El reclamo por una política profunda de salud mental atraviesa clases y sectores. Es una exigencia que crece al calor de la post-pandemia: investigaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dan cuenta de que los trastornos mentales están dentro de las cinco primeras causas de enfermedad en América Latina. Sin embargo, la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) va a contramano y apuesta por el ajuste.
Esta semana, el gremio docente FEDUBA denunció que cinco docentes de la carrera de Musicoterapia fueron cesados de sus cargos. La situación es aún más grave porque dentro del listado de los docentes despedidos se encuentra Gabriel Abramovici, quien cumple a su vez funciones de delegado sindical en el gremio docente.
El recorte se encuadra dentro de un marco de persecución político-sindical por parte de la gestión del decano radical Jorge Biglieri, quien gobierna la Facultad con mayoría en los tres claustros. En la última sesión del Consejo Directivo de la Facultad, el consejero por la minoría Adelqui del Do denunció la situación y acusó al oficialismo de «abuso de poder».
«La asamblea de docentes y estudiantes de musicoterapia viene reclamando concursos transparentes, que se respete la carrera docente y que sus cátedras estén a cargo de musicoterapeutas», explicó del Do en diálogo con este medio. «Las cátedras donde se despidieron a los docentes (con más de 10 años de antigüedad) están a cargo de profesores vinculados a la gestión, que ingresaron por la ventana, ya que no pertenecían a dichas materias. Entre ellos Leandro Vizzolini que despidió a Gabriel Abramovici, delegado de FEDUBA», señaló el docente que también se desempeña como Consejero Directivo por la minoría de graduados.
Desde FEDUBA explicaron que la persecución se ratificó con la expulsión de Pablo Perazzi, secretario general del gremio, del Consejo Directivo, donde se había acercado para elevar el reclamo correspondiente. «Que nos impidan el uso de la palabra ya no nos sorprende, lo que es verdaderamente alarmante es que en un acto de autoritarismo inédito, desconozcan el artículo 14bis de la Constitución, la libertad de agremiación y las garantías de los delegados sindicales», señaló el dirigente sindical.
«Al mismo tiempo que los estudiantes se quedan sin cursar por falta de cupo, están despidiendo docentes sin justificación y sin previo aviso», señaló Lorna Reilly, estudiante de la facultad y militante de El Brote (La Cámpora). «Hace años que no se llama a concurso y eso implica que las condiciones de los docentes que no son afines a la gestión sean inestables e irregulares».
«Es muy grave que en una universidad pública se eche a un delegado gremial y a docentes por protestar. Desde Feduba venimos realizando las medidas necesarias para frenar los despidos. Le pedimos al decano Biglieri y al Consejo Directivo que no se pare por encima de la Constitución ni de los derechos laborales de los docentes universitarios», agregó Adelqui del Do, quien señaló que desde varias cátedras no vinculadas a la gestión vienen denunciando despidos encubiertos, es decir menos nombramientos docentes que el año pasado. «Aumenta la cantidad de estudiantes, pero en las cátedras no amigas de la gestión baja el plantel docente», concluyó.
