La Justicia porteña prohibió demoler edificios anteriores a 1941

🏗️ A partir de ahora, las demoliciones en CABA deberán contar con una evaluación patrimonial previa. Desde la ONG Basta de Demoler exigen implementar un registro de inmuebles y denuncian la destrucción del patrimonio histórico.

La problemática no es nueva. Primero llegan las vallas, luego las grúas, finalmente las demoliciones y donde antes había un edificio Art Nouveau de principios de siglo XX ahora se levanta una torre de 10 pisos con precios inaccesibles para la mayoría de la población. Es una foto diaria en la Ciudad de Buenos Aires. Son muchas las organizaciones que vienen denunciando el tema y la gran paradoja que reviste: mientras se construye cada día más, también aumenta la cantidad de gente que alquila, las casas vacías y también las personas sin vivienda.

En este marco, la Justicia porteña dispuso la semana pasada la obligatoriedad de una «evaluación patrimonial» previa a cualquier demolición. La resolución fue dictada por el juez en lo Contencioso Administrativo y Tributario Aurelio Ammirato, que hizo lugar a una presentación del Observatorio por el Derecho a la Ciudad, Basta de Demoler, SOS Caballito y la Fundación Ciudad.

«Ahora estamos esperando que se haga un catálogo de edificios protegidos anteriores al año 1941. Por supuesto que no todo edificio debe ser declarado patrimonio arquitectónico y no queremos que se deje de construir, pero buscamos que ciertos lugares, aquellos que tienen valor arquitectónico y que constituyen conjuntos, sean protegidos», explicó Mauro Sbarbati, integrante de Basta de Demoler, en diálogo con El Grito del Sur.

¿Una nueva etapa?

A partir de la disposición judicial se abre una nueva etapa en la puja por el patrimonio arquitectónico porteño. «Ahora se necesita que el Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales pueda abrir la participación a los vecinos para que los informes comunales (que cuentan con la lista de edificios a proteger) sean tratados en la Legislatura y no pierdan su estado parlamentario. Tenemos 18 mil edificios que se encuentran dentro de un limbo legal, que deberían estar protegidos pero que no nos informan sobre su estado».

Esos 18 mil edificios a los que refiere Sbarbati son apenas el 10% de los 140 mil edificios anteriores a 1941. Desde las asociaciones civiles exigen «reglas claras» para cuidar el patrimonio: «Hay edificios muy importantes, vanguardias históricas de principios de siglo XX, art decó art nouveau, Tudor, que si estuviesen en Barcelona se estarían mostrando turísticamente. Pero acá te tiran todo abajo. Cuando los vecinos se dan cuenta, ya tienen una valla y lo están demoliendo», señalan desde Basta de Demoler.

El fallo en cuestión no es una novedad; de hecho, viene a complementar lo que la ley ya exige y el GCBA no está cumpliendo. En el fondo, explican desde las ONG, hay un modelo de ciudad que privilegia el desarrollo inmobiliario. «Es una cuestión de desarrollo mal entendido: hay muchos intereses de la industria de la construcción que presionan para hacer todo lo contrario. En el medio está la calidad de vida de los porteños: no se puede construir infinitamente», concluyó Mauro Sbarbati.

La discusión, como suele pasar en la Ciudad de Buenos Aires, es también por el destino del suelo público. Mientras se destruye el patrimonio, se encarece el valor del suelo y se expulsa a la población originaria. El manual mismo de una ciudad a medida de los desarrolladores inmobiliarios.

Compartí

Comentarios

Yair Cybel

Una vez abrazó al Diego y le dijo que lo quería mucho. Fútbol, asado, cumbia y punk rock. Periodista e investigador. Trabajó en TeleSUR, HispanTV y AM750. Desde hace 8 años le pone cabeza y corazón a El Grito del Sur. Actualmente también labura en CELAG y aporta en campañas electorales en Latinoamérica.