Las problemáticas de salud mental son un eje en la campaña del precandidato a jefe de Gobierno de Unión por la Patria, Leandro Santoro, que en su plataforma incluyó la creación de un Plan Integral de Salud Mental, ya que “en nuestro país, una de cada tres personas mayores de 18 años sufre algún padecimiento de salud mental” y la Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que para 2050 la depresión pasará a ser la principal enfermedad del mundo.
“La salud mental saltó a primera plana después de la pandemia, pero siempre fue necesaria -dijo a El Grito del Sur Santiago Levín, médico psiquiatra, psicoanalista y uno de los expertos que participó en la elaboración del programa de gobierno presentado por Santoro-. No existe un proyecto de transformación política progresista, nacional y popular e inclusivo sin un capítulo sobre salud. Es un derecho humano básico. Sin salud mental no hay proyecto de vida”.
La situación en la Ciudad
A pesar de ser el distrito más rico del país, Santoro indica en su programa que la política actual de Horacio Rodríguez Larreta -con Fernán Quirós a la cabeza del Ministerio de Salud- incumple la ley de salud mental porque “no se asigna el 10 % del presupuesto sanitario a este tema” y “el 80 % del presupuesto es destinado a los hospitales monovalentes donde se producen las internaciones”. Además, subraya, la Ciudad no tiene programa de atención a personas con consumos problemáticos, tampoco cuenta con dispositivos de apoyo suficientes y, en caso de emergencias de salud mental, solo hay dos ambulancias especializadas, “de las cuales una funciona solo un turno”.
“El sistema de salud es el reflejo de la concepción que quien gobierna tiene del ser humano, igual que el sistema de educación. El mensaje que da es cuánto te importa el pueblo. Y en la Ciudad la desinversión está muy estudiada y constatada. Con sueldos retrasados, con enfermeros que no son reconocidos como personal de salud, con profesionales pluriempleados, con guardias absurdamente largas”, señaló Levín.
El Plan de Salud Mental Integral
El Plan de Salud Mental Integral presentado por Santoro está organizado en tres niveles de intervención: prevención, emergencias y atención, que a su vez se subdivide en atención primaria, dispositivos intermedios e internación.
Según explicó Levín, el concepto de prevención en materia de salud mental “es muy amplio” e incluye “comunicación, información, formación, campañas y también dispositivos”. “Es ir a buscar los problemas antes de que se produzcan activamente, tener una política de bienestar activo para todos y todas”, afirmó.
La propuesta, añadió, es elegir una serie de temáticas puntuales para poder trabajarlas a largo plazo y elaborar campañas de comunicación al respecto. “El suicidio es la segunda causa de muerte en menores de 30 años. ¿Qué hacemos? El alcohol en la juventud es el problema toxicológico principal, ligado también a la principal causa de muerte (en esa población) que son los accidentes de tránsito. Esos temas deberían tener estrategias preventivas específicas”, sostuvo.
El extitular de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA) precisó que otra de las ideas que se pretende implementar es la creación de un Triage Móvil. “Es una línea telefónica con un equipo bien capacitado que pueda clasificar en rojo, amarillo y verde cada llamado de urgencia para distinguir qué es lo que tiene que ser tratado en ese momento y qué situación puede esperar un poco”, expuso.
Asimismo, Levín subrayó que en materia de emergencias, el programa incluye la capacitación de las fuerzas de seguridad, “que confunden delito con descompensación mental y actúan de la misma manera” en ambas situaciones. Entre los casos con mayor repercusión mediática estuvo el del líder de Tan Biónica, Santiago “Chano” Moreno Charpentier, o el de Rodrigo Facundo Roza, quien sufrió una descompensación cerca del MALBA, apuñaló a Juan Pablo Roldán, un policía que le había disparado, y ambos murieron.
En materia de emergencias, el plan de Santoro promueve la creación de un SAME psiquiátrico; el refuerzo de guardias interdisciplinarias en salud mental con atención permanente y diferenciada y la modificación de la infraestructura hospitalaria para las guardias de salud mental. “Porque estas emergencias no se pueden atender en un box igual que otra, sino que se requiere de un diseño arquitectónico diferente”, puntualizó el especialista.
Respecto a la atención, el documento señala, entre otras cosas, que “en cada Cesac habrá atención psicológica y psiquiátrica de calidad”; que se facilitará “ el acceso por teleasistencia con profesionales de la salud mental”; que se crearán hospitales y centros de día y viviendas asistidas con diferentes niveles de apoyo y casas de convivencia; adecuar al sector privado y transformar los hospitales monovalentes existentes en centros de alta complejidad en salud mental y adicciones.
Para que la salud mental no sea “un slogan vacío y pelotudo”
Para Levín, un factor clave a la hora de pensar la salud y la salud mental es la justicia social. “Aun en el mejor de los mundos va a haber enfermedad mental porque parte de la naturaleza humana incluye la locura, en mayor o menor medida. La pregunta es: ¿cómo nos organizamos para cuidar mejor a los pares cuando atraviesan los momentos de mayor fragilidad? Eso es salud mental -reflexionó-. Cuando la concepción es una concepción integral, como el caso de Santoro, la salud mental no es una parte, es un concepto transversal. La salud mental incluye vivienda, educación, el derecho a un futuro, el tratamiento de las adicciones, la salud del cuerpo, los espacios verdes. El transporte público también es salud mental, porque que una persona tenga que caminar 15 cuadras para tomarse un bondi tiene efectos en la salud mental. La inequidad social tiene efectos en la salud mental”.
A pesar de que el panorama electoral es adverso en una ciudad dominada por el PRO hace más de 15 años, Levín es optimista: “Creo que la militancia política es con alegría y esperanza y que es posible un cambio de color en el Gobierno de la Ciudad. No queremos una ciudad que le dé la espalda al río, al conurbano, diciendo que le van a cobrar a quienes no sean porteños para atenderse en hospitales. Queremos una ciudad solidaria, con políticas de género, con amor por la diferencia, donde no tengas gente en situación de calle y una persona dueña de 20 departamentos desocupados, donde las personas se puedan organizar para tener oportunidades de laburo justas y sin explotación. Solo así el derecho a la salud y a la salud mental adquieren verdadero significado y no quedan como un slogan vacío y pelotudo”.