo que sería provocado adrede por Macri?

De izquierda a derecha: Horacio Rodríguez Larreta, Mauricio Macri y Patricia Bullrich.

Por su parte, en el Frente de Todos existe cada vez más escepticismo respecto a una postulación presidencial de Sergio Massa. A la negativa inicial del actual ministro de Economía, se suman los malos resultados en la gestión cotidiana y su relación casi carnal con el Fondo Monetario Internacional. No obstante, algunas encuestas lo siguen posicionando en un ballotage contra Horacio Rodríguez Larreta, aunque como casi seguro perdedor. Fuera de él y de Cristina -a quien se continúa seduciendo sin éxito con un «operativo clamor» en un contexto de virtual proscripción política-, no existe otra candidatura que genere gran entusiasmo en el electorado peronista. Detrás aparecen Eduardo «Wado» de Pedro, Daniel Scioli y Juan Grabois, tres postulantes con trayectorias políticas muy disímiles. ¿Y Axel Kicillof? ¿Seguirá en la Provincia finalmente?

Quien se regodea por lo bajo con las internas de lo que él llama la «casta política» es Javier Milei. El excéntrico diputado nacional sigue creciendo en las encuestas a partir del entusiasmo que genera su candidatura, principalmente entre les jóvenes. Asimismo, sería el principal beneficiario de unas PASO que incluya a distintos candidatos del Frente de Todos y Juntos por el Cambio, puesto que podría suceder lo más temido para el escenario actual: que el ultraderechista sea el postulante individual más votado, llevándose todos los flashes y teniendo como consecuencia inmediata un efecto rebote sobre sus pretensiones de cara a octubre.

En un escenario de complejidades incalculables, el oficialismo sufre la falta de conducción política y necesita decisiones contundentes en el corto plazo para reordenar la fuerza propia y que la militancia pueda salir a militar nuevamente un proyecto de país más justo e inclusivo.

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Sebastián Furlong

Licenciado y profesor en Ciencias de la Comunicación (UBA). Retrato periodísticamente el conurbano y la ciudad de la furia. Agenda popular y política para analizar la realidad y aportar al quehacer colectivo.