Luego de la nueva corrida cambiaria que puso al dólar blue casi en 500 pesos y que amenaza con el incremento de una inflación ya altísima, El Grito del Sur dialogó con el senador provincial y secretario general de Canillitas, Omar Plaini, sobre las consecuencias de esta situación y la necesidad de reordenar el Frente de Todos tras la declinación de la candidatura del presidente Alberto Fernández.
¿Qué lectura hacés sobre esta nueva corrida cambiaria y sus efectos negativos sobre el poder adquisitivo de las y los trabajadores?
Evidentemente hay sectores concentrados de la economía que vienen empujando estas corridas. Está clarísimo que, de alguna u otra manera, se está tratando de desestabilizar al Gobierno. A esta altura nadie puede dudar de eso. Estas cosas no afectan solamente a un gobierno, sino fundamentalmente a las mayorías populares. El hecho de ser un país bimonetario y de estar condicionados a co-gobernar con el FMI, temas que no hemos podido resolver, perjudica más que nada a los sectores populares y a los que viven de un salario. Esto se ve reflejado en la canasta básica total y la canasta alimentaria: hoy ni siquiera se pueden controlar a los formadores de precios. El Gobierno tiene sólo un pedacito de poder, el gran poder lo tienen estos sectores concentrados que utilizan a sus voceros mediáticos para agitar permanentemente. Esta corrida es expresión de un capitalismo especulador y voraz, como pocas veces se ha visto en la historia.
¿Qué debería hacer el Gobierno frente a esta situación?
Resolverlo. El Gobierno tiene los instrumentos, esa posibilidad no la tenemos ni las organizaciones sindicales ni el pueblo. Sabrá el Gobierno cómo tiene que resolver esto, ya hace tiempo venimos diciendo que no alcanza con articular con los sectores de poder. Necesitamos un Estado mucho más fuerte que además oriente, planifique y regule.
Previo a estos últimos hechos, se produjo la declinación del presidente Alberto Fernández a la posibilidad de una reelección. ¿De qué forma repercute en el reordenamiento del Frente de Todos?
De alguna manera fuimos premonitores en el documento de la CGT, donde dijimos que «estamos a tiempo». Esto nos debe llevar a encontrar a una representación del Frente de Todos por consenso, o ir a unas PASO y definir allí los candidatos y las candidatas. Lo único que no se recupera es el tiempo que se pierde. Tendríamos que haber decidido esto mucho antes, pronto hay un congreso del Partido Justicialista (PJ) y se deberán tomar definiciones. Entre otras cosas, la situación de la vicepresidenta de la Nación, que está proscripta y condenada. El PJ debe expresarse con contundencia por este tema para poder quebrantar este impedimento.
Hoy uno de los principales dilemas políticos es si el FdT tiene que ir a unas PASO o presentar una fórmula de consenso. ¿Cuál es tu mirada al respecto?
Primero hay que tener un programa y después veremos quiénes son los candidatos. Un programa de 5-10 puntos donde se incluya un abordaje del bimonetarismo, el condicionamiento actual con el FMI, la situación de los sectores populares, entre otras cuestiones. Éstos son los temas principales que hay que resolver.
Por un lado, hay un sector del movimiento sindical que ve en Sergio Massa un posible candidato para representar al peronismo. Por el otro, hay dirigentes gremiales que se identifican con la actual vicepresidenta y aún confían en su eventual postulación. Si no es Cristina, ¿quién creés que representa al modelo nacional y popular de cara a la próxima etapa?
Repito, primero veamos el programa y qué decisión va a tomar Cristina Fernández de Kirchner. Después hablamos de lo otro. Ya dije hasta el hartazgo que esto no se trata de una persona, sino de un proyecto y una propuesta. No hay ninguna duda que Cristina es la única estadista que tenemos y está por encima de todo el resto de la dirigencia política. Por eso es la conductora del campo nacional y popular.
En su último documento, la CGT volvió a insistir en la convocatoria a un «gran consenso político, económico y social». Esto ya se intentó previamente sin éxito. ¿Qué alternativas políticas deben ensayarse cuando el consenso con los sectores de poder no funciona?
Nosotros vamos a decir hasta el cansancio que necesitamos un acuerdo social. En una reciente exposición en el sur del país, la propia vicepresidenta lo dijo. O hay una hegemonía democrática o hay un acuerdo de todas las fuerzas políticas en los temas centrales que atañen al país. Como CGT y movimiento sindical, hemos interpelado al oficialismo y la oposición porque todos tienen las mismas responsabilidades. Necesitamos ese acuerdo para que se determinen las políticas a llevar adelante. Se trata de un nuevo contrato social, hay muchas cosas por discutir. La CGT siempre habla de la producción, el trabajo y el desarrollo.
¿Desde qué enfoque debe abordarse el problema del bimonetarismo?
Desde que recuperamos la democracia, que van a ser 40 años, si hay algo que no hemos logrado ordenar -salvo un breve interregno- es la macroeconomía. En tanto y en cuanto no ordenemos la macroeconomía, el problema bimonetario debe ser abordado por todas las fuerzas políticas. Ya lo planteó hace muchos años la vicepresidenta de la Nación y nadie recogió el guante. Hay una escasez de divisas que nos está poniendo en una situación muy crítica, que es aprovechada por los especuladores que desestabilizan cualquier gobierno.
¿Qué mensaje se busca dar a los jóvenes con la presentación de tu proyecto en la Legislatura bonaerense para regular a las empresas Rappi, Pedidos Ya y otras apps de delivery?
Se trata de un registro único y obligatorio para conocer los criterios que organizan esta tarea, ya que en la Provincia de Buenos Aires se encuentra el 50 por ciento de esta fuerza laboral. Son alrededor de 80-100 mil trabajadores/as a lo largo del país. Nosotros lo que queremos es un registro: los trabajadores tienen derechos pero las empresas no cumplen. Ya han tenido sanciones por parte del Ministerio de Trabajo de la Provincia, estás acudieron después a los tribunales laborales de la ciudad de La Plata y se le dio la razón al Ministerio. No cumplen con las normas laborales que tienen que cumplir.
La compleja crisis social y económica, si bien es heredada, se profundizó durante estos últimos años y la inflación es un problema que afecta la vida cotidiana de muchas y muchos trabajadores. ¿Qué discurso y programa político debe tener el peronismo en un año electoral frente a este malestar con el objetivo de evitar una mayor sangría de votos hacia otras opciones políticas?
El Gobierno heredó una situación gravísima, que fue la nueva introducción del Fondo Monetario en la Argentina. A eso se le sumó la pandemia, el conflicto bélico y la sequía. Más cosas no podrían haber pasado, pero cuando sos gobierno tenés que marcar un horizonte y resolver los problemas. Aún teniendo las mejores intenciones, no alcanzó articulando con los factores de poder. Aquí hay dos modelos: uno es el libre albedrío del mercado, en el cual creen los neoliberales, y otro es un modelo de consumo interno, de valor agregado a nuestra materia prima y un salario que sustente este crecimiento, en el cual creemos los peronistas. Queremos un Estado que oriente, promocione y regule. La sociedad pide respuestas desde la política.
