Así como existen grandes desavenencias en las coaliciones del Frente de Todos y Juntos por el Cambio, el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) no es la excepción. De cara a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), sus principales referentes no lograron cerrar un acuerdo para avanzar en una lista única y todo se dirimirá en una interna entre el PTS y el PO-MST. Quien obtenga la mayor cantidad de votos en agosto dirigirá la hegemonía política de la izquierda hacia delante, en un contexto en el que el FIT busca mejorar los guarismos electorales del año 2019 (2,16% a nivel nacional).
El principal quiebre al interior del trotskismo se produjo el 9 de agosto de 2015, jornada histórica en la que Nicolás del Caño (PTS) venció a Jorge Altamira (Partido Obrero) con el 51% de los votos. De allí en más, el PTS incrementó su influencia a punto tal de obtener mayor cantidad de bancadas parlamentarias que sus socios políticos. Esto le significó fuertes críticas: desde ser «funcional» al kirchnerismo hasta desviarse de la construcción de «un gobierno de los trabajadores y el socialismo». La buena elección en las legislativas de 2021, donde el FIT-U obtuvo 1.280.240 votos en todo el país, no trajo calma y profundizó las diferencias entre el PTS y el PO. Mientras Izquierda Socialista -otro de los integrantes de la coalición electoral- viene pidiendo hace rato la constitución de una fórmula de unidad entre Myriam Bregman (PTS) y Gabriel Solano (PO), finalmente esto no ocurrió y los caminos irán por separado.
El flamante acuerdo entre el Partido Obrero y el MST tiene como principal novedad la elección de la fórmula presidencial Gabriel Solano – Vilma Ripoll. Asimismo, se propuso como precandidato a gobernador en la Provincia de Buenos Aires a Alejandro Bodart, como diputado nacional a Néstor Pitrola y como senadora a Romina Del Plá. Por su parte, en la Ciudad de Buenos Aires irá Vanina Biasi como precandidata a Jefa de Gobierno, Celeste Fierro como legisladora y Jesica Gentile como diputada nacional.
«Creemos que el Frente de Izquierda debe tener otras características, es decir, que no se proponga meramente sumar uno o dos diputados sino que sea combativo, revolucionario y luche por un gobierno de trabajadores. El MST está de acuerdo con nuestro planteo de un congreso y tiene posiciones similares, por eso hicimos esta aproximación», confió a El Grito del Sur una importante fuente del Partido Obrero.
«La izquierda no puede actuar como otras fuerzas electorales que eligen las fórmulas por encuestas, sino que hay que avanzar en debates colectivos. Con el PO compartimos esa perspectiva, queremos ir hacia el mismo lugar», señalaron a este medio desde el MST.
«Nosotros venimos cuestionando el perfil que el PTS le da al Frente de Izquierda, particularmente sobre dos grandes aspectos: uno tiene que ver con el desprecio hacia el movimiento piquetero -porque no participan de sus luchas- planteando de que no tienen conciencia, y el otro se relaciona con la postura que asumen frente al kirchnerismo y en particular frente a Cristina Kirchner. Entendemos que ellos hacen una especulación electoral, planteando cosas que pueden ser agradables para un sector del kirchnerismo, en especial buscando a los desencantados del Frente de Todos. Pero lo llevan al extremo diciendo que Cristina no es corrupta y también hacen una ponderación de los poderes del Estado, cuando nosotros nos oponemos al régimen en su conjunto. En función de eso, cuestionamos el liderazgo que hoy en día tiene el PTS en el Frente de Izquierda», agregó el integrante del PO.
El PTS, en cambio, tiene otra mirada sobre los hechos. De acuerdo con algunos dirigentes, los ataques recibidos «son la ratificación de una orientación de una progresiva y cada vez más acelerada adaptación al régimen y el Estado por parte del Partido Obrero, que claramente ha decidido ir a las PASO -solo o acompañado- para enfrentar a los y las precandidatas del PTS en todo el país». Respecto a las acusaciones contra CFK por corrupción, desde el partido de Bregman y Del Caño aseguran que la posición del PO «se fue tornando a una postura que bien podría ser rubricada por Alfredo Leuco o Luis Majul, el reinado de la derechizada ¨opinión pública¨».
PO-MST: ¿una sociedad por convicción o necesidad?
Años atrás, el Partido Obrero era un fuerte crítico de las posiciones políticas del MST. Inclusive, ya en 2020, el propio Néstor Pitrola cuestionaba en un artículo periodístico que el partido de Ripoll no compartiría la idea del «gobierno de trabajadores como expresión popular de la dictadura del proletariado». De hecho, el término de «Nueva Izquierda» -utilizado por el MST- generó más de una burla e ironía en los reportes cotidianos de Prensa Obrera. Hoy, sin embargo, decidieron constituir una lista común para enfrentar al PTS. El pasado pisado.
«Hay una disputa de proyectos al interior del FIT-U. En este momento tan complejo necesitamos un proyecto más abierto que no sea únicamente un instrumento electoralista. Hoy la estructura del FIT no tiene representatividad y el PTS no está dispuesto a discutirlo. Hace falta cortar con esa forma de hacer política, por eso vamos a llamar a plenarios abiertos para discutir las candidaturas», expresó la fuente del MST.
Mientras Javier Milei crece en las encuestas y tanto el Frente de Todos como Juntos por el Cambio poseen fuertes dificultades para contener la fuga de votos, el panorama al interior del FIT es incierto fruto de la disputa feroz entre sus distintos componentes. A diferencia de 2019, no habrá acuerdo para repetir una fórmula unitaria y resulta una incógnita si las PASO les permitirá fortalecerse y diferenciarse de sus adversarios políticos.
